Tres pilares que hacen parte de cualquier sociedad se tomaron la XX edición de Cátedra Europa, para evidenciar el papel decisivo que tienen en la sociedad y cómo impactan en su futuro.
Por: Maria Fernanda Navarro
La conferencia dictada por Pedro Wightman y José Fernando Murillo, tuvo como eje central de discusión la relación entre ciencia, tecnología y literatura. Desde una mirada más profunda en cuanto a la ciencia como fuente de inspiración de la ciencia ficción expresada en la literatura.
Pedro Wightman, director del Departamento de Ingeniería de Sistemas de Uninorte, explica que “la ciencia ficción resulta de mirar hacia el futuro, teniendo en cuenta, los desarrollos tecnológicos; cómo estos afectan a la sociedad y la lleva a cuestionarse sobre el mundo de posibilidades que estos les representan”.
En este sentido, continúa con un recorrido histórico. Primero definiendo ciencia como un concepto moderno propuesto por Francis Bancon, quien a través del método científico va dejando de lado la fe, el mito. También, va abriendo la posibilidad de cuestionar todo lo que se supone estaba establecido hasta el momento y así redefinir lo ya implantado, tratar de descubrir lo que en realidad eran las cosas.
Producto de lo anterior, Wightman prosigue analizando la primera obra que a su parecer desencadena la ciencia ficción. Así, aborda múltiples autores y sus obras, como por ejemplo Mary Shelley creadora de Frankenstein, quien en el siglo XIX e inspirada en múltiples descubrimientos científicos empieza a “darle vuelo” a su imaginación y crear personajes de esta categoría. De igual manera, sigue en los siglos siguientes mencionando a otros autores como Pasteur y Darwin. Para entender cómo el hombre evoluciona y cada nueva invención como la electricidad, la TV, la radio, configura el pensamiento del hombre avanzando paulatinamente.
Son muchos los autores que menciona Wightman, pero reconoce de manera general aquellos avances tecnológicos que han significado gracias a la ciencia, una revolución en el pensamiento del hombre, potenciando su imaginación y así ir más allá de lo que propone la ciencia, llevándolo a la ciencia ficción. Entre esos inventos destaca el transporte, que reduce el mundo, al facilitar la movilización; el telégrafo que agiliza la comunicación, la industrialización que ha llevado, por ejemplo, a la creación de máquinas que logran hacer más rápido la labor del hombre hasta llegar a reemplazarlo.
Wightman finaliza diciendo que lamentablemente en la historia de la humanidad también se desarrollaron guerras, y entre la transición de una a otra se logró evidenciar el avance en el armamento que utilizaban, aunque lamentablemente para él, dirigían estos avances a la destrucción del hombre, provocando una visión a futuro de una sociedad hipotética indeseable (distopias). Para el conferencista “cada avance en la ciencia significa una respuesta en la literatura” concluye.
Por otro lado, Juan Fernando Murillo, director de la Oficina de Admisiones y Registro Académico de la Universidad Pontificia Javeriana e ingeniero de sistemas, se enfoca en relacionar más la ciencia ficción con la tecnología. Para esto, se apoya en las ideas de Michio Kakú, y categoriza esta relación de tres maneras: lo que es cercanamente posible en relación con las leyes de la física establecidas, menos de 100 años; lo que es medianamente posible, entre 100 años; y lo que es lejanamente posible, mucho más de 100 años. Así, identifica para cada categoría como ejemplo respectivamente, la teletransportación -hoy posible en moléculas-, las máquinas de tiempo y la habilidad de predecir el futuro.
Finalmente, Murillo afirma que “la ciencia ficción a puesto a soñar a la humanidad y, a los científicos, a tratar de responder a esas posibilidades”. La ciencia ficción pone a la ciencia a reflexionar si se están quedando cortos con lo que proponen y de igual manera, asegura que la literatura tiene una ventaja y es que pude ser más libre, tiene mayor imaginación, puede ir más allá de lo que aparentemente dice la ciencia. Tanto Murillo como Wightman concuerdan en que ninguna literatura ha influenciado más a nuestra sociedad que la literatura de ciencia ficción.