Hace una semana la isla indonesia de Célebes fue azotada por un fuerte sismo y un tsunami que dejó a más de 1400 personas muertas tras el fenómeno climático.
Durante una rueda de prensa el portavoz de la agencia de gestión de catástrofes naturales, Sutopo Purwo Nugroho, indicó que el balance total de personas que han fallecido a causa de este incidente es de 1407 junto con 113 heridos.
Hasta este viernes las autoridades seguirán investigando para poder encontrar más supervivientes. Las esperanzas de hallarlos en las zonas siniestradas cada vez más se reduce y están al borde de dejar a un lado toda la investigación en progreso.
Los equipos de rescate están concentrados en algunas zonas alrededor de Palu, una ciudad de la costa golpeada por el tsunami, especialmente en el hotel Roa Roa donde habría alrededor de 60 personas sepultadas bajo los escombros.
Dichos equipos también están trabajando en zonas donde un centro comercial, un restaurante y un barrio de Balaroa han sido sacudidos por la fuerza del sismo que dejó hechos trizas las infraestructuras.
Según la oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), cerca de 200 mil personas necesitan de ayuda humanitaria urgente, incluyendo decenas de miles de niños. Se calcula que 66 mil viviendas fueron destruidas una semana atrás por el temblor de magnitud 7,5 y, consecuentemente, el tsunami.
A pesar que el gobierno indonesio afirmó a los equipos extranjeros que han intervenido en las zonas afectadas, los habitantes de la localidad de Wani, ubicada en la provincia de Donggala, comentan que no han visto ninguna ayuda hasta el momento teniendo en cuenta que hay 12 personas desaparecidas.
Mientras tanto, los supervivientes del hecho están en la lucha contra el hambre y la sed por la falta de agua potable y alimentos en el momento que las autoridades locales están desbordadas por el gran número de heridos.
Foto: @unicef_es
