Por Emil Osorio
La décima conferencia de las Farc le daría cierre a la existencia al grupo insurgente como movimiento armado. Cada una de las conferencias representa los lineamientos y estrategias de las Farc.
En el marco definitorio de los diálogos de paz llevados a cabo entre el gobierno colombiano y las Farc, el movimiento guerrillero ha hecho pública su intención de tener una décima conferencia, inicialmente planeada entre el 13 y 18 de septiembre, el mes anterior al plebiscito, pero ahora aplazada hasta fecha indefinida por razones logísticas.
A pesar que la fecha de la conferencia fue aplazada por hasta tiempo indefinido por razones de logística, la décima conferencia parece ser un hecho irrefutable en el futuro de las Farc. Además de marcar la hoja de ruta a nivel político por parte de los miembros del grupo armado, según el investigador de Ciencias políticas Luis Fernando Trejos, también significará el fin de su ciclo como guerrilla y sellará las bases iniciales de su transición hacia un movimiento político legítimo.
Cada conferencia de las Farc marcó una etapa en la constitución y el desarrollo del grupo guerrillero.
Inicios (1964-1971)
La llamada primera conferencia, acontecida en septiembre de 1964, y llevada a cabo en la región de Riochiquito en Cauca, trazó el punto de partida de las Farc como movimiento armado, constituido formalmente y organizado en distintas estructuras jerárquicas. En esta reunión se sentó una de sus principales bases constitutivas para tiempos venideros: el Estado Mayor Conjunto.
Este fue el primer núcleo de liderazgo de las Farc, encabezado por Ciro Trujillo, Jacobo Arenas y Manuel Marulanda. De esta manera se dio la transformación de las Farc de guerrilla campesina a movimiento insurgente financiado por medio del secuestro y el narcotráfico.
Así, a la conferencia fundacional, le siguieron otras tres en lo que se suele agrupar bajo el rótulo de “conferencias de la creación”. La segunda se desarrolló en Sumapaz, en el año 1966, y se conocería como la “conferencia constitutiva” por haber marcado el inicio del accionar del grupo guerrillero, bajo el nombre de las “F.A.R.C.”. La tercera, llevada a cabo en 1969 en las cercanías del río Guayabero, municipio de La Macarena, Meta, deja de legado la apertura del “IV Frente” en el Magdalena Medio, y el establecimiento de sus estrategias de guerrilla defensiva.
Este ciclo lo cierra la cuarta conferencia, acaecida en 1971 en la región de El Pato, al sur del Huila, por medio de la cual se decreta un accionar más contundente, apuntado a golpes a la infraestructura nacional y la Fuerza Pública, pero permaneciendo aún en una relativa oscuridad ante los ojos del Gobierno Nacional.
Consolidación (1974-1976)
En septiembre de 1974, las Farc acordarían organizar un Estado Mayor Conjunto más numeroso, con 13 miembros ocupando los altos mandos del grupo armado. En el departamento de Huila, las Farc continuaron su expansión como movimiento armado, pero con un claro énfasis en el aspecto agrario, el cual se mantendría y fortalecería a partir del robustecimiento de su organización burocrática.
En enero del 76, en las cercanías de La Macarena, las Farc celebrarían su sexta conferencia. Por medio de esta, decidirían establecer un frente por departamento, así como consignar por escrito un reglamento del régimen disciplinario interno. Además, crearon una escuela de Estado Mayor y del Secretariado, en aras de capacitar a distintos frentes debido a su proyección de crecimiento en número de hombres en armas.
En este lapso, las Farc lograrían su establecimiento como movimiento armado al afianzar su aparato administrativo interno, organizar sus filas, reclutar combatientes y expandirse a lo largo de varios departamentos donde lograron reemplazar al Estado colombiano.
Visibilidad y escalamiento (1982-1993)
Los giros más drásticos en los lineamientos y perspectivas de las Farc surgirían a partir de su séptima conferencia, acontecida en la región del Guayabero, también en el departamento del Meta, en mayo de 1982.
Esta conferencia marca uno de los hitos principales en la transformación de la entonces guerrilla agraria y relativamente oscura de los años 60, al movimiento armado que conocemos hoy día: el Plan Estratégico de corte militar denominado Campaña Bolivariana por la Nueva Colombia.
Fue a partir de entonces que las Farc adoptaron el sufijo E.P. (Ejercito del Pueblo) lo cual cambiaría el eje de sus estrategias militares, pasando de ser una guerrilla campesina de corte defensivo, a un movimiento bélico de carácter ofensivo, cuya intención final era la toma del gobierno nacional en Bogotá, por medio del establecimiento de un gobierno provisional en la cordillera Oriental.
Este lineamiento exigió una más ambiciosa propuesta en términos de presupuesto y hombres armados, proyectando como meta la creación de ocho frentes, uno por cada una de las principales ciudades del país, por un costo de 8.000 millones de pesos y el reclutamiento de 28.000 combatientes. Esta cifra no la alcanzaron a cumplir, aunque sí superaban los 4.000 guerrilleros en años posteriores a la celebración de la séptima conferencia.
Este crecimiento a nivel militar le daría mayor visibilidad a las Farc, empezando así un proceso de cese al fuego paulatino en diálogos con el gobierno de Belisario Betancur, con quien firmaron los llamados acuerdos de la Uribe en 1984. Sin embargo, no pudieron prevenir el exterminio de la Unión Patriótica a manos de fuerzas paramilitares, el narcotráfico y organismos estatales, en los años previos a las elecciones presidenciales de 1991.
Este evento precedió a la octava conferencia, en 1993, en el departamento del Guaviare, por medio de la cual las Farc entran de lleno en guerra contra el Estado, extendiéndose al Caribe. De esta forma las Farc entraron en una etapa de escalamiento de la guerra que encontraría su máxima expresión en la llegada de numerosos integrantes de la guerrilla a las cercanías de Bogotá, por la Calera y Usme, en 1996.
Desenlace (2007-2016)
En todo caso, el proceso de diálogos con el gobierno de Andrés Pastrana y la ofensiva militara liderada por el gobierno de Álvaro Uribe debilitarían la imagen pública y la fuerza militar de las Farc. Esto derivo en que se frenara la expansión y se debilitara el grupo insurgente.
Así, en el año 2007, la novena conferencia de las Farc se desarrolló bajo una total ausencia de registros fotográficos o audiovisuales, lo cual ha llevado a algunos a especular que bajo la desintegración central de la guerrilla, esta conferencia se desarrolló vía Internet.
En esta conferencia, el movimiento intentó replantear su guerra contra el Estado volviendo a las tácticas guerrilleras clásicas, de sabotajes a infraestructura, minas antipersonales, ataques sorpresas en grupos reducidos y planeación desde la retaguardia. A pesar de esto, la muerte de su líder histórico, alias Manuel Marulanda, y la baja de otros jefes como alias Mono Jojoy y alias Raúl Reyes, marcaron la transición de su aferramiento a la guerra a la aceptación de un diálogo de paz con el gobierno.
La décima conferencia se presenta como el escenario perfecto para que las Farc y el Estado desarrollen un laboratorio de su primera incursión en el escenario político legal del país. Según el investigador Luis Fernando Trejos, las principales características de este evento irán en contravía de las formas en que se han desarrollado estos eventos estratégicos porque el Estado garantizará ayudas de índole logística como la seguridad y las Farc se reinventarán como movimiento político legítimo. Pero sobre todo, no será un evento clandestino, sino que se realizará ante los ojos y el escrutinio legítimo de todo público interesado.
