Por: Mariana Camero, Laura Ballesteros, Laura Montiel y María José Pereira
La Red Pública Hospitalaria del Distrito de Barranquilla, que cuenta con 42 centros médicos, emplea un solo intérprete para atender a todos sus pacientes con discapacidad auditiva.
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A las 8:30 de la mañana llega Dina Gómez al hospital Camino de la Manga. Sentía un fuerte dolor en la parte baja de la espalda y necesitaba una cita médica con urgencia pero ese no era el mayor de sus problemas. Ella depende de la disponibilidad del único intérprete de señas que le ofrece Mi Red IPS, Jhon Álvarez, para poder pedir la cita y comunicarse con el doctor ya que Dina tiene discapacidad auditiva.
Ya en sala, Dina tuvo que esperar alrededor de una hora para que le aprobaran la cita mientras el intérprete estaba realizando lo necesario para que la atendieran. Durante la cita ella se comunico con la doctora a través de Jhon y a pesar de que el tema podría ser un poco incomodo ya Dina siente confianza con Jhon. Para muchas personas con discapacidad auditiva les resulta difícil manejar este tipo de temas con un interprete presente puesto que es una persona, diferente a su doctor, que no conocen y con el que no sienten confianza.
Merezco respeto
Ariel Mantilla es un hombre de familia y trabajador, como cualquier colombiano, además de ser el presidente de la Asociación de Sordos de Barranquilla. Pero a la hora de necesitar atención medica se topa con muchos obstáculos que atentan contra el derecho de todo colombiano a la salud.
Las personas con discapacidad auditiva en muchos casos necesitan la ayuda de otros para acceder a los servicios de salud. Esta ayuda se necesita desde que el paciente solicita una cita médica, puesto que pedirlas por teléfono es una tarea difícil. Ariel cuenta que su hijo siempre le hace el favor de organizar sus citas médicas.
En muchos casos las salas de espera no cuentan con un sistema de turnos visual, sino que las secretarías llaman el nombre de la persona. Es por esto que Ariel siempre se cerciora de informar que él es sordo, puesto que más de una vez ha perdido su turno estando sentado a meros metros del consultorio.
La comunicación entre doctor y paciente es uno de los mayores desafíos en esta comunidad pero para Ariel esta fluye con relativa facilidad puesto que lleva años comunicándose por medio de mímicas y texto con el mismo doctor. Idealmente, llevaría un intérprete para la cita pero en su defecto él se las arregla para comunicarse.
Otra de las razones por las que siempre solicita sus citas médicas con el mismo doctor es que no todos los médicos se comportan de manera adecuada al momento de atenderlo. Recuerda una discusión que tuvo, hace algunos años, con un doctor que se rehusaba a tratar pacientes sordos, “le exigí respeto puesto que también soy una persona y tengo derechos”.
Obstáculos en la comunicación
Las personas con discapacidad auditiva tienen su propio sistema de comunicación, conocido como el lenguaje de señas, el cual varía por país y no cuenta con una escritura propia. A veces esta es la lengua materna de las personas sordas por encima de la lengua que se habla en su país de nacimiento. Por otro lado, hay individuos sordos que nunca aprenden este lenguaje debido a que se operaron para recuperar la pérdida de audición o utilizan algún tipo de implante. Cabe aclarar, que hay distintos tipos de pérdida de audición y diferentes grados de intensidad, a esto se le llama hipoacusia, por lo que no todas las personas con discapacidad auditiva tienen la opción de operarse o de usar implantes.
Yiseth Coronado, estudiante de la Universidad de la Costa (CUC), tiene un hermano sordo y lo ha acompañado varias veces al hospital. Pero incluso con un familiar presente que haga de intérprete las citas médicas no siempre son fáciles. Yiseth cuenta que “existen muy pocas palabras para poder describir un dolor, para poder explicar o decir dónde, que duele, que sienten. En el caso de mi hermano decirle explícitamente lo que dice la doctora es casi imposible, nunca puedo explicarlo a la perfección”. Su familia no cuenta con los medios económicos para pagar un intérprete profesional, el cual conocería el vocabulario necesario para comunicarse con un doctor.
