Por: Brenda González
Cada domingo, en el barrio Montecristo, El Totumazo manda. Desde la esquina de la calle 49 con carrera 56, el aroma a costilla guisada con guandú despierta el apetito de cualquier barranquillero que se acerque.
Durante los fines de semana, una sopa caliente para el paladar, una gran porción de arroz de fideo y un agua e’ panela fría deleitan a sus clientes. “Sirve para levantarse del guayabo” afirmó Gastro Blogger”, cuenta de Instagram que califica la gastronomía en la ciudad. Muchas personas lo describen como un restaurante “rústico y típico”, pero lo que todos concluyen es que la variedad de sopa de mondongo, de pescado, frijol con cerdo, costilla con guandú y gallina, ofrecen una carta de sancochos exquisitos que sin duda nos dejará satisfechos.
El totumazo es conocido como el sancocho de esquina, el cual, además, es el manjar más popular en Carnaval. Los cuatro días de fiesta se llena tanto que la calle se convierte en un bazar, no solo se va a tomar la sopa sino a sentarse a disfrutar de la buena música y el ambiente carnavalero. “En carnavales las ventas aumentan en un 80%. La gente como que siente la necesidad caribeña por consumir algo de su tierra” dice El Pen, en entrevista dada al periódico El Heraldo. El Pen es un hombre que se gana la vida vendiendo sancochos y su apodo se popularizo porque el almuerzo vale “siete pen”, es decir, siete mil pesos.
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Cada domingo, Ciro Eduardo no le falla al Totumazo. Siempre llega a alimentarse con esta delicia. Él dice que vienen personas con distintas intenciones: unas a leer el periódico, otras a echar los cuentos de barrio y, las que vienen con gafas de sol, a curar el guayabo. Ya son 15 años de deleite para el paladar barranquillero, los cuales siempre han servido con cuchara de palo y en el particular totumo.
Así que cuando llegue el fin de semana y no sepas a dónde en busca de exquisiteces barranquilleras, El Totumazo siempre será una gran opción.
