Por: María Camila Guzmán
Ese lunes. Stone se despertó a las 6:30 de la mañana por el despertador de su hijo Jake. Para la mayoría de los padres, las mañanas pueden llegar a ser una parte caótica y estresante del día, pero creó una rutina que funciona para él y su familia, donde demuestra que es posible que padres trabajadores tengan una mañana saludable y consistente.
En su libro Things A Little Bird Told Me, cuenta en detalle su rutina de la mañana y cómo jugar con su hijo es la parte más importante de su día.
Su familia
Stone lleva a Jake al cuarto de juegos donde juega Minecraft para Ipad. Parece ser que Jake quiere trabajar como su papá. Después de una hora de juego, Stone se dirige a su armario, donde se viste con su distintivo uniforme: jeans, una camiseta blanca y Converse azules.
Baja a desayunar y se encuentra con Livia, su esposa, quien le sirve un desayuno simple, tostadas con aguacate – Biz es vegano-. Luego de esto deja a Jake en su colegio y se dirige a su oficina, donde cumple el rol de ser el cofundador de la plataforma digital Twitter, una aplicación evaluada por 30 billones de dólares.
Pero…¿cómo un tipo que pasa su mañana de una manera tan simple puede asumir uno de los roles más importantes en las plataformas digitales? La respuesta es sencilla: Stone es un tipo billonario, es cierto, pero su estilo de vida es tan común como cualquier otra.
El empresario tiene lo que necesita, se transporta cómodamente en su viejo Volkswagen Gold, pues dice que le daría pena comprar un carro elegante o una mansión. Parece un joven de 20 años cuando en realidad está a mediados de sus 40, aunque secretamente se siente de 80.
El tipo de cosas que le gusta hacer son va a la cama temprano, bebe whisky turbio y le gusta ir con su esposa a la ópera. Cuando van a cine prefieren los los lunes en las mañanas, cuando está vacío.
El empresario dice que lo más importante de tener dinero es que puede eliminar esa ansiedad con la que vivió toda su vida.
Su infancia
Los primeros años de vida de este personaje no fueron nada fácil. Su madre tenía problemas económicos y apenas podía mantener una pequeña casa en Massachusetts, mientras que su padre nunca estuvo. Biz ahorraba un poco de dinero ofreciéndose a cortar el césped de sus amargados vecinos y haciendo recados.
Y así pasaban los años, hasta que entro a trabajar en Google, pero no hay por qué emocionarse, en ese momento era una compañía como cualquier otra, aún no había explotado su potencial.
Tal vez si Biz se hubiera quedado un par de años más se habría hecho millonario de un momento a otro, pero el proyecto que le presentó Evan Williams, el actual CEO de Twitter, lo sedujo. Evan y Biz tenían un proyecto en mente. Stone se dió cuenta que tiene una tendencia que lo diferencia de los demás billonarios, y es que el nunca persigue el dinero o una institución, sino personas. Pero no cualquier persona, siempre deben ser más inteligentes que él, así se siente forzado a progresar.
Por cierto, su nombre verdadero no es Biz. Se llama Christopher Isaac Stone. Sin embargo se autodenominó Biz pues así lo llamaba su madre y cuando en una fiesta de cumpleaños un amigo escuchó que su mamá lo llamó de tal manera, quedó grabado por todos.
Biz Stone, genio
Su blog es su alter ego, o por lo menos así lo define él, es como una creación ficticia que empieza con un título inspirado en el coyote de Bugs Bunny.
En una escena, el coyote dice “Permítanme presentarme…”, y entrega una tarjeta que dice: “Mi nombre es Wile E, Coyote, genio”. Así que Biz nombró su blog e imprimió tarjetas que dicen: Biz Stone, genio. El resto es historia.
Sus estudios
No abandonó la universidad una, sino dos veces. Desde la Northeastern University y University of Massachusetts. Sin embargo, eso no se interpuso en su camino para ser reconocido como un consejero de negocios.
En 2011, Stone fue invitado para ofrecer una charla sobre el emprendimiento y la innovación con estudiantes de MBA en University of California. Además hace una visita anual a la Universidad de Oxford, donde dicta clases magistrales en negocios y su quijotesca marca de idealismo.
En su último libro Things A Little Bird Told Me, Biz habla sobre su versión (y la de su esposa) de comprar un Lamborghini y tener una gran mansión: dar gran parte de su dinero para ayudar a otros, especialmente a The Biz And Livia Stone Foundation, donde sus activos se dirigen a programas de educación, medioambiente, refugio animal y conservación.
Vive bajo la filosofía de que se debe ser amable y ayudar siempre que se pueda. Las personas lo llaman un inocente idealista por su amabilidad natural, pues Jelly, una de sus grandes inversiones, es una plataforma donde el usuario publica algún problema que tenga y recibe ayuda instantánea de otro usuario, como una versión mejorada de Yahoo Respuestas.
Biz cree genuinamente en que la gente es buena por naturaleza y que ayudaría a otro sin remuneración alguna.
“No pierdes nada, sino que ganas tanto reconocimiento como conocimiento y amigos”.
En su libro, Stone recalca que se puede ser exitoso y amable al tiempo. “No pierdes nada, sino que ganas tanto reconocimiento como conocimiento y amigos”.
Un día tomó la decisión de ser amable con todos y asumió que eso lo llevaría a algún lado. Y así fue. Muchos le dicen que no puede pretender que así le vaya a agradar a todos, a lo que él responde: “He estado trabajando bajo esa suposición por mucho tiempo.”
Cuando todos estaban hablando de lo inútil y trivial que era Twitter, alguien escribió: “Twitter es el Seinfeld del internet, es un sitio web sobre nada.”. Y Biz, desde su estado de optimismo le respondió: “Bueno, ¡eso es genial!, Seinfeld es un hit de show.”
Actualmente Biz ha sido condecorado con el premio del Centro Internacional de Innovación Periodística, la revista INC lo nombró como Emprendedor de la Década, TIMES lo listó como uno de las 100 personas más importantes del mundo, GQ lo nombró como Nerd del Año, en 2014 The Economist reconoció a Stone con el premio anual de Innovación y en 2015 recibió el reconocimiento más prestigioso de CIPR por su liderazgo en desarrollo de nuevas formas de media.
Biz reconoce que para que un producto digital tenga éxito debe ser divertido y un poco tonto, donde el usuario necesite desarrollar la memoria para saber usarlo, pues si se construye algo serio, la gente no pensará en descargar la aplicación.