Por: Wilson Ganem
Para nadie es un secreto que el trabajo de un recogepelotas durante un partido de fútbol es básicamente agilizar el desarrollo del juego, impidiendo que se pierda tiempo en la búsqueda de un balón mal lanzado. Pero hay ciertos factores que influyen a la hora de realizar este peculiar trabajo.
Uno de los principales es la concentración que debe tener cada uno de estos jóvenes en el cumplimiento de la labor. Es que el estar viendo un partido de fútbol tan de cerca, teniendo figuras que ves a diario en la televisión o en las redes sociales te hace perder la atención en lo que debes hacer y corres el riesgo de distraerte definitivamente con alguna jugada.
Esto podría implicar el llamado de atención del cuarto árbitro del encuentro, de algún miembro del cuerpo técnico, el murmullo y las groserías de los hinchas o hasta el regaño de los mismos futbolistas. Este tipo de casos sucede en todas partes del mundo, por ejemplo el 22 de mayo de este año, en Medellín durante el partido Nacional vs Santa Fe el director técnico cardenal de ese momento, Alexis García, le introdujo un dedo en el ojo a un recogepelotas y debido a esto tuvo que pagar multa de casi 3 millones de pesos, más la sanción de tres partidos sin dirigir. Por consiguiente, no dejarse involucrar por el partido ni dirigir palabra con personas que estén calientes por el encuentro, es lo más aconsejable para realizar bien esta labor y no salir afectados.
Como otro factor influyente tenemos la presión, y es que no son solo los jugadores quienes sienten la presión propia o del público, cuando las cosas no están saliendo bien. Los alcanza pelotas también sufren de esta, ya que hasta con la ayuda de uno de ellos se puede lograr anotar un gol, como fue el caso de Oscar Felipe Urrego el 2 de mayo de 2007 cuando en el partido Atlético Nacional vs América, lanzó el balón de manera rápida y oportuna a Jairo “El Viejo” Patiño para que cobrara el lateral y este se la pasó de inmediato a Aldo Leao Ramírez que definió para la alegría del equipo paisa, que cargaron a Oscar en la celebración del gol.
Tampoco se puede decir que todo es color de rosas para un alcanza pelotas y es que hoy en día algún error que cometan y sea advertido por el árbitro, puede generar una multa para la institución deportiva a la que esté representando. Por este motivo antes del inicio de cada partido, el cuarto árbitro de turno se acerca al grupo de recogepelotas para darles la instrucción y advertirles lo que deben hacer y sobretodo como lo deben hacer.
En España se ha vuelto común la moda de que los recogepelotas lancen los balones al campo en medio de un ataque peligroso del equipo visitante, con la intención de interrumpir el juego. En esta infracción han caído equipos como el Sevilla, Osasuna, Real Zaragoza, entre otros, a los cuales les ha tocado pagar multa de 602 euros (2´020.000 pesos colombianos), según lo indica el articulo 110 del Código Disciplinario de la RFEF (Real Federación Española de Fútbol).
Y es que en el fútbol como en cualquier deporte los sentimientos influyen. Resulta muy común ver que cuando el equipo local está ganando y los visitantes tienen el desespero por igualar o revertir el resultado del juego, por arte de magia las pelotas desaparecen y los alcanza pelotas empiezan a trabajar casi en cámara lenta. Si tienen la experiencia esto ocurre sin el aviso de nadie, pero si no tienen ese pensamiento malicioso, alguien del equipo les hará llegar el tramposo mensaje, como lo hizo Germán “El Mono” Burgos , ayudante de campo de Diego Simeone, el 29 de noviembre de 2015 cuando el Atlético de Madrid ganaba 1-0 al Espanyol y el recogepelotas ubicado detrás del arco visitante, le entregaba muy rápido el balón al arquero rival.
Sin duda el rol del alcanza pelotas en un partido de fútbol es vital e incluso determinante. Solo el estar tan cerca de la cancha te hace sentir como otro miembro del equipo aunque tu nombre no aparezca en la plantilla. Como cualquier ocupación se debe tomar con la mayor seriedad del caso ya que se podría definir como una labor de concentración en la que no nos puede comer la presión, para así ser recordados como Oscar Felipe y no como el recogepelotas que fue agredido.