Por: Delfina Chacón
En 1971, mientras cursaba el tercer semestre de Economía, Ahmed Aguirre vivió un momento coyuntural en su vida. En medio de huelgas y manifestaciones contra el gobierno, se generó la parálisis en el préstamo de servicios de las instituciones oficiales del país y posteriormente, su clausura, lo cual no le permitió continuar sus estudios.
Aguirre notó que en la Universidad Autónoma del Caribe habían abierto recientemente la facultad de Comunicación Social y Periodismo, y vio allí una oportunidad para aprovechar el tiempo mientras se regulaba la situación social que se estaba viviendo en torno a las universidades del Estado. Tanto fue el gusto por la carrera, que en 1976, la termina y decide dedicar su vida a dicha labor.
Cuando joven, le gustaba mucho la escritura, redactar e inventarse cuentos; pero fue gracias a una tía, que lo motivó a escoger la carrera durante la época de paros, que Ahmed entendió que a través de la Comunicación Social y el Periodismo, podía hacer lo que él más anhelaba: escribir.
Aguirre cuenta con más de 30 años de experiencia en el campo; ha publicado cuatro libros, de los cuales tres abarcan la temática del fútbol. Actualmente ejerce la labor de periodista en medios como Zona Cero, El Heraldo y la emisora ABC.
Su amor hacia el oficio y constante práctica, le han permitido ganarse la credibilidad del público que lo sigue y expresar en letras sus pasiones. Pero si bien ama el periodismo, Ahmed admite que los tiempos han cambiado y que dicho oficio no es el mismo que se ejercía años atrás.
– ¿Cuál ha sido el mayor obstáculo que se le presenta al periodista al momento de entrar al campo?
Yo creo que el mayor obstáculo que se le presenta al comunicador, al periodista, cuando entra al campo a desarrollar su actividad, tiene que ver con algunas normas e imposiciones del medio al cual se vincula, al cual presta su servicio. Creo que el mayor obstáculo que se le presenta a uno es darse cuenta de que no todo lo que uno quiere hacer se puede hacer, porque hay que regirse por unas normas, unas disposiciones, unas reglas internas de los medios de comunicación y que a veces le impiden al periodista presentar lo que quiere… Siempre se va a presentar un sesgo, un tipo de censura que le impide al periodista desarrollar su actividad tal cual como debe ser; pero uno debe mostrarse al público con toda la objetividad y sinceridad del caso. Por ejemplo, es difícil mostrar una noticia de carácter económico o político como realmente es, porque hay muchos intereses de promedio que a veces enmarcan o disfrazan un poco la realidad de la información.
– ¿Para usted, cuál es la labor de un comunicador social?
Si lo miramos desde el punto de la originalidad, de la lógica, se habla mucho de la labor de comunicar, pero más que comunicar yo diría que orientar, servir de vínculo o ser ese vehículo que pueda conectar la necesidad del público con la satisfacción que debe darle la contraparte.
– ¿Qué se necesita para ser un buen profesional en esta carrera?
Se necesitan muchas cosas. Primero que todo, ser honesto con uno mismo, de ahí parte todo, cuando uno es honesto puede irradiar honestidad hacia los demás. Cuando hablo de honestidad quiero decir ser un profesional a carta cabal, el comunicador debe ser honesto, responsable, objetivo, es decir, ser veraz; creo que estos son principios básicos de todo buen profesional en el campo de la comunicación. Siguiendo esto, uno entra al público de la mejor manera y sabe que así va a recibir su credibilidad. En el caso mío, yo tuve como ejemplo muchos veteranos en los medios radiales y escritos tales como Marcos Pérez, Chelo de Castro y muchos otros periodistas que me antecedieron y que nos han dejado ese legado, que no solo combina con el trabajo de entregar información, sino también el de ser responsable y honesto con uno mismo y con los demás.
– ¿Cuál cree que es el aporte de esta profesión al país?
