Por: Valesca Ricardo, Julissa Sánchez y Eduardo Montaño
Willinton Macías tiene su brazo izquierdo incompleto. No es de nacimiento, ni ha sufrido ninguna enfermedad. Se encuentra así desde aquel 17 de octubre de 2016, cuando por un accidente de tránsito perdió la mitad de su extremidad. Sentado en la sala de su casa recuerda esa fecha que ha marcado un antes y un después en su vida. Sus ojos aguados son señal de que una trágica historia en su memoria está a punto de rebobinarse.
Cinco años demoró para poder comprar su motocicleta, con la que esperaba librarse de la incomodidad del Sistema de Transporte de Barranquilla y, a su vez, tener un medio de transporte que le facilitara su labor como comerciante. Ese día salió en su “nave”, como llama a su moto, dispuesto a hacer su recorrido por los diferentes pueblos del Atlántico para vender mercancía, actividad que ha hecho por más de 20 años.
Willinton decidió empezar su ruta en el municipio de Juan Mina, para entregar un pedido que le había quedado pendiente el día anterior. Cuando iba a la altura de la avenida circunvalar un estrepitoso impacto frenó su recorrido. Lo último que recuerda es que iba aproximadamente a 100 Km/H, pues necesitaba llegar a su destino en el menor tiempo posible; pero el afán le hizo olvidar lo congestionada y peligrosa que es la vía. “Me volé el semáforo pensando que me daba tiempo pasar con luz amarilla. Pero lo que no sabía es que otra moto que venía en sentido contrario también había irrespetado el color del semáforo”, cuenta Willinton mientras se soba lo que hoy le queda como brazo.
“Iba por la Circunvalar con exceso de velocidad y el semáforo cambió… llegó otro muchacho y me tocó la peor parte”: Willinton Macías
En la ciudad de Barranquilla los accidentes en motocicletas parecen ser el pan de cada día. Historias como las de Willinton se repiten a diario, pero pocos pueden contarlas. Según Gary Gordillo, comandante de Tránsito Urbano de la ciudad de Barranquilla, el principal motivo de accidentalidad en motocicletas se debe a excesos de velocidad, seguido de la invasión de carriles, no mantener la distancia, giros indebidos, no respetar la señal de los semáforos y la imprudencia de algunos peatones. Son estas razones las que ubican a la capital del Atlántico entre las cinco ciudades con más accidente de motos; las otras son Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín.
El problema no es de poca monta. De acuerdo a un informe del Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), en el Atlántico durante el año 2017 se registraron 39.338 accidentes que involucraron una motocicleta. Así mismo, un informe de La Federación de Aseguradores Colombianos, Fasecolda, arrojó que el 87% de los accidentes en el país donde hubo herido estuvo involucrada al menos una moto.
ENTRE LAS LEYES Y LA IMPRUDENCIA
Cuando ocurre un accidente de tránsito lo primero que hacen las personas es llamar a las autoridades para encontrar un responsable. Sin embargo, la mayoría de los involucrados en estos accidentes desconocen las leyes que cobijan la responsabilidad de los conductores al momento de conducir una motocicleta.
En el departamento del Atlántico las normas y leyes establecidas para los motociclistas son muchas. Pero la puesta en marcha de estas se queda corta y se ha prestado para malos entendidos. En el municipio de Puerto Colombia, en marzo de 2018, los motociclistas realizaron manifestaciones por la supuesta violación de ley que ejerce la policía civil al poner retenes para verificar si cumplen con los papeles exigidos por el tránsito. Jaime Rodríguez cuenta que le quitaron su moto y luego pagó $40 mil de parqueadero adicional a la multa que tiene un precio de $450 mil. Por otro lado, José Luis Palomino, comandante de la policía de Puerto Colombia, señala que los retenes los hacen amparados por el decreto municipal 0128007 de 2015.
En los municipios del departamento se creó el decreto 000491 de 2017 que establece la implementación del pico y placa en las vías secundarias y terciarias del departamento los días 30 de cada mes.
La norma quedó de la siguiente manera:
Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes |
Placas terminadas en
1-2 |
Placas terminadas en 3-4 | Placas terminadas en 5-6 | Placas terminadas en 7-8 | Placas terminadas en 9-0 |
Infografía
Víctor Cantillo, experto en movilidad y Magíster en Ingeniería de Transporte y Tránsito de la Universidad del Norte, señala que una de las razones por las que los ciudadanos cometen infracciones de tránsito donde exponen su vida se debe a la falta de educación y poco conocimiento de las leyes viales.
