Foto: Sri Lanka Tweet
La policía local ha detenido a 8 personas que podrían tener relaciones con los ataques.
Ocho detonaciones de bombas en iglesias y establecimientos hoteleros ha dejado al país asiático de luto.
Los ataques de este domingo, donde locales celebraban la pascua, son los más sangrientos desde que terminó la guerra civil en Sri Lanka, un conflicto étnico-religioso que enfrentó a la mayoría budista y a la minoría hindú tamil durante dos décadas.
Las iglesia de San Antonio, en Colombo, la de San Sebastián, en la ciudad de Negombo, y la de Zion, en la ciudad de Batticaloa, fueron epicentros de los ataques. Así mismo, han sufrido las bombas los hoteles de lujo de Shangri-la, Kingsbbury y Cinnamon, ubicados en la capital del país asiático.
Según fuentes hospitalarias, entre las víctimas, en su mayoría locales quienes profesaban el cristianismo, figuran 36 extranjeros de nacionalidades sin confirmar.
Reacciones
El Gobierno de Sri Lanka ha decretado toque de queda para toda la población de manera indefinida. Además, ha cortado el acceso a las redes sociales.
Por su parte, el presidente del país, Maithripala Sirisena, se ha mostrado consternado por la masacre, pidiendo calma a la población y ordenado que se tomen las medidas más severas contra los responsables de los ataques.
El primer ministro, Ranil Wickremesinghe, ha calificado como “cobarde” los ataques a las iglesias y hoteles del país.
A través de su cuenta de Twitter, el mandatario hizo un llamado a todo el pueblo de Sri Lanka para que se mantenga “unido y fuerte”. Así mismo, pidió que no compartieran información sin confirmar ni especulaciones.
I strongly condemn the cowardly attacks on our people today. I call upon all Sri Lankans during this tragic time to remain united and strong. Please avoid propagating unverified reports and speculation. The government is taking immediate steps to contain this situation.
— Ranil Wickremesinghe (@RW_UNP) 21 de abril de 2019