Tengo la certeza de que todos los barranquilleros sentimos que Puerto Colombia es también Barranquilla. A tan solo unos minutos de distancia, la amamos como si fuera parte de la ciudad.
Es causal de tristeza ver como un espacio, que durante décadas ha sido aprovechado por locales y turistas, se deteriora poco a poco sin que nadie haga algo al respecto. Su bella vista al mar, la brisa que hace su recorrido por el tajamar, y los famosos raspados que deleitan el paladar; se ven opacados por los problemas que rodean el tradicional malecón de Puerto Colombia.
El descuido de más de 50 bancas a lo largo del recorrido es solo una de las razones por las que este lugar está cada vez en condiciones más deplorables. Muchos habitantes comentan que estos asientos, no solo se ven desgastados por el paso del tiempo, sino por la falta de mantenimiento y por la ausencia de una cultura responsable por parte de los mismo habitantes porteños y turistas. Además de tener sus diseños decorativos rotos, muchas de las bancas están despegadas de la base, impidiendo que las personas hagan uso útil de estas. Por otra parte, la falta de limpieza y reducción de la maleza ha conllevado al mal aspecto del malecón. El hermoso paisaje que por muchos años decoró la escollera se ha convertido en una vista deprimente y poco visitada por individuos y familias.
Para quienes habitan y laboran en el malecón de Puerto Colombia, es una pesadilla el estado en el que se encuentra este espacio. Para los pequeños comerciantes y vendedores que habitan en el espigón , las ventas han disminuido en un gran porcentaje por la falta de barranquilleros y turistas que llegan al lugar. La mayoría de estos vendedores que concurren la zona trabajando comentan que esta destrucción que se vive es por la falta de la cultura ciudadana. A la par, informan que muchos de los barranquilleros llegan a este lugar y prefieren sentarse en sus propias sillas o simplemente adentro del carro para no perder la costumbre de ver el atardecer que presenta el malecón.
Este es una zona tan importante para Puerto Colombia como para Barranquilla. Por esta razón, se han empezado a desarrollar campañas para arreglar el malecón y devolverle el encanto natural que le pertenece. El objetivo final es que estén todas las bancas completas para que toda la comunidad siga llegando a disfrutar del atardecer y del mar, y así también los vendedores puedan seguir con su trabajo en nuestro tradicional malecón.
Imagen tomada de El Heraldo