Por: Marcos Fierro Orozco.
En la tarde del pasado viernes se vivió una jornada pedagógica en Uninorte. La profesora en historia del arte y conferencista Isabel Ramírez Botero, se dio cita para hablar con toda la comunidad uninorteña sobre las recientes investigaciones que ha realizado sobre la historia y el actual estado del Arte Moderno en las ciudades de Barranquilla, Cartagena y la región Caribe, en general.
El coloquio, que llevó por nombre Discusión sobre las categorías centro-periferia: la importancia de investigar historia del arte locales y regionales, estuvo organizado, dirigido y mediado por profesores del Departamento de Filosofía y Humanidades de la Universidad del Norte.
Este se desarrolló en el marco de la celebración de la quinta edición de la inauguración del programa, la cual se realiza con la finalidad de darle la bienvenida a los estudiantes de Pregrado, Postgrado y Maestría que ingresan al departamento de Filosofía y Humanidades.
La pregunta central que planteó la conferencista al inicio de la charla fue ¿Cómo estudiar o ver un lugar desde lo filosófico?. Luego, como introducción a la temática principal del coloquio, la conferencista realizó esta pregunta al público. ¿Cómo se ha contado hasta ahora la historia del arte Colombiano, de Barranquilla y del Caribe en general?. Esto, con la finalidad de que los presentes en la audiencia dieran sus opiniones e hicieran parte activa del conversatorio.
A raíz de las respuestas brindadas por la audiencia, la profesora Ramírez Botero, enumeró 3 problemas fundamentales que ella consideraba han afectado de forma significativa el estudio del Arte Moderno en Colombia. El primer problema planteado fue que en un principio el Arte Moderno en Colombia encontraba su centro de inspiración en movimientos europeos tales como el Barroco, y se convertía en una imitación de todas estas obras artísticas.
El segundo problema planteado fue que no existe una contextualización de los artistas más representativos del periodo del Arte Moderno en Colombia, por lo que el estudio de su historia se dictamina por la falta de textos e investigaciones. El tercer y último problema planteado por la conferencista fue que lo poco que se sabe del Arte Moderno en Colombia ha sido sencionalizado; de acuerdo con la autora, “se tiene una visión macondiana de lo que el Arte Moderno constituye”.
A modo de cierre, la conferencista propuso algunas alternativas para re significar la historia del Arte Moderno. Entre las que se destacan, un estudio completo de los contextos de los artistas modernos más representativos y el reescribir lo poco que se sabe de este movimiento que se desarrolló en Colombia a mediados de los años 50 y 60.
Luego de su intervención, la conferencista abrió un espacio de preguntas para que los asistentes dieran sus opiniones y aclararan las dudas que presentaban. Cabe resaltar, que a pesar de que el evento estuvo abierto para toda la comunidad universitaria, este contó con poca asistencia por parte de la misma.
