[wpdts-date-time]  

“Un buen periodista es el resultado de la confluencia, en un profesional de dos tipos de herramientas: las comunicativas, y de interpretación de la realidad” Javier Franco.

Por: Marcos Fierro

“El periodismo es una vaina bacana, que se goza desde un principio, y que uno lleva en la espalda como un par de alas dispuestas para lo que sea”

Hoy Sábado 9 de marzo se celebra el día Nacional de todos los periodistas de Colombia. Sin embargo, ¿Qué significa ser periodista? y sobre todo ¿Qué retos enfrenta la profesión en un mundo cada vez más cambiante?

Para conmemorar este día, él docente y periodista Javier Franco concedió una entrevista al periódico El Punto para hablar de las experiencias y enseñanzas que ha traído para su vida ejercer una profesión como el Periodismo y expresar los retos a los que tiene que hacer frente un buen periodista para ejercer la profesión.

Javier Franco Altamar es comunicador social-periodista de la Universidad Autónoma del Caribe, y Magíster en Comunicación de la Universidad del Norte. Actualmente Es docente de periodismo narrativo en la Universidad del Norte de Barranquilla. Ha sido catedrático en la Universidad Autónoma del Caribe, la Universidad de la Costa (CUC), la Universidad Libre Barranquilla; y Jorge Tadeo Lozano en Cartagena.

¿Qué ha significado para usted ser periodista?

Para mí ser periodista ha significado el eje de mi existencia. Es decir, mis grandes satisfacciones personales están asociadas con el hecho de que soy periodista: mis conocimientos, mis viajes, mis amistades, mis estudios, mi reconocimiento, mis premios, mi vinculación con muchos temas que me atraen, y mi vinculación específica y pasional con la academia, porque desde hace 18 años enseñó periodismo.

¿Qué lo impulsó en primer lugar a tomar el periodismo como profesión de vida?

Confieso que cuando comencé a estudiar comunicación, no tenía muy claro si iba a ser periodista, porque, incluso, recuerdo que cuando a mi madre le preguntaban “qué estudia tu hijo”, ella decía “está estudiando para locutor”, porque en casa asociamos la comunicación con cámaras y locutores, y no con una actividad tan compleja y de alto calado cultural como es el periodismo.

Fueron mis cuatro mejores amigos del colegio, ( de mi primera etapa, porque estudié cuatro años en el Marco Fidel Suárez  y los otros dos en el Colegio Nacional José Eusebio Caro) en una reunión para mi cumpleaños, los que me dijeron que lo mío era el periodismo, y empezaron a recordarme episodios que viví en el colegio asociados al campo del periodismo como  por ejemplo cuando era el escritor del grupo , o el caricaturista, guionista, el locutor, el hombre pendiente de las noticias . Con todo y eso, yo me tomé seis meses de análisis de posibilidades, acudiendo a toda suerte de mecanismos para descartar, pulir, mirar, y descubrí, en una oficina del Icfes, que existía una carrera llamada “Comunicación Social y Periodismo”, ofrecida únicamente, en aquellos tiempos, por la Universidad Autónoma del Caribe.

Ya adentro, en desarrollo de mis estudios, me fui dando cuenta de que lo mío era el periodismo. Había escogido la carrera porque además del fuerte soporte en las ciencias sociales y las humanidades, que me encantan, estaba el manejo de los instrumentos para comunicarme, y hacerlo como, en tiempos de colegio, era apenas una tendencia o algo instintivo. En resumen fue hacer con criterio profesional, lo que en el colegio hacía de manera artesanal y empujado por pasiones e instintos. Aunque se puede decir que lo que hice fue juntar las dos cosas.

Además de la curiosidad y la búsqueda constante de la verdad, ¿qué otras cualidades cree usted que debe poseer un buen periodista?

Un buen periodista es el resultado de la confluencia, en un profesional, de dos tipos de herramientas, las comunicativas y de interpretación de la realidad. Cada actividad tiene su propia carga de valores, lenguaje gratificante, que en el caso nuestro es el respeto y la defensa de la verdad entendida a lo aristotélico: correspondencia entre el producto comunicativo y el hecho al que remite. Lo nuestro no es tanto “la búsqueda” de la verdad en términos científicos, pero sí su defensa y respeto cuando construimos el producto informativo: debe de estar apegada a ella con rigor.

Por lo menos a la verdad provisional; y con la honestidad suficiente para tener claro, desde el principio, que por muchos elementos que incorporamos en el producto, nunca llegaremos a esa verdad: solo seremos lo suficientemente capaces de construir una muy bien balanceada, compuesta, valiosa e interesante versión de la realidad.

Con este boom de la tecnología se habla de la existencia de un Nuevo Periodismo menos tradicional, ¿considera usted que si existe un “nuevo periodismo” o cree que la profesión solo ha ido evolucionando?

Detesto la palabra “evolución” porque su punto de partida es que, de acuerdo con la lógica del desplazamiento del tiempo, lo más reciente implica una mejoría, una adaptación o una superación de lo que se traía como práctica. Prefiero la palabra “cambio” a secas. Los escenarios nuevos traen nuevos retos y nuevos lenguajes.

La palabra “tradición” está asociada a una práctica histórica que refuerza entendido, fija creencias y consolida sentido histórico, por lo que tampoco veo que lo tradicional pueda ser tenido como algo despreciable o inferior. El periodismo, en su respeto y defensa de la verdad, sigue siendo el mismo: con la aparición de nuevas tecnologías, cambian los escenarios, las posibilidades instrumentales (en los dos sentidos que ya expuse) y se amplía el ámbito expresivo.

¿Cómo cree usted que influye el Periodismo en ámbitos como la política, la economía y lo social?

No solo en esos, sino en todos: generando insumos informativos para la toma de decisiones: ni más ni menos. Todos tomamos decisiones a partir de información previa que consideramos (hasta para comprar una gaseosa), así que te puedes imaginar lo que significa generar productos con información nueva, de interés general y valiosa.

En un país como Colombia donde el oficio del periodista es muchas veces censurado, ¿cómo cree que deben los periodistas manejar este tema de la censura?

Ante la censura, simplemente o la denuncias y la pones en evidencia; o obedeces al marco que ella impone. Va a depender mucho de cada caso y hasta dónde quieres llegar. La Constitución Nacional la prohíbe taxativamente.

¿Cuál sería el consejo que puede darle a los futuros periodistas de Colombia?

Yo daría el básico: que amen la actividad para la que se están preparando. Todo lo que se hace como amor, queda bien. Y si el amor no alcanza (porque no podemos amar todo), entonces actúen según los preceptos de la moral; y si eso no alcanza, entonces muévanse siempre dentro del marco de la ley.

¿Qué enseñanzas le ha dejado el periodismo no como profesión sino como opción de vida?

Me ha enseñado a conocer a la gente, a consolidar un buen número de amigos; a interpretar cada vez mejor la realidad, a que los periodistas (así nos creamos los más inteligentes habitantes de la tierra), somos la suma de lo que no sabemos, como decía el maestro Bastenier; y a que hay mucho personaje que se cree periodista, pero que, por alguna razón, se creen estrellas. Y que el periodismo es una vaina bacana, que se goza desde un principio, y que uno lleva en la espalda como un par de alas dispuestas para lo que sea.

Foto: Premio Ernesto McCausland Sojo.

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

elpunto@uninorte.edu.co