Por: María Arrautt, Cecilia Martínez, María Robles y Sofía León.
Esta es la historia sobre cómo funcionaba Merlim Network, un atractivo negocio que ofrecía a sus clientes grandes ganancias por solo jugar en internet. Los afectados en Barranquilla contaron cómo creyeron en lo que parecía una oportunidad muy rentable y que, repentinamente, desapareció como por arte de magia.
Es difícil de comprender cómo los barranquilleros caen en una pirámide financiera después de escándalos recientes como el de Global Brokers, una supuesta compra de bienes raíces en liquidación, y el famoso “lío de las libranzas”, créditos expedidos por cooperativas como Elite. Pero más difícil de entender es que los barranquilleros confíen en empresas con nombres como Merlim Network y Magitek Internacional SAS, ¿será que las personas detrás de la firma van a recurrir a los trucos de Merlín, uno de los magos más famosos de todos los tiempos, para poder devolverle a sus clientes todo el dinero que les deben?
Funcionamiento de Merlim Network
Merlim Network intentó parecer un negocio multinivel. Sin embargo, con el paso de los meses los afiliados o clientes empezaron a notar algunas actitudes de los líderes y características del negocio que apuntaban a que este podría ser juzgado como una gran estafa cocinada bajo el fuego de un esquema piramidal. El negocio vendía paquetes de publicidad: Premium, Gold y Platinum, y éstos se podían monetizar durante 180 días y necesitaban una inversión de $330, $530 y $930 dólares respectivamente. Los usuarios necesitaban descargar en sus teléfonos la aplicación del Back Office de Merlim Network y diferentes aplicaciones de juegos desarrollados por Magitek Internacional SAS. Estos juegos tenían banners de publicidad y al usarlos durante treinta minutos diarios, el usuario ganaba $4, $7 u $11 dólares, dependiendo del paquete.
Las pirámides financieras se caracterizan principalmente por ofrecer dinero al vincular nuevas personas al negocio. En el caso de Merlim Network se ponía como requisito referir los juegos a dos personas semanalmente para poder liberar el dinero monetizado. Según Moncaleano Cabarcas, abogado penalista, las pirámides también se caracterizan por tener planes de inversión con rentabilidades por periodos y un tiempo mínimo de permanencia. Abel Lara*, una de los afectados que ha dejado Merlim Network en la ciudad, explica que el tiempo mínimo de permanencia era de 6 meses y a los 3 meses ya era posible recuperar lo invertido. Por ejemplo, en el caso del paquete Premium, que costaba $930 dólares y producía $11 dólares diarios, el usuario a los tres meses recuperaba $924 dólares más una bonificación del 10% y cuando se acababa la vigencia de la cuenta ya había duplicado su inversión. Lara duró tres meses jugando y en teoría recuperó lo invertido, pero los pagos aparecen represados, por lo cual perdió $3 millones de pesos al cambio colombiano.
Juan Rodríguez*, otra víctima, estuvo investigando el negocio durante meses y no encontró nada negativo en este. A Rodríguez, como a muchas otras víctimas, no se le hizo sospechoso que la empresa prometiera grandes ganancias sin mayor esfuerzo, por ello ingresó a Merlim Network en mayo de este año. Entonces, la empresa ya tenía más de un año de funcionamiento y no fue hasta el 13 de julio pasado que la Superintendencia de Sociedades informó que Merlim Network no era una sociedad vigilada por esta entidad, es decir, no estaba autorizada para realizar ningún tipo de mercadeo multinivel o venta directa en el territorio nacional. “La Superintendencia se tardó en realizar la advertencia”, afirma Rodríguez, quien explica que confió en la legitimidad del negocio porque la empresa contaba con oficinas en la ciudad, tenía un esquema aparentemente sólido, realizaba magnos eventos para promoverse y además la publicidad de las aplicaciones daba seguridad pues la pirámide usó ilícitamente banners de empresas reconocidas a nivel nacional y también de entidades del Estado.
La comunidad empezó a dudar de la legalidad del negocio cuando en enero de 2017 Merlim Network realizó varios cambios en su funcionamiento, como descentralizarse de Colombia al vender Magitek Barranquilla a Magitek Ecuador, eliminar la tarjeta de crédito como método de pago y luego se eliminó cualquier transferencia directa con la empresa, pues solo era posible comprar cuentas o paquetes a través de otros miembros. Además, la firma no contaba por soporte de la Superintendencia, ellos mostraban un soporte de Magitek Internacional SAS, haciéndole creer a la comunidad que era la misma empresa. Al final las personas solo podían adherirse a la pirámide desde Ecuador y Panamá, así lo afirma Eduardo Perez*, ya que la empresa no contaba con sede en Colombia. Por esta razón es necesaria una cooperación internacional para poder sancionar a los creadores de esta pirámide.
