Por Juan Roa De Ávila
Luego de que el Consejo de Estado levantara la medida cautelar que mantenía suspendido el proceso de elección del rector de la Universidad del Atlántico -y con ello despejara la escogencia de un representante en propiedad-, la puja por la rectoría de esta alma mater se ha venido debatiendo entre las posiciones contradictorias de quienes evalúan las gestiones futuras en la que podrían verse involucrados Carlos Prasca, Rafael Castillo y Salim Matar, hoy candidatos a ocupar el cargo.
Más de una década sin un rector en propiedad hacen del claustro educativo un ajedrez estratégico en el que hoy por hoy se mezclan intereses políticos, configurados desde las reclamaciones que se exigen al interior del Consejo Superior y el Comité estudiantil.
Pero ante el asomo de la escogencia de un superior en propiedad, se avisora en el panorama un ambiente permeado por las recusaciones adelantadas entre las partes, entre ellas la convocada hace pocas semanas, cuando el aspirante Rafael Castillo instauró una acción de nulidad contra Cesar Lorduy, representante de los gremios ante el Consejo Superior, por considerarlo, según sus argumentos, impedido para votar.
Ante el tenso panorama que despierta el no haberse llegado a un consenso durante la pasada asamblea –donde ninguno de los candidatos obtuvo los cinco votos exigidos- y las protestas estudiantiles registradas al interior de la institución, se teje el análisis y la cercana elección que encabezan la Gobernación del departamento y el Ministerio de Educación en calidad de representantes legítimos ante el Consejo Directivo.
Perfil de los candidatos
Rafael Castillo Pacheco
Fue rector (e) de la Universidad del Atlántico durante un periodo del 2015. Es economista egresado de la universidad, con maestría en Gobierno y Políticas Públicas. Se desempeñó como secretario de Educación del Atlántico, director del Tránsito Departamental y docente catedrático de la institución, por lo que goza de gran simpatía entre los estudiantes, quienes en su momento lo eligieron como candidato por medio de una consulta interna.
Desde sus propuestas visiona una universidad con reconocimiento internacional a través de la potencialización de los procesos de investigación, acreditación y el fortalecimiento de los programas de posgrados. Cree firmemente en la creación de un centro de investigación que de pie a la apertura de un concurso docente que ayude a dinamizar el número de publicaciones en revistas científicas.
Carlos Prasca Muñoz
En su hoja de vida destaca el haberse desempeñado como secretario de Educación del Atlántico. Su bandera a la rectoría se basa en la implementación de un gobierno abierto, transparente y democrático en el que los estudiantes tengan mayor decisión en la ejecución de los recursos públicos, acompañado de una política de innovación que permita el mejoramiento de la infraestructura física del campus. Además, como primera medida, propone subsanar el deficit fiscal por el cual atraviesa la institución ante el ministerio de Hacienda, que hoy se ve reflejado en la escasa inversión en materia de producción científica, mantenimiento de laboratorios y apertura de aulas tecnológicas.
Además, es partidario de la recuperación de la sede Centro de la universidad.
Salim Matar Velilla
Es Biólogo con Ph.D. en Microbiología, maestría en biotecnología microbiana y doctorado en la misma discplina por la Universidad Case Western de Estados Unidos. Ha estado vinculado como investigador en el área de salud pública en el país. Sumó una basta experiencia como director del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad de Córdoba. Su modelo de gestión integra la transparencia en el manejo de los recursos como eje fundamental para implementar proyectos de calidad que integren la participación de la empresa privada en la gestación de nuevos modelos administrativos.
Asimismo, le apuesta firmemente a un proceso de acreditación que integre las diferetes aristas de investigación con la consolidación de los grupos de posgrados. Mattar le apunta a conseguir la acreditación en un 30% de cada facultad, así como lograr que el 50% de ellas cuenten con un programa de maestría y doctorado.
Foto vía: laotraverdadBAQ / Twitter
