Por: Christian Ortega
Tenía un compromiso académico, realizar una entrevista. Lo primero que pasó por mi mente fue “¿a quién entrevistaré?”. Debía ser un personaje público o popular pero aun no sabía quién podría ser. Como si se tratase de una señal, mientras veía un partido de Colombia ante Brasil en los juegos Olímpicos Rio 2016, pensé en los tres colores patrios. Alguien tan representativo como la bandera Colombiana, la palma de cera del Quindío o el cóndor, este último, emblema de libertad y armonía espiritual de aquellos que quieren la nación cafetera.
Gustavo Llanos Marino, mejor conocido a nivel mundial como “El Cole” me recibió con un fuerte abrazo a las nueve de la mañana en una habitación que hace las veces de un pequeño museo, en su casa, en el popular barrio Los Trupillos de Barranquilla.
Me senté en la habitación junto a él y lo primero que hicimos fue orar. Puso el día, la entrevista, y la vida de cada uno de nuestros familiares en la presencia de Dios. Seguido de esto se escuchó el popular ¡Vaya Cole, vaya Cole!, arenga que lo acompaña desde 1989 y que utiliza cada vez que llega a un lugar con el fin de romper el hielo.
-“Anota bien que esta entrevista va quedar para la historia porque un día como hoy hace 27 años nació El Cole; un 20 de agosto en un partido de nuestra Selección Colombia ante Ecuador el cual ganamos dos goles por cero, ambas anotaciones realizadas por Arnoldo Iguarán aquí en Barranquilla. Tu sabes papi, nací triunfador” comentó El Cole.
El estadio Metropolitano Roberto Meléndez había sido testigo de un hombre vestido de cóndor que, como si se tratase de uno real, volaba, aunque de una manera muy particular. Se ataba tres cuerdas a su cuerpo que lo mantenían en el aire, mientras era sostenido por la afición que lo acompañaba y evitaba que este cayera al vacío. -¿Cómo fue el recibimiento de la afición ese día y que sucedió luego?
-“Ya tenía una imagen de hincha, apoyando el Junior, pero decidí alentar a mi selección porque Colombia participaría el próximo año en Italia 90. Los medios locales sabían quién era El Cole pero a nivel nacional me conocían menos personas. En Italia 90 me di a conocer mucho más; la aceptación de la gente fue excelente”.
Aquel hombre extrovertido pero sencillo, que me había recibido en camiseta, pantaloneta y chancletas en su casa, atribuía el éxito de su personaje a solo una cosa, o mejor aún, un conjunto de cosas, los valores. -¿A qué se debe el éxito de El Cole?
-“Papito El Cole tiene muchos valores. Mis padres me enseñaron que hay que ser ejemplo y eso me ha servido, qué tal yo, que tengo una imagen a nivel internacional, dando un mal ejemplo”
-¿Cómo muchos?
-“No me gusta señalar a nadie; solo trato siempre de demostrar lo mejor de mí”.
Niños y adultos, de todos los estratos sociales, sin importar sexo ni raza adoptaron al Cole como símbolo del futbol colombiano. El Cole se había ganado el amor de muchos y la aceptación para que representara al país de la mejor manera ante el mundo. Hoy, dos décadas después, sigue más vigente que nunca. -¿Qué tal es la hinchada hoy día?
-“Algo que siempre agradeceré es el cariño de las personas. A los partidos que voy siempre soy bien recibido, ¡una nota! Recuerdo que en el Mundial de Brasil 2014 llegue dos horas antes de un partido con el fin de que las personas se tomaran fotos conmigo y ¡entré faltando media hora! Nunca había negado una foto, pero ese día me tocó hacerlo. Después en la Copa América Chile, me encontré con un hincha que me dijo que en Brasil le había negado una de estas fotos. Obviamente me sentí mal y le pedí disculpas. De una no las tomamos”.
Esta vez El Cole vuela en un avión que lo llevará rumbo a la Copa América Centenario USA 2016. Lleva consigo el llamativo traje de cóndor amarillo, azul y rojo; un alocado peinado y las ganas de ver al equipo cafetero alzar la copa que lo consagraría campeón de América. -¿Este fue tu último viaje, cuántos en total?
-“He viajado por todo el mundo gracias a mi personaje. En copas América viajé a Chile 1991, Ecuador 1993, Uruguay 1995, Paraguay 1999, Colombia 2001, Perú, 2004, Venezuela 2007, Argentina 2011, y la última que fue Chile 2015. En cuanto a mundiales, estuve en 7. ¡Pensándolo bien, esto es una nota!”
Viajar por todo el mundo quizá es el sueño de muchos. Gustavo Llanos afirma que todos estos viajes le han enseñado amar más a su país y apreciar mucho más a su familia. -¿Cómo ha sido el apoyo familiar?
-“Loco… ha sido fundamental mi familia, el respaldo, la incondicionalidad. Siempre antes de irme de viaje oramos y mi familia me bendice, o mejor aún, Dios me bendice a través de ella. Cuando he tenido éxito lo comparto primero con mi familia. Cuando he venido desmotivado de igual manera”.
Mientras conversábamos tocaron a la puerta, era su hija. Con un fuerte abrazo y un beso, como el que recibe un padre de su hijo luego de un llegar de un largo viaje, le da los buenos.
-Bonita la relación. –le digo.
-“A esto es lo que me refiero. Mi familia es la que me da la fuerza y el valor para seguir adelante”.
Le pregunté qué hacía Gustavo Llanos cuando no hacía de Cole y me dijo que consideraba su vida como una fusión entre estos personajes.
-“No conozco a Gustavo Llanos, incluso me despersonalizas. Tengo tan arraigado en mi mente y en mi corazón El Cole que cuando escucho mi nombre real pierdo identidad. En realidad no tengo una dualidad de personalidad, quiero que las personas entiendan eso. En mi casa, en la iglesia, en Argentina, Chile, o cualquier lugar del mundo soy El Cole. Hay una fusión entre el nombre por un bautismo y mi personaje pero a priori, soy El Cole”.
-Partiendo de esto ¿a qué se dedica El Cole cuando no está alentando a la selección?
-“Mi esposa y yo orientamos un grupo de oración en una comunidad católica llamada “Formando el cuerpo de Cristo”. Trabajamos con pelaos, colaborando en temas como la , planificación, educación sexual, etc. Con el apoyo de psicólogos prevenimos estos problemas. Los jóvenes son muy agradecidos con nosotros, tanto así, que a mi esposa y a mí nos dicen ‘mami y papi cole’”.
Había finalizado la entrevista. Apagué mi grabadora cuando se me vino a la mente una última pregunta. Quería saber qué opinaba El Cole, acostumbrado de viajar alrededor del mundo llevando un mensaje de unión, sobre el proceso de paz.
-“Vaya cole, si el proceso de paz se está llevando con los valores y la transparencia necesaria, bienvenido sea. Pero si hay engaño buscando intereses particulares, que no se dé; porque después, en el postconflicto, ten la plena seguridad que el proceso fracasará. Uso el deporte, en especial el futbol, para llevar el amor patrio por todo el mundo y si se logra la paz de aquí saldrán mejores deportistas, profesionales, habrán mejores familias con mejores oportunidades.” -concluyó.