Por Douglas Beltrán
Faltando menos de dos meses para las elecciones, reafirmo mi posición sobre cómo se debe elegir un candidato, y es que más allá de conocer de manera clara todas sus propuestas, entender los círculos políticos en los que está inmiscuido, y su experiencia, es necesario aterrizar todo lo anterior a la realidad que vive nuestro país.
Hagamos memoria, o mejor dicho, revisemos los libros de historia: ¿cuándo no hemos estado en guerra? o ¿cuándo los colombianos han gozado de una Colombia completa, en total funcionamiento? No quiero discutir con ningún historiador, quiero darle la relevancia suficiente al momento histórico al cual nos enfrentamos. Hace poco desapareció la guerrilla más antigua del continente, dejando como un coletazo de huracán unas tales disidencias que no tienen ni a la mitad, el poder militar que se le conocía a todo el grupo guerrillero. Este suceso le dió un impulso de esperanza a nuestro país, al punto, que da la paz, se habla en todos lados. Es el momento preciso para alejarnos de los extremos, de la decisiones radicales, de las políticas excluyentes, mejor dicho, que se acabe el país del sagrado corazón de Jesús, que se acabe la desigualdad social, que se acabe tanta violencia y corrupción, por que si nos quedamos cinco décadas más en eso se nos pega al ADN.
Dicho todo lo anterior, Sergio Fajardo, en lo que a mi respecta, es el ciudadano indicado para comenzar este periodo de transición, y no un periodo que nos lleve a lo mismo que pasa en Colombia cuando se acaba una guerra; otra guerra. ¿Por qué Fajardo?
En primer lugar, su bandera es la educación. Incrementar cada año 10% del presupuesto para la educación es el primer paso para comenzar a darle orden a nuestro país, comenzar bien. Años atrás el protagonismo de los porcentajes se los llevaba la fuerza pública. Aspectos como la educación y la ciencia eran echados a un lado, era más importante estar vivo, que tener oportunidades educativas que impulsen una mejor calidad de vida. Ya que la guerra contra las Farc terminó, Colombia puede hacerle frente al crimen organizado con el ejército que debilitó a una guerrilla peligrosa. Desde el Plan Colombia, acuerdo entre Colombia y USA para mitigar el conflicto armado y el narcotráfico, nuestro ejército se convirtió en uno de los más poderosos de latinoamerica. Fajardo propone poner el ojo en un tema muy, sino es el más, importante para una sociedad; la educación.
Además, propone duplicar el número de niños que entran a jornada única, una iniciativa que permite una mejor escolarización para los niños de Colombia. El candidato antioqueño, como buen profesor, entendió que hay que cumplirle a los maestros de Colombia, no con beneficios exigidos a las malas por los sindicatos, sino con formación. Educar al que educa, una propuesta que busca ir más allá, aquí, Fajardo entendió que hay que abarcar todos los actores del sistema educativo para obtener resultados positivos en materia de educación.
Fajardo también propone vigilar cómo se dan todos estos procesos educativos, creando la superintendencia de educación, más que necesaria, el Ministerio de Educación se quedo corto vigilando la calidad de la educación. Porque no es solo tener muchos niños en jornada única, muchos colegios y muchos profesores, es también vigilar cómo se está dando la educación en Colombia.
Fajardo es un humanista, y coloca a las comunidades como protagonistas la hora de resolver sus problemáticas, ya que nadie conoce mejor los defectos de su casa, que el mismo dueño. Invita a crear una gestión a escala micro, que permita identificar las diferentes querellas de los colombianos, porque mientras algunos no tienen acueducto en el campo, otros necesitan un buen sistema de transporte integrado en la ciudad. Nuestras problemáticas no son lejanas entre sí, pero sí son diferentes en cada región. Propone prevenir que la delincuencia siga aumentando. De nada nos sirve meter a todo el mundo en la cárcel, que termina siendo la universidad del crimen. Nos sirve evitar que los jóvenes entren al mundo de la crimen, y eso se hace conociendo las problemáticas de las personas dentro de sus comunidades.
Otra de las razones, que no necesita demasiada explicación. Respetara el acuerdo de paz y buscará que se cumplan. Terminar de manera total con ese recuerdo grotesco de colombianos matándose entre sí. Fajardo es un tipo sencillo, que propone ajustar tuercas, botar las que no sirven e integrar a todo Colombia, una verdadera unidad nacional. Y eso es lo que necesitamos para salir del estado de barbarie, yo voto por la sensatez, por los proyecto viables, por las ideas no utópicas, pero convenientes. Yo voto por no volvernos locos en los próximos 4 años y comenzar, de una vez por todas, a dejar de ser tan violentos.
Foto: @sergio_fajardo
