Un ataque de presuntos guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) dejó a su paso tres militares venezolanos muertos y diez heridos el pasado domingo en la frontera amazónica con Colombia.
Según un informe, cuatro vehículos militares fueron emboscados por un grupo irregular luego de cumplir un operativo el cual aún no se especifican los detalles del crimen.
El atentado contra militares de la Guardia Nacional Bolivariana en El Picatonal, ubicado en el sur del estado Amazonas, se produjo tras la captura del jefe rebelde Luis Ortega, alias “Garganta”.
Horas después el gobierno del vecino país se pronunció sobre la muerte de los miembros de la Guardia Nacional indicando que ha sido atacada vilmente. Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de Venezuela, rechazó la presencia de los grupos armados en el país, pidió mucha prudencia a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y confirmó la captura de Luis Felipe Bernal, alias Salcedo, junto con 8 sujetos que quedaron en manos de las autoridades.
“Rechazamos la presencia de cualquier grupo armado y la incapacidad del Estado colombiano de no poder controlar sus grupos, su violencia y su narcotráfico”, afirmó Padrino.
Por otra parte Luisa Ortega Díaz, exfiscal general, aseguró que el alto mando militar expone a unos jóvenes soldados a ser “carne de cañón de bandas armadas” por lo que es un acto indignante y criminal.
La frontera binacional de 2.200 kilómetros es escenario de frecuentes incidentes con grupos armados que disputan el control de actividades de narcotráfico y contrabando. Tres meses atrás un militar venezolano falleció y dos resultaron heridos tras la explosión de una mina antipersona en medio de un patrullaje en la región del Catatumbo.
Según reportes de prensa, el martes pasado un soldado fue secuestrado en un ataque a un puesto de la Guardia en el estado de Táchira. Horas después fue liberado luego de un despliegue del Ejército que merodeaba por la zona.
Sumado al éxodo de cientos de miles de venezolanos que han migrado durante los últimos tres años, la inestabilidad de la zona fronteriza con Colombia mantiene la tensión de las relaciones entre las capitales de ambos países.
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