En el transcurso del martes, la ONU alertó que la brecha entre las emisiones de CO2 y los niveles requeridos para lograr los objetivos del Acuerdo de París está llegando a su fin.
Con el fin de limitar el calentamiento a 2ºC, el informe indica que las promesas nacionales de reducción de gases de efecto invernadero deberían de triplicarse colectivamente para el año 2030.
Uno de los coordinadores del informe del Programa Medioambiental, Philip Drost, asegura que la brecha de emisiones es mucho más amplia que el año pasado puesto que también incluye la cantidad de metano y otros gases en la atmósfera.
Los científicos rebajaron el potencial real para poder eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera con opciones de captura y almacenamiento hasta la siembra de árboles.
Otro dato a destacar proviene del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), el cual se concluyó para el pasado mes de octubre que la meta de 2ºC desatará un torbellino de canículas mortales, sequías y tormentas agravadas por el alza del nivel del mar.
Dicha tendencia también apunta a un aumento de 4ºC para fines del siglo 21, lo que pondría en problemas a toda la civilización. La carrera con el cambio climático cada vez más debilita al ecosistema y la brecha de gases aumenta a su paso.
Actualmente, Estados Unidos es el segundo país emisor de CO2 alrededor del mundo, incluso desde que el presidente Donald Trump pidió retirarse del Acuerdo junto con Australia, Canadá, Corea del Sur, México y Turquía.
Las proyecciones que conforma el informe se basan en las estimaciones en cuánto CO2 la humanidad podría emitir en la atmósfera con tal de no superar la meta de 2 o 1,5ºC.
Dos metas a futuro que se plantearon incluyen que las emisiones anuales no superen los 40 mil millones de toneladas de dióxido de carbono en 2030 y así limitarlas casi 1,5 veces menos de lo que se produciría junto con las promesas del Acuerdo de París.