Por: Roshell Schmulson @rschmulsonc
Barranquillero, apasionado, disciplinado, amante de los negocios y, ante todo, soñador: cualidad que le ha permitido convertirse en el reconocido emprendedor que es. Un bacán, como sus amigos y más cercanos lo describen, y, en especial, un hombre de corazón gigante que sueña con ayudar a la mayor cantidad de personas necesitadas.
Actualmente Sammy, cómo le gusta que lo llamen, vive en Miami, donde cada día se levanta con miles de nuevas ideas por cumplir para dar lo mejor de sí a su gran sueño realizado: Fútbol con Corazón.
Todo inicia cuando Azout llega a la escuela de gobierno del Colegio Kennedy, para realizar su maestría en Administración Pública con énfasis en desarrollo. Ahí conoce a su hoy amigo Guillermo Rolando, quien expuso en medio de una clase su proyecto de Fútbol Más, desarrollado en Chile, con el objetivo de favorecer a niños y niñas que viven en contextos de vulnerabilidad social. La historia de su amigo fue justamente el “impulso que le hacía falta” a Samuel.
“El obstáculo de lo que queremos lograr somos nosotros mismos”: Azout.
Inspirado por su amigo, regresó a su adorada Barranquilla e inició en el barrio La Paz de su ciudad el gran proyecto de emprendimiento social por el cual se le reconoce. La llegada fue de manera tradicional y con proyectos de empoderamiento comunitarios a escuelas para ayudar a los niños e incluso a los padres.
Azout afirma, con seguridad, que Fútbol con Corazón (FCC) no es una fundación tradicional de caridad ni empresarial, sino una organización civil en donde se implementan fundamentos básicos del emprendimiento social. Su principal objetivo es fomentar que los niños desarrollen habilidades emocionales, para ayudar a alejarlos de los fenómenos típicamente encontrados en sus barrios: pandillas, casos de abuso sexual, embarazos a temprana edad, entre otros.
No obstante, escoge el fútbol como eje central de su organización, por dos razones. Primero, es un deporte muy popular en nuestro país y cultura que convoca gente en cantidad, incluyendo niños y jóvenes. Segundo, por la sobresaliente capacidad pedagógica de este deporte, como el enseñar a caer y levantarse, a compartir y a aprender lo que es el compañerismo y las emociones que una persona puede liberar. Es ese el grupo de emociones que Samuel desea que los niños aprendan por medio del fútbol para que lo apliquen en sus vidas. La metodología pedagógica que se utiliza en la organización es estructurada rigurosamente y aplicada con técnica, para poder llegar a ser una excelente herramienta con la capacidad de hacer convocatorias educativas.
Samuel Azout realizando su recorrido por las comunidades, el pasado mes de mayo, en Medellín. Cortesía de Fútbol con Corazón.
Esta organización llega a las diferentes comunidades de dos maneras: la primera es por medio de los inversionistas aliados de la organización que quieran involucrar a FCC a una comunidad. La segunda manera es a través de las consultorías que brindan como servicio a cualquier empresa, organización, persona en particular, entre otras, brindándoles una capacitación y entrenamientos con base en la metodología pedagógica que utilizan internamente como organización. Este es un proceso un poco más largo y en donde la comunidad es elegida por un tercero.
La fundación tiene sus puertas abiertas para cualquier persona que desee realizar un aporte. Tienen diferentes formas de hacerlo, una de ellas es la manera clásica, es decir, por la página web. Otra son los voluntariados pedagógicos corporativos de empresas u organizaciones. Además, cuentan con una red de amigos, en donde allí involucran las redes sociales. Es una red que cada vez crece más y va aumentando gracias a los diferentes programas en los que son invitados.
Fútbol con Corazón ya es una organización internacional. Se encuentra en cuatro países y quiere seguir llegando a otros, tales como Guatemala y México. Actualmente, se encuentra en Panamá donde tiene tres puestos en los barrios de Casco Antiguo, San Felipe, Santa Ana y La Chorrera. FCC llega a este país por una invitación por parte de unos inversionistas panameños quienes querían inculcar el modelo de esta organización en su país. Panamá luego de su participación en el mundial, se está dejando de contagiar de la verdadera pasión del fútbol. Por otro lado, FCC se encuentra en Argentina, prestando el servicio de consultorías con los Estudiantes de la Plata y de igual forma en Ecuador en la Universidad de Quito. La meta al momento de internacionalizarse es llegar hacer una organización social internacional multilatina.
Para ‘Sammy’ es importante saber sobre lo que pasa internacionalmente, pero asegura que no podemos descuidar a nuestro país y menos a nuestra Barranquilla, donde FCC tiene presencia en Galapa, Puerto Colombia, Soledad, Malambo entre otros. A nivel nacional está en nueve departamentos tales como Atlántico, Antioquia, Cundinamarca, Magdalena, Bolívar, Chocó, Sucre, Córdoba y Norte de Santander.
Samuel Azout en las actividades realizadas en el Foro Fútbol e Innovación Social. Cortesía de Fútbol con Corazón.
Antes de despedirse de nuestra llamada vía Skype, Samuel finalizó con un par de aclaraciones. Muy sonriente comentó que “en el 2030 me encantaría tener un millón de niños y jóvenes”. Actualmente cuenta con 9.541 niños, 136 jóvenes líderes, más de 40 comunidades y está en 4 países distintos. Pero para Samuel nada es imposible. Sabe que “es un gran número, pero lo quiero alcanzar, ese es mi número, lo quiero lograr para que estos niños cambien sus vidas tanto en Colombia como en América Latina”.
Por otro lado, tocándose un poco el corazón compartió cómo son sus visitas a los barrios. Tranquilamente dijo sentir, “principalmente, mucha responsabilidad porque siempre debo tener un producto de alta calidad y brindarles lo mejor a todos los niños, jóvenes y padres que confían en mí y en el equipo”. Además, comentó que lo reciben con mucho cariño y alegría porque la fundación se construyó con esa alegría barranquillera que él lleva por dentro. No niega que de cada visita salen retos nuevos en todas las áreas, pero principalmente en el área de finanzas y operativos, así que no es un tema que lo bloquee, sino que lo impulsa para salir adelante y trabajar más duro por la fundación. Al final, resumió sus visitas con estas palabras; “cada vez que viajo a compartir con las comunidades, salgo con una mezcla positiva de miles de sensaciones”
