Por: Luisa Ruiz Barrios
La muestra de la huella que ha dejado la historia de la aviación en el territorio barranquillero fue protagonista en el marco de la Cátedra Europa en el Museo Makupa.
La presentación de la historia de la aviación estuvo marcada por la proyección de una video-documentación sobre Las huellas históricas de la aviación en Colombia. Esta proyección audiovisual estuvo bajo la dirección de Gabriel Núñez, filósofo y humanista y Santiago Villamil, estudiante de filosofía y humanidades de la Universidad del Norte.
La inspiración de este proyecto nace de la relación de la aviación en Colombia con respecto a la ciudad de Barranquilla, así como de la precaución de la pérdida de la memoria que hay detrás de la historia del aeropuerto Ernesto Cortissoz. Los autores destacan que esta video-documentación se realizó con el fin de no olvidar la herencia que se tiene con respecto a la aviación, especialmente vista como elemento precursor del desarrollo en la ciudad entre los siglos XX y XXI.
Ante esto, Villamil afirma que la aerolínea Avianca, antes llamada Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos (SCADTA), se reconoce como una empresa bogotana en sus celebraciones de aniversario. Sin embargo, resulta que los orígenes de esta empresa, y de la aviación en Colombia, se dieron en la ciudad de Barranquilla gracias al empresario Ernesto Cortissoz, pionero de la aviación comercial en el país y América Latina, logrando ser presidente de la sociedad.
En la proyección del video se destaca la participación de Jaime Cortissoz, nieto de Ernesto. En su intervención hace alusión a la historia de cómo logro su abuelo a ser pionero de la primera empresa de aviación en el país. Éste enfatizaba en cómo los aviones alemanes de La Primera Guerra Mundial y los pilotos alemanes hicieron parte de los primeros vuelos realizados de Barranquilla a Bogotá.
De igual manera, manifestaba cómo su abuelo dejo un legado en las primeras construcciones realizadas en el barrio El Prado, además de ser el precursor, por medio de la aerolínea SCADTA, de apreciar desde las altas nubes el inmenso Río Grande de la Magdalena que baña la ciudad.
Finalmente, Núñez aseguró que para este proyecto se preocuparon por la idea del desarrollo de la ciudad en cuanto al olvido. “Nosotros tratamos de reconstruir una memoria histórica, pero sucede que nuestra memoria histórica se está destruyendo en el sentido de que no recordamos sitios emblemáticos. Seguimos destruyendo monumentos, casas, patrimonios históricos de la nación. Por lo tanto, nosotros también tratamos de reflejar esta idea en la investigación”.
