Desde el pasado viernes 4 de noviembre y hasta el sábado 5 se vivió, en el Museo Bolivariano, el encuentro “Historias de ciudad, crónicas de Barranquilla”. Evento organizado por la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Simón Bolívar.
El evento buscó acercar el concepto de crónica a sus orígenes en el oficio del cronista, como “contador” de lo que acontece en el mundo. Fue el profesor Jorge Villalón Donoso el encargado, en un primer momento, de ubicar al oficio y sus gajes dentro del rubro de su experticia: la historia.
Fue Luego el turno de Adlai Stevenson, quien comparó, en activa conversación con Villalón, la Barranquilla de antes con la de ahora, primero en el conversatorio “¿Cómo era antes la óptica de Barranquilla a través de la crónica?”, seguido de un espacio conjunto con el decano de la Facultad de ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Autónoma del Caribe, Carlos Ramos.
Al panel de experimentados conversadores se sumó el director del diario local El Heraldo, Marco Schwartz, quien respondió inquietudes en torno al papel que juegan los medios en la crónica actual sobre la ciudad.
El evento contó también con la presencia del periodista Alberto Salcedo Ramos, autor del exitoso libro de crónicas sobre el fallecido cantante vallenato Diomedes Díaz, “La eterna parranda”. Ramos compartió con los presentes y se dedicó a responder inquietudes de corte periodístico de los asistentes, quienes fueron, en su mayoría, estudiantes de Comunicación Social.
Para la segunda jornada del evento, personajes como Walter Hernández, miembro activo del grupo Systema Solar y director de Vokaribe Radio, lograron establecer un diálogo sobre el futuro de la crónica en la arenosa.
Seguidamente, Cristian Alarcón, periodista argentino, dedico un espacio para hablar sobre algunas otras formas de hacer crónica en escenarios urbanos, para luego compartir con Hernández y con Jaime Abello, Director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, el panel “Miradas de ciudad”.
El evento culminó con un concierto de jazz protagonizado por Bituin, una banda bogotana de ritmos latinoamericanos que llenó de música los espacios del Museo Bolivariano.