Por Juan Roa De Ávila
El periodista español Miguel Angel Bastenier murió este viernes a la edad de 76 años a causa de un cáncer de riñón, según confirmaron a Efe fuentes cercanas al comunicador.
Quien fuera considerado como el maestro de toda una gran generación de periodistas y un referente en política internacional, se desempeñó hasta sus últimos días como columnista del diario El País de España.
A lo largo de su carrera periodística construyó un prontuario de reconocimientos por los principales medios del mundo, pasando por el Diario de Barcelona y posteriormente a El País, en 1982, donde finalmente se jubiló en 2006 tras dedicar gran parte de sus últimos años a la enseñanza del periodismo.
Bastenier nació en Barcelona y luego de graduarse como periodista por la Escuela Oficial de Madrid se hizo licenciado en Derecho e Historia por la universidad de su ciudad natal.
En los mejores años de su carrera se desempeñó como director del desaparecido diario Tele Exprés (1977-1979) y fue subdirector de El Periódico de Catalunya (1979-1982).
Su última columna alcanzó a ser publicada el pasado martes en el diario El País y se tituló Un Brexit y medio. En ella, el aclamado periodista plateaba un debate sobre la situación en Europa y las posibles tensiones que podrían generarse tras conocerse la victoria de Emmanuel Macron en la primera vuelta presidencial.
Siempre fue confeso admirador de nuestro país, y en el año 2002 recibió la nacionalidad colombiana por parte del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.
Entre su legado deja obras como Palestina, el conflicto (1991), Israel-Palestina (2002) y Cómo se escribe un periódico (2009).
En su cuenta de Twitter @MABastenier acostumbraba a publicar mensajes alusivos a la ética periodística y la actualidad latinoamericana.
La juventud ya no lee periódicos pero ¿para qué se matriculan en periodismo?
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 24 de abril de 2017
Prefiero pocos convencidos de que quieren ser periodistas a muchos de rebote.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 24 de abril de 2017
Fotografía de portada: tomada de El Telégrafo.