Al parecer, fue esa falta de educación en cultura la que llevó a Willinton a cometer la imprudencia que hoy le ha quitado un pedazo de su vida. Y como él mismo dice, “quisiera devolver el tiempo, pero es imposible. Ahora solo me queda decirle a mis amigos que respeten las señales de tránsito”.
Willinton contó con suerte al tener sus papeles al día. No obstante, se ha vuelto rutinario encontrar cientos de motociclistas conducir en las calles de la ciudad y el departamento sin los papeles mínimos exigidos. Según cifras del RUNT, en Colombia hay 7´251.297 motos, que representan el 55,34 % del total de los automotores registrados en el país. De este número de vehículos solo 5´513.363 de sus propietarios cuentan con licencias vigentes.
Los municipios del Atlántico con mayor cantidad de motos matriculadas son: Sabanagrande con 87.245, Galapa con 37.654, Soledad con 36.276 y Barranquilla con 33.871 motocicletas.
Pero las licencias no son el único documento que deben portar los motociclistas. A este trámite se le suma el SOAT y la Tecnomecanica.
José David Herrera, director de operaciones del RUNT, señala que el Atlántico es uno de los departamento en el que más se evade el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT). “El 45% (199.610) de los automotores registrados en un organismo de tránsito en el Atlántico no tienen el SOAT vigente. Solo el 55% (239.144) de los vehículos tienen el seguro al día”, mencionó. Así mismo, en diálogos con el Canal RCN, Ricardo Gaviria, experto en SOAT, menciona que para este año este documento tuvo incremento resultado del aumento de los accidentes en motos.
INCREMENTO EN LA DEMANDA DE MOTOCICLETAS
El uso de motocicletas en el Atlántico se ha convertido en el común denominador para muchas familias, que no solo las usan como un medio de transporte familiar sino también para desarrollar actividades comerciales. Según un informe del RUNT en el 2017 las motocicletas conformaban el 47% de los vehículos que transitan en el departamento. Esta cifra significa que el 20% de los hogares atlanticenses tienen moto.
En Colombia seis de cada diez vehículos son motos. Pero el incremento desmedido de motocicletas ha traído consigo el aumento de los atracos mediante el uso de las mismas. En la ciudad de Bogotá 4 de cada 10 atracos se ejecutan en motos. Por su parte, en Barranquilla los atracos en motos son cada vez mayor. Para mitigar esta situación el alcalde Alex Char implementó en el año 2017 una ley que prohíbe la circulación de motocicletas con parrillero hombre en todo horario y todos los días de la semana en un cuadrante del norte de la ciudad. Esta ley ya ha sido establecida en ocho capitales, en especial de la costa Atlántica. Y varias administraciones que estaban escépticas a esa medida, por su impacto social, la ven cada vez más como una opción.
UN PROBLEMA CULTURAL
Las leyes están dadas, muchos saben qué deben y qué no deben hacer, pero se corchan al momento de poner en práctica las normas básicas de tránsito: usar casco, tener chaleco, cargar los papeles al día.
Para los expertos esta problemática se debe a la falta de cultura. “Me atrevería a decir que un conductor de moto en el departamento comete por lo menos 15 infracciones diarias, que van desde no tener la licencia de conducción, hasta montar tres, cuatro personas y conducir en contravía”, señala José David Herrera.
Es esta falta de respeto a las leyes de tránsito las que influyen en el aumento de accidentes en motocicletas. Un informe consolidado del Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONSV) registró que de las 7.158 muertes ocurridas en el 2016 por accidentes de tránsito, 3.759 (52 por ciento) fueron motociclistas: indica que cada día murieron 10 en promedio. Doblaron en número a los peatones, que ocupan el segundo lugar entre las víctimas fatales, con 1.858 muertos en el 2016.
El reto es mayúsculo. Lo que viene debe ser una tarea mancomunada entre los motociclistas y los entes encargados en hacer cumplir las leyes. Desde la Secretaria de Transito del Atlántico se viene adelantando una campaña denominada “Salvando ando”, esto con el fin de sensibilizar a los conductores en cuanto a las normas de tránsito y así reducir la accidentalidad en las vías. Esta campaña entró en vigencia el pasado mes de noviembre del 2017 y cuenta con el apoyo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el Ministerio de Transporte y la Superintendencia de Puertos.
La Ruta de la Seguridad Vial es otra campaña de Tránsito que apunta a brindarles a los usuarios y a los ciudadanos en general, todos los servicios del tránsito en sus municipios sin necesidad de moverse de él, logrando descuentos en multas, en licencias e incluso se asignan matrículas.
Mientras tanto las motos siguen aumentando, y a su ritmo la inseguridad y los accidentes viales. En este panorama lo único cierto es que a diario muchos no viven para contarlo y otros como Willinton, quedan marcados por un segundo de adrenalina.