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Por: Maria Molina Gómez – Foto de cabecera: http://www.empireonline.com/movies/apocalypse-now/

Al gritar “¡acción!”, un humo espeso color púrpura que contrasta sobre el verde vivo de una selva se ve interrumpido por los disparos en llamas rojas de una guerra desenfrenada. Un hombre vestido de verde cae muerto sobre un barco de guerra que navega destino a Camboya. Mientras tanto, hace más de cien años, un hombre solitario llamado Francisco Goya luchaba contra su angustia mental y sus enfermedades físicas mientras trazaba de rojo y negro las paredes de su casa, sabiendo que esos pincelazos se convertirían en las últimas obras pintadas por él. Estos dos mundos retratados en diferentes épocas se ven reflejados uno con el otro para demostrar la misma cosa, la guerra, y aunque manejen diferentes disciplinas, los dos lo hacen de la misma forma: dibujando, uno con luz y otro con pintura.

El objetivo de este escrito es analizar cómo la película Apocalypse Now se compara con la obra Saturno Devorando a su Hijo de Goya, para retratar las diferentes facetas de una guerra mediante el uso de los colores y la luz.

En el cine, al igual que en el arte, el color es una herramienta fundamental para contar una historia. Sin darnos cuenta, el artista y el director de fotografía juegan con nuestras emociones cuando manipulan el matiz, la luminosidad y la saturación de los colores de una composición para hacernos sentir lo que ellos quieren transmitir con sus obras. Por ejemplo, el ser humano tiende a responder más fuerte al color rojo y tendemos a asociarlo a sentimientos muy intensos como la pasión o el peligro. Es por esto que aplicándolo a Apocalypse Now, en la secuencia introductoria de la película, Vittorio Storaro enfatiza mucho en el rojo del fuego y de las explosiones, saturando la pantalla y haciéndolo el color predominante para así generar un sentimiento de alerta en el espectador.

 

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Algo similar hace Goya en una de sus obras más famosas, Saturno Devorando a su Hijo. Éste mural cuenta la cruda historia del titán Saturno (o Cronos para los griegos) que no quería  ver cumplida la profecía según la cual un hijo suyo lo iba a derrocar. entonces se los devoraba cuando nacían. Aquí, el rojo no es el color predominante pero estos trazos pequeños contrastan tanto con el fondo oscuro que nuestra mirada se enfoca de inmediato en ese punto, en la sangre de un hijo que está siendo devorado por su padre. Esta obra tiende a generar un sentimiento horripilante y de desconcierto en el espectador, cosa que seguramente sentía Goya mientras luchaba contra sus demonios internos.

 

Saturno devorando a su hijo (1819-1823)

 

Dejando a un lado un poco la psicología del color y adentrándonos más en la teoría, esta teoría trata sobre las el conjunto de reglas elementales en la combinación de colores para conseguir un efecto determinado, al mezclar colores de luz o pigmento. Existen varios modelos, el RGB, CMYK, YIQ, HSV, entre otros, pero el RGB es el más usado en las películas, incluyendo Apocalypse Now.

La película hace un trabajo excepcional al narrar una historia con el color. Al principio, Storaro crea una imagen monocromática utilizando diferentes intensidades del mismo color, es decir, usando colores que se encuentran uno después del otro en la rueda de colores como el rojo, amarillo y naranja, es decir, colores análogos (consecutivos en la rueda de color). Esta decisión hace que el espectador se sienta en una situación irreal y alarmante, mucho más cuando el humo aparece y nos acompaña durante toda la película, haciéndose más y más espeso.

Al continuar la trayectoria, Storaro hace más uso del famoso “teal and orange” o naranja y azul. Esos son dos colores que se encuentran a lo opuesto de la rueda, y, al juntarlos, crean un gran contraste. Los colores complementarios suelen ser usados en muchas películas (sobre todo en Hollywood) porque son bastante armónicos.

Siguiendo rio arriba, los colores se vuelven más surreales, más densos y oscuros, sugiriendo que nos estamos acercando a un lugar más infernal que la propia guerra. En las noches, el negro profundo se vuelve predominante. Según la psicología del color, el negro lo asimilamos con el abismo, el subconsciente y el misterio, lo cual refleja perfectamente lo que está sucediendo en ese momento de la película: los soldados ya no son ellos mismos, la guerra les está haciendo perder la conciencia. A partir de aquí, la iluminación toma más el control.

 

Francis Ford Coppola y Vittorio Storaro en el set de Apocalypse Now

 

Algo interesante sobre Apocalypse Now es que, por lo general, el cine trata de pintar con luz pero aquí no. Aquí Storaro empieza a pintar con la oscuridad, de la misma forma que hizo Goya mientras pintaba Saturno. En la película, las caras de los personajes se ven parcialmente oscurecidas, insinuando la división del lado animal y el lado humano de las personas y como el lado animal se apodera del lado humano en la guerra. Si comparamos esto con la obra de Goya, él hace uso del claroscuro -técnica de pintura que se perfeccionó durante el Barroco- que consiste en la utilización de contrastes muy marcados entre volúmenes, algunos llenos de luz y otros más bien ensombrecidos, para así lograr la pronunciación efectiva de ciertos elementos en el cuadro. Sobre el fondo oscuro de la obra resaltan los ojos blancos y abiertos del titán y en ellos se puede ver su locura por el poder.

Es claro que el arte y el cine están muy relacionados, y la película de Francis Ford Coppola es una muestra ello. La forma que los colores y la luz están distribuidos en un frame o lienzo llevan consigo decisiones de los artistas que conllevan significados complementarios a su historia.

 

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