Por Juan Roa De Ávila
Momentos de tensión se vivieron en los alrededores del barrio El Prado de Barranquilla el pasado domingo en horas de la noche, cuando una gran parte de la estructura que acoge a la facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico se desplomó y acabó con por lo menos cuatro salones de música.
El fuerte estruendo, que se sintió a varias cuadras del lugar, ocurrió pasadas las 7 de la noche, mientras transcurría una llovizna leve que apaciguaba el torrencial aguacero que en horas de la tarde había caído sobre la ciudad.
En el accidente se vieron arruinados los cuatro salones de música que durante el periodo de clases son utilizados para la enseñanza de la percusión y el ensamble musical, así como el deterioro de algunos instrumentos de valor.
Por fortuna, el accidente no dejó víctimas que lamentar debido al periodo de vacaciones por el atraviesa el programa de Licenciatura en Música de la misma facultad, y dentro de las hipótesis que se manejan no se descarta que la declinación de uno de los muros de concreto produjera el desplome del techo y varias paredes de lugar, causando la aparatosa caída de la cubierta –de madera, por lo que se ve en las imágenes- y del techo.
Hasta el lugar del suceso fue necesaria la inspección del Gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De La Rosa; la rectora (e) de la institución, Rafaela Vos Obeso, y la presencia de funcionarios de la Oficina de Planeación del Distrito con varios miembros de la Facultad de Arquitectura de ese claustro educativo, quienes informaron que la Junta Pro-Ciudadela con Uniatlántico gestionará desde hoy la recolección de los escombros y la reconstrucción de la obra para adecuar las instalaciones antes del reingreso a clases.
Después del incidente, las autoridades competentes han manejado varias posibilidades con relación a lo ocurrido. Luego de inspeccionar los daños, Johnny Álvarez, jefe de la Oficina de Planeación de la Universidad del Atlántico, afirmó que este hecho fue “inesperado y fortuito”, y que seguramente se presentó porque el muro de contención, hecho en 1940, “no aguantó la lluviosidad de los últimos días”, a pesar de que hace algunos años atrás se habían subsanado algunos problemas relacionados con el reforzamiento de la madera, las vigas y la reparación de grietas.
Así mismo, la institución educativa emitió ayer un comunicado en el que da algunas luces de lo ocurrido, donde asegura que el colapso también se pudo haber presentado debido a los efectos colaterales desencadenados por una antigua explosión ocurrida hace más de 20 años en el Hotel Royal.
“La antigüedad de la construcción se vio afectada, unida a que hace 20 años explotó una bomba en el Hotel Royal, ubicado por la Carrera 54 diagonal a la Sede de Bellas Artes, que afectó algunas edificaciones de este patrimonio histórico”, afirmó una parte del comunicado. Y agregó: “Es necesario señalar que todas estas construcciones, por la época en que fueron edificadas, se hicieron de manera artesanal y no existían cumplimiento de norma constructiva, y lo ocurrido, crea la necesidad de realizar un estudio de vulnerabilidad en todas las edificaciones de la sede para evitar nuevas emergencias”.
Expertos opinan
Ante las versiones que se manejan y ante los posibles peligros a los que por fortuna no se vieron expuestos ni estudiantes ni funcionarios, el profesor de la Universidad del Norte y experto en Estructura y Materiales de Construcción, Andrés Guzmán Guerrero, explicó que por lo visto en las imágenes el incidente pudo haberse registrado por un fenómeno conocido como “pandeo”.
“Debido a las lluvias de los últimos días, la acumulación de agua pudo haber incrementado el peso de la madera de la cubierta hasta generar una sobrecarga vertical sobre el muro, el cual pudo haber sufrido una curvatura que por lo general el material de ladrillo no es capaz de resistir, hasta generar el desplome”, señaló
Además, el experto explicó que a pesar del deforme de la madera, el causante del colapso “fue el ensamble de la cubierta como una secuencia de perdida de capacidad de resistencia del muro”, al mismo tiempo que señaló que por ley el estudio de vulnerabilidad que señala el comunicado ya debía haberse hecho desde el 2010, año hasta el cual los institutos competentes le dieron plazo a hospitales, clínicas, universidades y demás edificaciones para prever el estado actual de sus estructuras ante este tipo de situaciones.
“La vulnerabilidad tiene que ver con el estado de ciertas edificaciones para ser afectados por alguna condición. Esta es una estructura que hace muchos años no era reforzada y, sumada a la amenaza de la lluvia, se incrementó el riesgo, que posteriormente se manifestó en el desplome”, aseguró.
Guzmán agregó que en consonancia con estos casos está vigente la norma NRC-2010, la cual señala que hasta el año 2014 todas las construcciones sismo-resistentes debieron haber adelantado dicho estudio. Sin embargo, ”después de 50 años de antigüedad se piensa en la demolición o reforzamiento, pero esta ya llevaba 80”, apuntó.
Estudiantes organizan plantón
Para hoy, cerca de unos 30 estudiantes de la facultad de Bellas Artes tenían programado realizar un plantón en el interior de las instalaciones de la institución, con el fin de buscar soluciones definitivas para el arreglo de la estructura, de la cual afirman no cumple con el estado adecuado para recibir las clases.
Foto vía: Internet
