Este domingo 28 de octubre, 147, millones de ciudadanos brasileños irán a las urnas a votar para definir el nuevo mandatario del país por los próximos años por venir. Tanto el candidato de ultraderecha, Jair Bolsonaro, como el socialista, Fernando Haddad, irán cabeza a cabeza una vez más para ver quién velará por el futuro del país.
Uno de ellos se preocupa sobre un eventual gobierno para mirar un paso más allá una vez que quede como dirigente electo, mientras que el otro tiende a seguir en una desesperada búsqueda de alianzas y apoyos de última hora que le permita subir en las encuestas.
Según la encuestadora Ibope, esta última semana clave registra con un 57% de respaldo contra 43% a favor de Haddad, aunque Datafolha indica que la cifra es de 59 a 41% de Bolsonaro.
En tiempos cruciales de la democracia, Bolsonaro se dedica a recibir en su residencia a parlamentarios, empresarios, alcaldes y líderes que puedan garantizar la gobernabilidad en caso de ganar las elecciones. Por otra parte, Haddad prosigue en su campaña visitando colegios electorales y esperar la oportunidad de tener los votos necesarios para alcanzar a su contrincante.
Si bien algunos excandidatos decidieron por quién apoyar, al menos 14 partidos políticos se declararon neutrales. Por lo tanto, no se adherirán a ninguno de ellos puesto que no se ha definido los gobernadores en las regiones y están previniendo un altercado interno en sus movimientos.
Aquel político que quede de presidente de Brasil, estaría enfrentándose ante un Congreso fragmentado de 30 partidos que cuentan con el 12% de los votos. Ninguno de ellos tiene la fuerza suficiente para aprobar proyectos de ley con la mayoría simple.
Los retos que tendrá el futuro mandatario del país sudamericano es dar un gran impulso mediante reformas de austeridad, a una economía que persiste la recesión y tiene casi 13 millones de personas desempleadas.
También está la meta de disminuir la tasa de criminalidad, puesto que Brasil batió el récord de más de 63.800 casos de homicidio en el 2017 y constituye una de las principales preocupaciones junto con los temas de salud, educación y vivienda.
