En lo que lleva del año los incendios forestales tuvieron un aumento un 82% en relación al año pasado, según Investigación Espacial (INPE).
Transcurridas estas dos últimas semanas se han prolongado y extendido los incendios que no cuentan con un control en donde los cuales van consumiendo la flora y la fauna amazónica constante y alarmantemente. En lo que lleva del año, se han registrado 72.843 incendios, a diferencia con los 39.759 en el año anterior. Por lo cual, el pasado 2 de agosto se declaró en estado de emergencia la zona que se extenderá el mismo por 180 días.
La secretaría de Medio Ambiente brasileña llevará a cabo las estrategias y técnicas para controlar la deforestación y los incendios forestales no autorizados: “Queremos anticiparnos, haciendo todo lo posible para que esto no ocurra” dijo el secretario estatal de Medio Ambiente, Eduardo Taveira.
Este evento ocurre en un momento en el que las críticas se ciernen sobre el Gobierno de Jair Bolsonaro por su inacción.
Este Gobierno también es motivo de polémica por cuestionar los datos que proporcionan las instituciones públicas que se encargan del estudio de la crisis forestal presentada en la selva del Amazonas. Adicionalmente, Noruega y Alemania van a retirar su aporte o beneficio al Fondo Amazonia, una institución que cumple con el combate y control de la degradación de la zona, por las políticas del presidente Bolsonaro.
En el mes de julio, la deforestación del Amazonas se empeoró, en el cual las alertas indicaron un incremento de un 278% en comparación de hace un año coincidiendo con las iniciativas de Bolsonaro para explotar de forma monetaria la zona.
Con base a la proyección del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe), que obtiene datos y cifras cada mes por medio de un sistema de alertas de cambios en la cobertura forestal del Amazonas, la deforestación se movió de 596,6 kilómetros cuadrados en la mitad del año 2018, a 2.254,8 kilómetros cuadrados en lo que lleva el año 2019.