Las denuncias
Juan Rodríguez* fue el primero en denunciar el 26 de agosto en la Sijín. Un grupo de personas exhortadas por él denunciaron, pero otras no lo hicieron porque algunos líderes empezaron a dar información acerca de un programa de reembolso. Hasta la fecha las autoridades han recibido más de 300 denuncias en contra de Merlim Network. Algunas víctimas, además de denunciar a Merlim Network ante la Fiscalía, han denunciado a los líderes, es decir, a las primeras personas que se vincularon a esta y que ganaron dinero a costa de quienes se inscribieron abajo de ellos. Varias víctimas han manifestado que una semana antes del “Día D” algunos líderes seguían dando incentivos a las personas para hipotecar viviendas o vender carros con el fin de que entregaran todo su capital a la firma. A Merlim Network lo vendían como el negocio del siglo, pero en realidad solo hizo ricas a unas cuantas personas, empobreciendo a muchas.
Posteriormente, el 28 de agosto a través de un comunicado en Twitter, Merlim Network intentó limpiar su imagen afirmando que la información presentada en los medios era falsa y que la raíz que corrompió a la red fueron las malas comunicaciones realizadas por líderes negativos que “a la hora de presentar el negocio lo hicieron vendiendo la idea de una plataforma de inversión ”. En este mismo comunicado informan sobre la creación de un programa de reembolso. Según Abel Lara*, la empresa pide unos requisitos para que solo los últimos que entraron en el negocio pueden acceder al mencionado reembolso. Casi dos meses después no se ha efectuado el supuesto programa.
¿Por qué seguimos cayendo?
El sistema financiero en Colombia no ofrece una rentabilidad que valga la pena. Por ello, mucha gente se desespera. Esta situación es aprovechada continuamente por personas que se ingenian nuevas formas de estafar a la comunidad. Según las estadísticas de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en lo que va del 2017 se han registrado 885 estafas, entre las que se encuentran 3 pirámides.
El economista Jairo Parada explica que en el país hay un sistema financiero donde las tasa de interés que se le pagan a los inversionistas son supremamente bajas, apenas de un 0.12% de la inflación. Además, el mercado de valores en el país es muy limitado y no se gana mucho invirtiendo en acciones. Esto produce que muchos barranquilleros no encuentran estímulos sólidos en el sector financiero para invertir en actividades legales o reguladas por la Superfinanciera, pero sí se sienten atraídos por negocios que les proporcionen una mayor rentabilidad sin tanto problema y en mucho menos tiempo, como las pirámides y los esquemas multinivel.
Es necesario tomar en cuenta que las estafas no solo empobrecen o afectan a un sector de la población barranquillera. Según Jean David Polo Vargas, doctor en Comportamiento Social y Organizacional, las personas que invierten en pirámides se encuentran en todos los estratos socioeconómicos y tienen distintos niveles de educación, ya que este tipo de estafas le apuntan a algo que todas las personas comparten: el deseo de tener altos dividendos. Incluso, las últimas estadísticas de la Policía Metropolitana de Barranquilla establecen que el Distrito Riomar, conformado por barrios de estratos altos, ha tenido el mayor número de estafas en los dos últimos años, llegando a 1090 en total. En cambio, en el Distrito Sur Oriente y el Distrito Metropolitana se encuentran los menores números, con 71 y 55 estafas respectivamente.
En Barranquilla las estafas son pan de cada día y no desaparecerán mientras las personas sigan cayendo en ellas. Tan solo cambiarán de estrategias para atraer a sus víctimas y poder robarles su dinero. Merlim Network utilizó la tecnología para deslumbrar a la comunidad barranquillera con una fachada de negocio rentable y a través de las redes sociales como WhatsApp logró atraer a personas que nunca habían caído en negocios piramidales.
La estrategia de Fredy Morelo y Deison Valencia, al parecer los líderes detrás de la empresa, resultó tan innovadora que resultó imperceptible para las autoridades. Esto, acompañado de los vacíos legales en la Constitución colombiana que posibilitaría que Morelo, Valencia y las demás personas detrás de estos negocios puedan salirse con la suya.
“No se deje engañar, de eso tan bueno no dan tanto”: así decía una campaña que lideró la Superfinanciera para que los colombianos no cayeran en estafas. Desconfiar de cualquier negocio que ofrezca desde una rentabilidad del 5% mensual es necesario, pues seguramente es una pirámide ya que, como en el eslogan, de eso no dan tanto en el mercado. Y, por último, si ya cayó en este tipo de negocios fraudulentos denuncia para que las autoridades puedan actuar.
*Nombres cambiados por petición de las fuentes.