Si se habla acerca de un mundo distópico, donde la sociedad se divide por sectores y cada cierto periodo de tiempo se celebra un espectáculo sangriento donde 12 personas pelean entre sí por sobrevivir, mientras el resto de la sociedad especta, ¿qué se puede imaginar?
Ahora si la historia cambia y es una futurista, donde los robots son comunes al igual que los androides y estos a su vez conviven con los humanos y, en dicha sociedad, se presenta una trama donde dichos robots y androides buscan el porqué de su creación, ¿Es posible imaginar lo mismo del mundo distópico?,
Existe, por ejemplo, un mundo steampunk en la época victoriana donde se utiliza una ciencia que es considerada mítica o imposible, en la cual los seres humanos pueden crear criaturas mitológicas como la Quimera, ¿A uno se le viene a la mente el mismo imaginario?, ¿Uno piensa en ciencia ficción o en fantasía?
Los Juegos del Hambre, Ghost in the Shell y Fullmetal Alchemist son las obras ejemplificadas, siendo las dos primeras ciencia ficción y la última fantasía, pero ¿cómo conocer la diferencia?, la respuesta puede llegar a ser sencilla, la fantasía se distingue de la ciencia ficción por la manera en cómo se narra y los elementos que posee, así mismo ciencia ficción no solamente es tecnología y mundos futuristas, es un género para estudiar al ser humano.
En un conversatorio de Fernando Moreo, un experto en ciencia ficción de la ciudad de Madrid, cabe entender que toda la magia encontrada en la fantasía es vista como algo posible en la ciencia ficción. El anillo místico de Lord of the Rings, en ciencia ficción, fácilmente puede contener una serie de circuitos y microprogramas que transforman la materia de quien lo porta en el color del entorno donde se encuentre, en el caso de las varitas mágicas de Harry Potter pueden ser artilugios creados en un laboratorio, capaces de trasformar y reconstruir la materia mediante comandos de voz y movimiento. Aquí en este género nada tiene que ser porque sí, todo debe ser explicado de forma lógica y científica.
Según Moreo, la ciencia ficción es considerada el género ateo por excelencia. Aquí el ser humano puede tanto ser, como volverse e, inclusive, devorar a Dios y se caracteriza por cuestionar la existencia de todo.
Un ejemplo de esto puede ser Neon Génesis Evangelion o Fullmetal Alchemist, en donde en la primera la creencia de un “Dios” no existe y la vida en la tierra se supone que surgió por unas lunas creadas por entes galácticos milenarios, donde los ángeles no son más que tontos con poder y los humanos genios sin poder, donde un clon de una chica que posee un alma divina absorbe la energía vital de la tierra para volverse un ente más allá de lo divino y lo metafísico, librando a los seres humanos de sus “Field Shield”, el nombre que se le da a nuestro cuerpo físico, para así todos ser uno solo y no sentir ninguna tristeza, miedo o resentimiento.
Luego de discutir sobre los cuestionamientos que presentan Evangelion y Fullmetal Alchemist acerca del origen de la humanidad, Fernando recomendó varias obras para entender mejor cómo funciona la ciencia ficción.
Entre ellas se encontraba Watchmen, tanto la novela gráfica como la película que cuestionaba, de igual manera, la existencia de un Dios y valoraba el papel de los humanos tratando de sobrevivir en relación con otros entes que poseían poderes.
En la obra que mencionaba Moreo la ciencia, los cuestionamientos, tanto humanistas como teológicos, tienen una explicación coherente en cada uno de los momentos del cómic. Se crea un universo distopico, muy parecido al nuestro, pero con ligeros avances científicos, donde existen meta-humanos o superhéroes en donde el creador intenta dar una explicación razonable a cada uno de los personajes, haciendo que la historia de un protagonista con características y un poder casi “divino” tenga unas bases científicas que puedan ser vistas desde la lógica para que los consumidores del mismo puedan pensar en una posibilidad de materializar esta clase de cosas en la realidad.
Antes de que el conversatorio acabara, Moreo afirmo que la animación oriental es la cúspide de la ciencia ficción, debido a que logra utilizar elementos fantásticos y darles una explicación científica. Esta clase de historias no utilizan el Deus ex machina de occidente, logrando así, en ciertas ocasiones, confundir y maravillar al espectador haciéndolo creer que las cosas planteadas en el relato pueden ser vistas en su realidad. Lo que hace increíble a la ciencia ficción, según Fernando, es el carácter de visualizar un mundo vasto y lógico que se rige por unas reglas específicas que pueden ser aplicadas en esta realidad y, por tanto, puede desdibujar la línea entre lo irreal y el mundo tangible.
Foto: bladerunnermovie