En estos momentos que se habla de la globalización, de la interacción que existe en todos los órdenes y niveles, el rol del comunicador y periodista debe estar fundamentado en muchos aspectos. Además de ser comunicadores y orientadores, se debe ser una persona que pueda tener injerencia en decisiones que vayan en pro del desarrollo de una ciudad, de un país, de una región; porque todo esto está ligado a intereses que no sólo le corresponden a uno, sino a todas las partes. Por ejemplo, en el caso de Colombia y su consecución de la paz, no solo se ha conseguido llegar a un acuerdo de paz porque el gobierno y las fuerzas insurgentes hayan decidido entablar conversaciones, los medios de comunicación, el periodismo en sí ha tenido que ver muchísimo en estas decisiones, porque ya la información que el periodismo ha entregado al público ha servido para que el gobierno y la contraparte se den cuenta de que no están en manos de sus propios intereses, sino que también existe un público en general que debe ser tenido en cuenta.
– ¿Cómo considera el periodismo en Colombia en comparación al de otros países?
El periodismo colombiano si lo miramos desde un punto de vista técnico, es decir en cuanto a las herramientas que se utilizan y en cuanto a la capacidad del ser humano, es muy bueno. A nivel de Latinoamérica, es uno de los periodismos más aventajados que existen; es aguerrido, frentero, le gusta marcar pautas. Pero tiene un defecto que cobija el periodismo en muchas partes, especialmente en América Latina, y es que siempre está sometido a una censura, está sometido a una condición superior que es la que marca las grandes empresas de comunicaciones. Aquí las empresas grandes, sean privadas o públicas, de radio, televisión o prensa; están sometidas también a unas disposiciones y criterios de un orden superior.
– ¿Considera que la censura es el peor enemigo del periodismo en la actualidad?
Desde luego que sí, yo pienso que es el primer obstáculo, la primera gran barrera que encuentra el periodista en el desarrollo de su carrera, pero todo esto está dado por la condición misma de los medios de comunicación; debido a que estos pertenecen a las clases dominantes, siempre va a haber censura, siempre va a haber represión hacia algo que no convenga según los intereses del medio.
– ¿Cree usted que las redes sociales han mejorado o deteriorado el periodismo en la actualidad?
Creo que las redes sociales no han sido bien reglamentadas en nuestro país, y si bien es un punto de aporte, yo creo que es más el daño que están causando, porque están siendo utilizadas para crear conflictos, polémicas y controversias; en vez de generar un beneficio global. Preferimos ofender por medio de estas plataformas y degradar así a los mismos seres humanos.
– ¿Qué es lo más bonito que le ha dejado esta labor?
El vínculo y el círculo social en el que me he desarrollado, en el que se ha desarrollado mi actividad, la vida misma, la satisfacción y el orgullo de saber que cuento con el respaldo y credibilidad del público y de mis propios colegas de los distintos medios.
– ¿Qué papel cree usted que juega la juventud en el periodismo y en la comunicación en general en la actualidad?
En estos momentos la comunicación social se ha disparado tanto que se ha tomado como un medio de diversión en muchos casos, no en todos, pero sí en muchos. Creo que la juventud debería tener un poco más de conciencia; creo que las instituciones tienen la responsabilidad de inculcar a la juventud el recate de esos grandes valores que se han perdido. Hoy en dia la juventud prefiere dedicarse más a la parte folclórica, por decirlo de alguna manera, que a la parte que realmente interesan, aquellos temas que puedan dejar algún tipo de beneficio para la comunidad. Todo es relativo, pero pienso que la juventud debería tomar parte importante en ese sentido, profesionalizarse mucho más, como lo era antes el periodismo; antes el periodista y su labor eran muy respetados, pero ahora es mirado como algo de reojo.
– ¿Qué consejos le daría a los futuros profesionales de la comunicación, que apenas empiezan?
Primero, ahondar en el criterio de la honestidad y la responsabilidad, es importante tener eso claro para ejercer esta labor. Se dice que el periodismo es la profesión más noble que existe, pero esa nobleza va tomada de la mano de la honestidad; si usted es un periodista honesto objetivo y responsable, su capacidad le va a permitir entregar un buen contenido a su público y en ese orden de ideas, usted va a recibir una respuesta. Mi consejo es que adopten o rescaten esa cantidad de principios de la ética de la moral, para que puedan desarrollar realmente y con plena capacidad todo lo merece una gran audiencia.
