Por: Isabella Grisales Criales
Para muchos vivir el día del niño es algo normal. Sin embargo, para los niños de la fundación Andrea y Vanessa es un privilegio, pues desafortunadamente muchos solo tienen la oportunidad de vivirlo desde el cielo.
La fundación Andrea y Vanessa es una institución sin ánimo de lucro que provee hospedaje, comida, y transporte a niños de escasos recursos de todas partes del país y a sus familias que han sido desprotegidas por el sistema de salud colombiano. Todos padecen enfermedades terminales y la fundación se esfuerza por lograr que lleven a cabo sus tratamientos. En medio de la dificultad y el desasosiego, la fundación llega a sus vidas a darles esperanza.
Es por esto que el pasado sábado 28 de abril se llevó a cabo la celebración del día del niño. Lo organizaron varios jóvenes en el parque El Golf, al norte de la ciudad de Barranquilla. Este grupo de jóvenes no hacen parte de una organización, son solidarios particulares. Simplemente quieren ayudar a esos pequeños a pasar un día agradable y a olvidarse así por un momento de las difíciles situaciones que sufren.
La celebración consistió en un picnic lleno de comida, bebidas, música, y animadores. Fue una mañana colmada de risas, baile y juegos, pero lo más importante fue la felicidad que salió de los pequeños. Y gran parte de esa felicidad se la debemos a la empresa Big Picnic Barranquilla (@bigpicnicbarranquilla en Instagram) por haber donado todo lo necesario para llevarlo a cabo. Primero tuvieron un compartir de comida y luego pusieron música y comenzaron a hacer una de las cosas que más disfrutan hacer los niños: bailar.
Y más felices no podían estar. “Fue increíblemente gratificante verlos. Todos tienen situaciones extremadamente críticas de salud y el hecho de haberles podido dar un día diferente y feliz, definitivamente no tiene precio”, mencionó María Paula Torres, anfitriona del evento.
Afortunadamente, la indiferencia no les ganó a estos jóvenes. Ellos decidieron despertar su lado humano y darles una mano amiga mediante un esfuerzo mínimo a estas personitas llenas de cariño. A veces las pequeñas cosas cambian radicalmente las vidas, pues, aunque para muchos esto no sea la gran cosa, para ellos fue todo.
