Cada vez son más los gobiernos de Latinoamérica que se unen para impulsar leyes contra la violencia de género. A esta problemática, se le suma el hecho de que una gran cantidad de movimientos sociales en varios países de esa zona se han organizado para salir a las calles y denunciar el feminicidio. Sin embargo, los indicadores arrojan resultados incoherentes. Es como subir escaleras eléctricas que van de bajada. Entre más proyectos, movimientos y leyes se elaboran, crecen las cifras de asesinatos y agresiones.
En el año 2017 aumentaron alarmantemente los casos de feminicidio en América Latina. De los cuales cabe mencionar que más del 90% permanecen en la impunidad. Mientras los procesos judiciales sigan avanzando lentamente o simplemente se dejen en el olvido, los feminicidios seguirán siendo continuamente noticia en la sociedad.
Según la ONU Mujeres, 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual. Esto refleja cuán arraigado está tanto el machismo en la sociedad, como la idea de que el hombre es un ser superior a la mujer, no solo en el ámbito sexual, sino también laboral, intelectual, anatómico, académico, cultural, social, lingüístico, etc., evidente en frases tan usuales como “Así se visten las busconas”. -“Eres muy inteligente o manejas muy bien, para ser mujer”. -“Búscate un hombre con dinero”. -“No puedes con eso”. -“Eso no es de señoritas”. -“¿¡Tu eres la jefa!?”. “Tú te lo buscaste”.
La mujer no vive en función del hombre. Se arreglan y se visten para sí mismas. Tienen capacidades y aptitudes de liderazgo. Pueden valerse por sí solas. No necesitan halagos para sentirse seguras. Pueden tomar decisiones. Son hábiles, inteligentes, más que simples objetos, y merecen equidad.
Cuando la balanza de igualdad de poder entre hombres y mujeres se equilibre, el panorama de los indicadores de violencia de género se vislumbrará menos trágico.
Los movimientos sociales son importantes, al igual que la elaboración de leyes. Pero si el sistema judicial es ineficaz, las autoridades son débiles, no hay estadísticas oficiales o suficiente investigación sobre el tema, nuestros líderes políticos no tienen voluntad, entre muchos otros factores, entonces las cifras de feminicidio seguirán en ascenso.
