Por: Daniela Pinto Molinares
El periodista y escritor colombiano Alberto Salcedo asegura que la crónica urbana en la actualidad debe mostrar la condición humana, ir más allá de lo evidente.
En el marco del Encuentro de Periodismo “Historias de ciudad, crónicas de Barranquilla”, Salcedo Ramos realizó la conferencia Crónica Urbana en la actualidad, donde explicó las características narrativas y los recursos utilizados para contar historias a los asistentes, que variaban desde público general hasta periodistas y estudiantes de diferentes facultades de Comunicación Social y Periodismo en la ciudad.
En Colombia, las ciudades se cuentan generalmente dependiendo a la región que pertenezca el redactor. De esta forma, según Salcedo, al leer un periódico del Caribe, se puede encontrar una buena historia sin que contenga un fallecimiento. Los domingos aparecen crónicas que festejan la vida, regodeándose en la cultura popular como grupos musicales o el cuentero del pueblo.
“Realizar crónica de ciudad consiste en permitirse la oportunidad de conocer qué es lo que hay allí y cómo es eso” manifiesta. Para Salcedo, solo se puede conocer “si se tiene una convivencia confiable, sostenida, con lo que encuentra”. Es decir, al interactuar con las personas y el entorno el tiempo que sea necesario.
“La primera obligación del periodista es entender” que está pasando para poder transmitirlo, y si corresponde, interpretarlo con el mayor dominio posible. El periodista al escribir una crónica o reportaje es intermediario entre dos realidades, que pueden afectarse entre sí pero que por sí mismas lo desconocerían.
El periodista de diversos medios nacionales como la revista Semana, confiesa que le encantan las crónicas de ciudad. Sostiene que estas se cuentan desde la verdad de quién escribe y no lo eleva a la verdad absoluta. Asegura que, al leerlas siente que “el periodista llegó extraviado a descubrir algo y no a encontrar el lugar que el prejuicio le había señalado de antemano”.
“En el Caribe, el desarrollo de la creatividad, es directamente proporcional al atraso que hemos tenido históricamente”, pues al ser una zona rezagada, se ha puesto a prueba “nuestra posibilidad de contar, de cantar, de comunicarnos entre nosotros” finalizó.