Por: Loraine Ariza
La prostitución, considerada el oficio más antiguo del mundo, volvió a ser noticia en Colombia. Informe especial sobre la problemática de la prostitución en Barranquilla.
La mirada ha llegado a Barranquilla, donde la prostitución ha sido un medio de trabajo para muchas mujeres. Éstas optan por ello debido a la necesidad, el placer o diversión. Desde entonces la prostitución ha sido útil para “sobrevivir económicamente”, pero no es legal. Sin embargo, la sociedad ha llegado aceptar ese método como algo común sin dejar a un lado las críticas machistas que lo rodean.
En el centro de la ciudad de Barranquilla, en la calle 38 con carrera 38 ha sido uno de los lugares donde estas mujeres laboran día, tarde, noche y madrugada.
Por allí se la pasa Laura, quien no tiene reparos en contar su historia. Dice que lo hacía por diversión, placer, y que socialmente se dejó hundir en ese medio. Debido a que ahora lo hace por necesidad, ella asegura que “siento que ya no soy nada, solo soy algo más, que consigues con $10.000”
Desde joven ha tenido una vida dura y sin sus padres. Fue al Bienestar Familiar, donde creció con los valores y la educación que le pudieron brindar. Cuando cumplió la mayoría de edad decidió ir a realizar su vida. Laura recuerda que “no sabía nada del mundo, me toco ir a la deriva, hasta el punto que toque fondo”.
Laura es una de 9.744 prostitutas que, según censo de la Policía Nacional, existen formalmente en Colombia. A los 16 ya tenía dos hijos de diferentes papas y decidió llevarlos al Bienestar Familiar, repitiendo la misma historia de ella, solo para tener que preocuparse, solo buscar dinero para “embaretarme, comer, trabajar y sobrevivir”.
La opinión del sociólogo, psicólogo, antropólogo e historiador Pedro Badillo Noriega, lo calara todo. Afirma que “las mujeres de este medio socialmente son criticadas tratadas como un objeto sexual, maltratadas verbalmente para satisfacer sexualmente a los hombres”.
Psicológicamente son afectadas porque “nunca logran olvidar cada momento sexual que viven, son traumas creados día a día, que ahora se someten Porque difícilmente se sale de allí”. Físicamente se convierten en “nada” y eso hace parte fundamental de lo degradante que se vuelve su manera de encajar en la sociedad.
Legalmente son maltratadas y juzgadas, ya que no se ha podido establecer una ley, por conflictos sociales, estas mujeres para poder trabajar deben ocultarse de la policía o incluso darles parte de lo que ganan para poder continuar con su trabajo de todos los días.
Foto: vidhyaa chandramohan