Entre llantos y lamentos Barranquilla despide a Joselito Carnaval.
Por Martín Elias Pacheco | Fotos Andrés Villar
El día casi llegaba a su fin. Eran las tres de la tarde y el cielo azul de Curramba era testigo de los cientos de personas que se disponían a darle el último adiós a uno de los personajes más representativos de las carnestolendas, Joselito Carnaval.
Poco a poco iban llegando en manada las mujeres que reclamaban ser la esposa oficial del parrandero más grande del carnaval. Hombres con pelucas, gafas, vestidos de mujer y labios pintados también adornaban el lugar.
Michell es una de las tantas mujeres que lloran a Joselito. Tiene un vestido negro, el cual adorna con el velo que trae puesto en su cabeza. “Me hace falta su calor, no acepto que me deje”, expresa entre llantos.
Pero todo hace parte del show. Otras en cambio celebran su muerte porque estaban cansadas de su infidelidad.
Una hora después. A eso de las cuatro de la tarde, se da inició al entierro de Joselito, y lo que antes era un cielo de colores se volvió una nube gris que derramaba sin cesar lagrimas de dolor, porque como todos saben; Joselito solo vendrá dentro de 365 días y se llevó con él, el jolgorio y la sabrosura.