Foto: Vía Fundación Festival de la Leyenda Vallenata
El siniestro aéreo ocurrió un 21 de noviembre como hoy, en cercanía a la población El Tigre en Venezuela
El año de 1994 fue marcado por muchas cosas: el mundial de Estados Unidos, dónde la selección Colombia quedó eliminada por el autogol de Andrés Escobar. Otro evento que marcó ese año particular fue el infame Proceso 8000, cuando la campaña Samper fue acusada de recibir dineros del narcotráfico. Pero sin duda este año fue una de las pérdidas más dolorosas del folclor vallenato: la de Juancho Rois, Eudes Granados y ‘Maño’ Torres.
Rois se había unido a Diomedes nuevamente en el año 1988, diez años después de su primera unión con el LP “La Locura”. El álbum que grabaron en el 88 fue “Ganó el folclor”, con temas inolvidables como “Páginas de Oro” o la canción titular del album. La grabación que habían sacado ese año fue “26 de mayo”, se rumoraba que se venía otra separación de una de las uniones más proliferas del vallenato.
Diomedes Díaz y su agrupación estaban de gira por el vecino país, luego de varias presentaciones exitosas; Juancho asumió un compromiso particular que iba a atender con algunos miembros de la agrupación del “Cacique” y con Enaldo Barrera, también conocido como “Diomedito”. Dos meses antes del fatídico accidente, Juancho y Diomedito se habían hecho amigos muy cercanos, habían acordado una grabación para el año 1995 y se veía que era una amistad sincera. Enaldo conoció a Diomedes en Zipaquirá y por intercedencia de Juancho, cantó junto a Diomedes “Mi primera cana”, un gesto que ‘Diomedito’ nunca olvidará.
Cuando Juancho decidió invitarlo a la población de “El Tigre” en el estado de Anzoátegui, Enaldo jamás pensó que se quedaría esperando. Fue hacia las 8 de la noche cuando la avioneta donde viajaban Juancho Rois, ‘Maño’ Torres, Eudes Granados, Tito Castilla y Jesualdo “El Zurdo” Ustáriz chocó con un poste de energía y se vino a pique. Cuando supo del choque de la avioneta, Barrera solo pensó “que no sea Juancho”, desafortunadamente se equivocó y Juancho fue el primero a quien tuvo que identificar.
Una misión dolorosa
Luego de identificar los cuerpos, Enaldo Barrera asumió los compromisos de la repatriación, buscar las prendas fúnebres y los féretros. La noticia había llegado a Colombia y preocupó a todos los fanáticos de “El Cacique de la Junta”, pues creían que había muerto el también. Luego, le recriminaban a Diomedes el hecho de no haber estado con Juancho.
‘Diomedito’ se hizo al frente de la repatriación de los cuerpos, luego de tres días los cuerpos llegaron a Colombia; Juancho fue enterrado en su natal San Juan del Cesar. Eudes y ‘Maño’ siguieron hasta su natal Valledupar. Eudes era el técnico de acordeones que acompañaba la agrupación, además de ser hermano del acordeonero Juan José Granados. Su profesión es de las más importantes para el vallenato, pues fueron los que aprendieron acerca de este enigmático insturmento europeo.
Maño Torres era bajista del vallenato, había tocado con la agrupación de Diomedes y también con el Binomio de Oro. Su estilo de interpretación era muy particular, pues era conocido por bailar mientras interpretaba el bajo. Los tres fallecidos de ese incidente dejaron familias atrás. El caso de Juancho Rois es el más entristecedor de todos, pues tan solo 35 días antes de morir se había casado con Jenny Dereix, quien estaba embarazada al momento de enviudar.
Sin duda, el legado cultural que dejaron estos tres hacedores del folclor es indiscutible. Cada 21 de noviembre los seguidores del folclor recuerdan esta tragedia con el mismo dolor que sintieron hace 26 años. Dalia Zúñiga, madre de Juancho Rois sigue sintiendo el mismo dolor que cuando supo la noticia. Hoy en día Juancho Rois es aún recordado como uno de los mejores acordeoneros que ha dado el Folclor