Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), los venezolanos desplazados fuera de su país son uno de los grupos de poblaciones desplazadas más grandes del mundo.
La cantidad de refugiados y migrantes de Venezuela se ha disparado a más de 4 millones desde el inicio del fenómeno migratorio hasta mediados de 2019. Según datos de las autoridades nacionales de inmigración y otras fuentes, en solo siete meses desde noviembre de 2018, el número de refugiados y migrantes aumentó en un millón.
Los países latinoamericanos son los que acogen a la gran mayoría de venezolanos. En el caso de Colombia, alrededor de 1,3 millones son acogidos por las autoridades nacionales, seguido por Perú, con 768.000, Chile 288.000, Ecuador 263.000, Argentina 130.000 y Brasil 168.000. México y los países de América Central y el Caribe también albergan un gran número de refugiados y migrantes de Venezuela.
A febrero de 2019, Migración Colombia reportó que en el país se encontraban 1.226.507 venezolanos, de los cuales 760.883 son migrantes regulares (96.760 habían entrado sellando su pasaporte estando dentro del tiempo por ley establecido, 74.578 con visa o cédula de extranjería y 589.445 con el Permiso Especial de Permanencia (PEP) como documento válido de identificación).
Por otro lado, los 465.724 venezolanos restantes se catalogan como migrantes irregulares, donde 140.122 que, habiendo superado su tiempo de permanencia, continúan en el país y 325.602 ingresaron por pasos no autorizados.
De acuerdo con estas cifras, los venezolanos desplazados fuera de su país son uno de los grupos de poblaciones desplazadas más grandes del mundo.
Sobre esto se refirió Eduardo Stein, Representante Especial conjunto de ACNUR Y OIM para refugiados y migrantes venezolanos, quien sostuvo que las alarmantes cifras “resaltan la necesidad urgente de apoyar a las comunidades de acogida en los países receptores”.
“Los países de América Latina y el Caribe están haciendo su parte para responder a esta crisis sin precedentes, pero no se puede esperar que sigan haciéndolo sin ayuda internacional”, manifestó Stein.
Para facilitar la inclusión legal, social y económica de los ciudadanos venezolanos, los gobiernos de la región han establecido mecanismos para coordinar su respuesta, siendo el Proceso de Quito el que ha permitido la reunión de los países latinoamericanos afectados por el flujo de refugiados y migrantes venezolanos.
Para complementar estos esfuerzos, el pasado mes de diciembre se lanzó un Plan de Respuesta Regional Humanitario para Refugiados y Migrantes (RMRP), dirigido a 2,2 millones de venezolanos y 580.000 personas en comunidades de acogida en 16 países. Hasta ahora, el RMRP está financiado solo en un 21 por ciento.
