Por: Wilbert Daw | Foto: @JuniorClubSA
Y entonces llegó el momento. Luis Fernando Suárez, uno de los técnicos más importantes de nuestro país en la última década, fue cesado de su cargo como entrenador de Junior. ¿Quién será su reemplazo? Sí, adivinaron. Julio Comesaña.
Todos los percibían. Apenas el equipo cayó en una fuerte empatitis, en las esquinas de Barranquilla se oía nombrar al hombre de siempre. Que si viene, que si no vendrá, que es mejor que no llegue, que es mejor que no haya partido, todo era especulación en la ‘Arenosa’.
El segundo golpe lo dio la Copa Libertadores. Solo una victoria en 5 partidos puso la atención sobre su figura. “Con él no nos pasa lo que nos pasó”, dijo con seguridad un hombre que esperaba su bus de regreso a casa. “Claro, es que eso ya está cantao’. Tiene que regresar sí o sí”, exclamó un acompañante suyo.
De pronto, el equipo no volvió a ganar. El rumor creció con fuerza. “En cualquier momento lo traen”, me dijo el celador del edificio donde vivo. “Es cuestión de horas”, le decía un tipo a su acompañante en un bus de Sobusa como si presintiera lo que iba a ocurrir.
Y entonces llegó el momento. Luis Fernando Suárez, uno de los técnicos más importantes de nuestro país en la última década, fue cesado de su cargo como entrenador de Junior. ¿Quién será su reemplazo? Sí, adivinaron. Julio Comesaña.
Su regreso, como es costumbre, siempre divide las masas. Unos se emocionan con su arribo, pues para ellos no hay persona más importante en Junior que el colombo-uruguayo. Otros en cambio, sienten que siguen estancados en un círculo vicioso que parece nunca acabar.
Y hay unos -me incluyo- que llegaron a pensar que estaba todo dado para el regreso de Miguel Ángel ‘Zurdo’ López solo por seguir ese cabeza a cabeza entre el ‘Zurdo’ y Comesaña por ver quién de los dos dirige más veces al elenco ‘Currambero’.
El cuasi-estratega vitalicio del elenco ‘Tiburón’ comenzará, de no ocurrir nada extraño, su novena etapa en Junior a partir de mañana lunes. Su objetivo será levantar el ánimo y el juego de un equipo que, aunque logró asentarse dentro de los ocho primeros de la liga colombiana, no convence a su hinchada.
A ‘Pelo e’burra’ le tocará hacer la del gato Doraemon: sacar del bolsillo mágico de su camisa azul para convertir a Junior en el equipo ofensivo que abandonó a finales del año anterior.
Aunque quien escribe estas líneas considera que la relación de amor y odio entre Comesaña y el Junior pertenece al libro macondiano de nuestro balompié, hay que reconocer que era el único entrenador que podía tomar el equipo en este momento.
Primero, porque ni el más ferviente detractor de Luis Fernando Suárez esperaba que lo sacaran antes de acabar el ‘Todos contra todos’. Segundo, ¿qué otro entrenador aparte de Comesaña se metería en la boca del lobo en este momento de Junior?. Tercero, el punto más importante, ya conoce el plantel. En otras palabras, Junior rompió el vidrio de emergencia y sacó a su ‘vieja confiable’.
Pero aquí es donde entra en escena la misma discusión de todos los años. El rendimiento de Junior queda supeditado a los 6 meses -o menos- que dure Comesaña en su novena incursión en Barranquilla. Así ocurrió cuando dejó el equipo tras su campaña en el torneo finalización y tuvo que ser llamado de emergencia para suplir a Alexis Mendoza. Hoy, la historia se repite.
Esto lleva a pensar que, posiblemente, el entrañable ‘Pelo e’burra’ deja tras su partida algún hechizo en sus jugadores que inexplicablemente los pone a jugar mal en su ausencia o entrar en baches de rendimiento muy profundos.
Seguro usted pensará: “Claro, es que esos jugadores tienen montado sindicato en el plantel”, pero este servidor no posee pruebas para afirmar que eso haya ocurrido con Luis Fernando Suárez. Sin embargo, la respuesta del mal rendimiento puede radicar en una cuestión más sencilla y natural como el cansancio.
El trajín al que fue sometido Junior la temporada anterior disputando tres torneos fue tan fuerte que es inevitable pensar que no deje secuelas en los jugadores. Por ello, para la mala fortuna del sucesor de Comesaña -Alexis en 2018 y Suárez en 2019-, agarran a los jugadores en mal estado de forma.
No faltará quien piense que, si a la familia Char le gusta tanto traer a Comesaña, ¿por qué no lo dejan hacer un proceso largo y se ahorran las despedidas incómodas? Simple, ‘Pelo e’burra’ no cae bien en un sector de los Char y de la junta directiva del equipo.
Con tantos ciclos en Junior, es imposible que no haya un desencuentro entre los dueños y el colombo-uruguayo. El más reciente tendría que ver con la reunión que sostuvo con directivos del Colón argentino en el lobby del hotel donde se concentraba Junior para disputar la final de la Copa Sudamericana 2018 ante Atlético Paranaense.
Esto no habría caído bien en las altas esferas del cuadro ‘Rojiblanco’ e incluso se dice que hubo cierta resistencia cuando su nombre fue mencionado como reemplazo exprés de Luis Fernando Suárez.
Lo cierto es que, contra viento y marea, Comesaña asumirá su noveno mandato. Tras una corta y no muy agradable experiencia en Argentina -solo dirigió 6 partidos en Colón-, el siempre carismático Julio IX está listo para escribir un nuevo capítulo en su historia con Junior.
Veremos si sigue manteniendo aún esos dotes mágicos de los que hasta el mismo Mandrake tuviese envidia, ya que el ‘efecto pelo e’burra’ al parecer solo da resultados en Junior. La hinchada ‘Tiburona’ estará expectante acerca del tiempo que durará el colombo-uruguayo en esta ocasión y si en verdad se despedirá definitivamente o, como Vicente Fernández, seguirá diciendo adiós hasta que una nueva oferta, un nuevo mal o una nueva ‘empatitis’ salga a flote en Junior.
¡Salve Julio IX, rey de los regresos y resucitador de ‘Tiburones’!