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Por Valeria Vargas 

El pasado viernes 21 de marzo se realizó, en el establecimiento El Tana, un espacio de micrófono abierto en donde el público general o poetas de todas las edades, podían recitar escritos de forma libre. El evento fue propiciado gracias al festival Épico que, en colaboración con el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Educación Distrital de Barranquilla, busca impulsar la lectura y los libros en la región caribe colombiana.  

En una locación cálida, con luces acogedoras indirectas, vinilos que le brindan esencia al lugar y personas que charlaban sin generar mucho bullicio, se inicia aquel momento creativo entre escritores y fanáticos de la poesía, dando apertura al primer poema declamado a las 19:17 p.m. Entre el olor característico del café que impregnaba el aire, copas de vino y cocteles que disfrutaban los comensales, nos sumergimos en lo que es el inicio de diferentes proclamaciones de obras.  

«La forma de querer tú», escrita por el autor Pedro Salinas es la primera que debuta en este evento literario. Alison, joven que pasa delante del micrófono a recitarlo, observa al público detenidamente y, en medio de una sonrisa jocosa, procede a compartirlo con todos los oyentes. «La forma de querer tú, es dejarme que te quiera. El sí con que te me rindes es el silencio. Tus besos son ofrecerme los labios para que los bese yo», vociferó la mujer, creando, en primera mano, un ambiente que se disfrutó entre asistentes de todas las edades.  

Las paredes eran testigos de la prosa compartida por cada participante del evento, las mesas, que sostenían lámparas en colores cálidos -la única fuente de iluminación directa del lugar- eran los sitios en donde cada persona con un papel o su teléfono móvil en mano se preparaba para acaparar el micrófono después de cada lectura que se le antecedía a la siguiente y una luz reflectora roja, postrada encima de una consola antigua con la que el Dj del lugar hacia mezclas de ritmos utilizando vinilos, era el escenario electo para cada entusiasta de la literatura.  

A medida que pasaban los minutos, adultos y jóvenes se animaron a seguir postulando diferentes escritos o poemarios famosos e incluso algunos propios, inéditos, en proceso de edición y publicación. Tal fue el caso de Samuel, un hombre que tomó vocería a unos ocho minutos de haber comenzado el evento; compartió «El gigante que no cabe en su templo», un poema de su autoría que, acorde a palabras del asistente al festival, desea publicar prontamente.  

Tras aplausos constantes por parte de todos los presentes, referencias a íconos de la poesía como Pizarnik o Clarice Lispector, la habitación, contenida por presentes que disfrutaban de cada lectura con expresiones amables y atentas, brindaron su completa atención hasta el final. Posteriormente se le agradece a cada persona por asistir a la feria y a cada actividad propuesta y se cierra con la participación estelar del Dj, que reprodujo canciones como «Duplo Sentido» de Tetê da Bahia, para acompañar aquellos que quisieran seguir disfrutando de las instalaciones. 

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