Por Juan Roa De Ávila
La manera como empieza a tomar fuerza el movimiento salsero en Barranquilla llega a su cumbre en los años 70´s.
Para aquella época, los destellos de su ritmo empezaban a configurarse como una música consumida entre los sectores de los barrios populares que amenizaban sus bailes callejeros o verbenas por los entonces nacientes picós El Coreano, El Gran Pijuán, El Rojo y El Gran Fidel.
El Coreano, picó autodenominado “El tanque de guerra”, fue pionero en la programación de éxitos salseros.
En paralelo, transcurría la década de los 80´s y con ella la abrumadora admiración que significaba obtener Long Plays de las primeras producciones de Richie Ray & Bobby Cruz, Ray Barretto, Willie Colón, Héctor Lavoe y El Gran Combo de Puerto Rico. El epicentro de todo arrastre iba a contar con el barrio Rebolo como punto de partida.
La composición “El negro y Ray”, de Ray Barretto y su Orquesta, sigue siendo el himno de la salsa ´brava’ en Barranquilla.