Durante todo el encuentro, el equipo español mostró superioridad sobre Argentina, quienes con mucho esfuerzo y amor propio intentaron dar vuelta al marcador pero no lo lograron.
El cuadro europeo venció con un contundente marcador de 95-75 a la selección argentina, la cual mostró una cara distinta en este último partido pero que promete muchas alegrías para el futuro.
Ambas escuadras contaban con jugadores de primer nivel, pero la experiencia y el juego inteligente le permitieron a España consagrarse como la campeona mundial de la mano de Ricky Rubio y Marc Gasol. Fue una lección de buen baloncesto para el mundo.
Argentina, aunque se llevó la medalla de plata, salió triste del campo pues no logró en todo el transcurso del partido llevar los hilos y sufriendo un parcial de 14-2 al inicio del juego, mostrando que los nervios y la juventud juegan un papel importante en estas instancias.
España tuvo su mejor juego del campeonato enseñando equilibrio en los dos lados de la cancha, destacando su defensa y el juego colectivo, haciendo incluso que casi 6 de sus jugadores tuvieran cifras de doble dígito en sus estadísticas.
El encuentro fue digno de un espectáculo de la magnitud que se esperaba, con España impartiendo lecciones de buen baloncesto y Argentina mostrando destellos del brillante futuro que pueden tener con su núcleo de jugadores.