El día anterior de la visita al hospital Dina se comunicó por texto con el intérprete de Mi Red para que la acompañara al hospital, y la conversación que tuvieron fue bastante básica puesto que en el lenguaje de señas no se utilizan conectores y los verbos no se conjugan. Jhon como intérprete ya está acostumbrado a esta forma de comunicación e intenta responder acorde para que Dina entienda.
Acceso a los intérpretes
En el distrito en el año 2013 se creó el programa con el cual se buscaba facilitar el acceso de las personas con discapacidad auditiva al servicio de salud pública por medio de un intérprete que asistiera durante los procesos de la atención a los pacientes. Según Jhon Álvarez, que ha sido el intérprete de la red desde que inició el programa, a partir de ese año los gerentes que han quedado a cargo han decidido continuar con el programa debido a que es una prioridad la atención de pacientes no solo sordos sino con cualquier tipo de discapacidad.
Este servicio no tiene ningún costo porque la red pública contrata al intérprete en lugar de ser el paciente el que deba contactar a un intérprete independiente para que los acompañe en las citas y procedimientos, como sería el caso si son atendidos en hospitales o clínicas privadas. Sin embargo, el proceso de apoyo a todos los pacientes con discapacidad auditiva cada vez que lo necesiten resulta difícil para una sola persona que los acompañe. En Barranquilla, la IPS de la red de salud pública MiRed IPS, cuenta con 42 hospitales denominados C.A.M.I.N.O.S (Centros de Atención Médico-Integral oportuna) y P.A.S.O.S (Puntos de Atención en Salud oportuna) y cuentan solo con un intérprete para estar allí a disposición todos los pacientes cada vez que necesiten del servicio. Jhon explica que “se me han cruzado las citas porque no todas son citas agendadas por consulta externa, siempre existen casos de urgencias, por ejemplo, en un caso estaba en Simón Bolívar y se presentó una urgencia acá en La Manga entonces yo tuve que ir enseguida y agarrar un transporte para poder llegar”.
Otro aspecto de este servicio que hasta ahora ha atendido a 510 pacientes, muchos de ellos regulares, es que facilita la comunicación con los médicos porque se trata de un intérprete que está especializado en esta terminología médica y es el encargado de contextualizar al paciente y a su familia, siendo un puente de comunicación mucho más efectivo para las personas sordas.
“Barranquilla es la primera que tiene este modelo, para que las personas con discapacidad auditiva tuvieran acceso [a un intérprete] desde el momento que llegan al hospital hasta que termina la consulta.”: Jhon Álvarez, intérprete de MiRed IPS.
Secretaria de Salud
Según datos de la Oficina de Promoción Social de la Secretaría de Salud del Distrito en Barranquilla, encargada de la población vulnerable, con discapacidad y víctimas del conflicto armado, de las 21.889 personas con discapacidad existe una población de 1.373 personas con discapacidad auditiva, entre personas sordas y las que tienen hipoacusia. También estiman que, basados en la proyección del censo del Dane de 2005, la población de discapacitados en Barranquilla sería de 65.000 personas, si se sigue con esta proyección el número de personas con discapacidad auditiva es de aproximadamente 4.000 o 5.000, lo cual significa que todavía hace falta un mayor esfuerzo para caracterizar a toda esta población que se encuentra por fuera del registro de localización y caracterización.
Desde el Ministerio de las TIC, en conjunto con la Alcaldía Distrital y Fenascol, se realizan medidas de inclusión y medidas para facilitar la comunicación con estos pacientes. Por ejemplo, un centro de relevo en donde desde las entidades públicas y privadas los pacientes pueden acceder a un sitio web para solicitar un intérprete para que los apoye cuando deban ser atendidos en cualquier entidad del país, no solo en centros de salud, sino por medio de videollamada, cuentan con el servicio de intérprete virtual. Existen algunos factores que no permiten que estos servicios no lleguen a las personas con discapacidad de la manera que se esperaría y por la que se realizan esfuerzos, pues no todas las personas tienen acceso a internet y, aún si lo tienen, no se hace mucho por divulgar la existencia de los servicios y la falta de conocimiento dificulta el acceso.
Así, uno de lo mayores retos que afrontan los pacientes con discapacidad auditiva es la falta de una comunicación efectiva que permita que se conozcan y tengan acceso a los esfuerzos que ha realizado el Distrito para mejorar la atención de estos pacientes.