Hayao Miyasaki es un director de cine de animación, productor, animador, ilustrador, dibujante de mangas y productor de anime japonés, que, junto con Isao Takahata, creó el Estudio Ghibli. Una empresa dedicada a la producción y animación de películas japonesas considerada una de las más conocidas del mundo.
Entre sus obras más populares se encuentran el Viaje de Chihiro, única película de animación japonesa ganadora de un Óscar, La princesa Mononoke, El castillo ambulante, Ponyo en el acantilado y Mi vecino Totoro. El personaje principal de este último film es el ícono más importante del estudio ya que hace parte del logo y es una de las caras más conocidas en Japón y en el resto del mundo. Muchas veces se ha comparado al Estudio Ghibli con la empresa de animación Disney debido a su tipo de películas para todo público y a sus temáticas de fantasía.
Todas sus películas se caracterizan por la utilización de muchos colores y grandes escenarios en donde se desborda la fantasía, en el que las diferentes tonalidades se mezclan para crear ciertos ambientes que se combinan con la historia y que fascinan a la vista. Tal es el caso de películas como Ponyo en el acantilado, en donde las gamas de colores se utilizan para crear secuencias de planos increíbles en términos de psicología del color y animación.
Este director utiliza la magia para crear espectáculos visuales que integran al espectador a la historia que se está contando. Muchas veces el propio color puede ser el reflejo de un estado de ánimo, de la personalidad del personaje o de una situación específica; tal es el caso de Kiki, la aprendiz de bruja, en donde el color de su vestido, siempre negro, tiene una referencia en la esencia del propio protagonista.
Los personajes principales de este director, casi siempre son mujeres independientes, valientes y decididas. Estos personajes se caracterizan por ser graciosos, perseverantes y un poco torpes. Esto último los involucra en muchas situaciones divertidas que ayudan a mejorar la personalidad de este y que lo instruyen para superar, de una mejor manera, los problemas que se puedan presentar en un futuro próximo.
Sus protagonistas casi siempre son entes exteriores o, por alguna razón, se separan de su lugar de origen y les toca empezar de cero en una nueva sociedad. En todas sus películas se enseña el valor del trabajo, la importancia de ser honesto y de tratar de ver el lado positivo y divertido a los problemas. De igual modo, se presentan el respeto a los mayores, al cuidado y la preocupación por sí mismo y la relación con el ambiente. Muchos de los personajes principales están en la búsqueda de hallarse, de encontrar la razón de su existencia. Algunos de los mayores obstáculos que se le presentan a estos es por la confusión sobre quienes son o sobre cuál es su razón para vivir y para eso se construyen los personajes secundarios que ayudan al protagonista para que pueda resolver sus confusiones y puedan superar sus crisis.
Un dato curioso en los proyectos filmográficos de este director es que todos sus personajes demuestran valores. Muestra un mundo donde las personas, en su mayoría, son honestas y que viven sin inmiscuirse en los problemas de los demás. Muchas veces hasta los propios protagonistas, que llegan las nuevas ciudades o ambientes, confían ciegamente en cualquier mano ayuda que se les brinda y esta casi siempre es honesta y con buenas intenciones. Los personajes secundarios, los protagonistas y hasta algunos antagonistas muestran el respeto por el otro y, a pesar de ejercer el papel de villano, no siempre se le toma como tal.
Sus películas giran sobre varios ejes temáticos que les dan estructura y comparación a varios de los proyectos audiovisuales de Miyasaki. Se puede evidenciar que siempre utiliza al humano como eje central y de ahí se derivan los demás que se subdividen mostrando una red de relaciones de este con los diferentes entes de su entorno. Tiene un enfoque muy social ya que el hombre siempre es el que juega un papel importante para el cambio de la sociedad en la que vive. Un ejemplo de esto se encuentra en Sophie, protagonista del Castillo ambulante, en el que ella, una simple humana, con su fuerza y con su personalidad puede acabar con una guerra que se estaba devorando todo el tejido social del país en el que vivía.
La relación con la naturaleza es otro de los sub-ejes sociales por el que se enfoca. Muchas de sus películas son ambientadas en bosques, como mi vecino Totoro o El gatobus, o tratan de mostrar a un hombre que destruye a su propio planeta. Tal es el caso de la Princesa Mononoke, un film dedicado a exponer la problemática de la contaminación del ser humano hacia la naturaleza.
Otro de sus ejes temáticos más repetitivos es el respeto por la religión. Los espíritus, los muertos y dioses son formas que utiliza este director para mostrar cómo la cultura japonesa le rinde respeto a la espiritualidad. El culto, que se presentan en sus films, se pueden evidenciar en películas como El viaje de Chihiro donde se arraiga su posición de respeto siempre por los dioses y los seres de otros mundos que mantienen el equilibrio del universo.
Todas las películas de Miyasaki se presentan en una realidad postmoderna u antigua. Este director se enfoca en un universo alternativo en donde la magia y la tecnología se juntan para crear una sociedad. Siempre sus ambientes son idealizados a un mundo donde los avances tecnológicos se mezclan con la fantasía del entorno para crear nuevos mecanismos innovadores que tengan cierto parecido a la realidad actual, pero sin llegar a tocar elementos contemporáneos.
El mundo que creó Miyazaki siempre trata de que el hombre, nacido como ser social, pueda poner en práctica el respeto con el otro en las diferentes esferas, tanto públicas como privadas. Puede que su labor o su compromiso en sus films es tratar de mostrar las posibilidades de una sociedad, en principio utópica, que pueden ser funcionales, en donde hasta tus propios enemigos pueden ayudar y, más adelante, puedan convertirse en compañeros de aventuras, de experiencias o hasta de enseñanzas.
Esta es realidad invisible que plantea este gran director en sus películas “para todo público”. La era contemporánea debería idealizarse como un universo lleno de opciones en la que la meta principal sería tener una relación más efectiva con el otro y uno mismo. El viaje por estos films apenas comienza y ahora podremos verlos con una mirada más crítica, más profunda y más consiente para dejarnos llevar por la fantasía y los colores mientras construimos nuevas estructuras sociales en la contemporaneidad.