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Conoce la experiencia de Brenda siendo parte del equipo de bomberos de Barranquilla por un día.

Por: Brenda Gonzalez

Un baño de agua fría a las 5:45 Am me quito el sueño, salí del cuarto y todos seguían durmiendo, abrí la nevera, tome un jugo de naranja y la pizza que había desde anoche la calenté y lo empaque. Ya me iba ir hasta que recordé que estaba a punto de salir sin dinero. Cuando salí de la casa oí a mi mamá discutiendo con una vecina, yo creí que ella no me había visto salir corriendo pero pauso su discusión para decirme “chao mami, que te vaya bien” ,uno luego de oír esas palabras sale motivado de casa, sin sueño y con ganas de apagar cualquier incendio, o eso creía yo que era lo que iba hacer en mi trabajo.

Caminando a coger el bus un hombre desadaptado me echo un piropo pero nada con lo que una mujer del siglo XVI no pudiera vivir. Tome el bus y recibí un “buenos días” por parte del conductor, le pedí que me avisara donde bajarme, por mi despiste prefería estar prevenida.

Luego de 20 minutos en el bus, llegué a la estación de bomberos de Barranquilla que queda detrás del teatro Amira de la Rosa, fue cómico acercarme al portero y que irónicamente el estuviera con la radio a todo volumen y dormido con la boca abierta, sin delicadeza le dije “buenas” a ver si despertaba, entre y ya estaban formando unos 5 o 7 bomberos. El sub comandante Cesar Fonseca me saludo muy familiar y me presentó a todo el cuerpo de bomberos, yo como nunca me logre sentir apenada pero rápidamente entre en confianza cuando hable con Shelyk Charris, una morena alta, flaca, en mi mente le puse unos 26 años pero me sorprendió con que estaba cumpliendo 19, olvidé felicitarla porque se me acercó Luis Roa quién sería mi compañero y al que debía hacerle caso en mi horario laboral, el me mostró las máquinas con las que cuenta el cuerpo de bomberos, mientras me colocaba su traje vi como todos salieron corriendo a uno de los carros y pregunte qué pasaba y me asusté, no supe si salir a correr con ellos o quedarme quieta en primera base, le pregunte a Roa ¿Qué pasa? Él me dijo “nada nuevo, estamos trabajando con la alcaldía es un operativo programado y están llevando agua a las construcciones de los estadios ahora mismo salieron a la pista de BMX que queda en villa carolina”, mientras él hablaba yo tenía muchas preguntas en mi cabeza así que le dije ¿a qué hora comemos? Me dijo nos traen el almuerzo y la cena.

Deje de hacer preguntas tontas y empecé a sonar colaboradora y como toda una bombero, luego de sentirme con mucha calor por tener encima una chaqueta demasiado gruesa y un casco que pesaba mucho me subí a la maquina 33, especialista en apagar incendios y transportar grandes litros de agua, me tome una que otra foto para mis redes sociales y me baje porque necesitaban mi ayuda en la oficina.

En la oficina  Shelyk Charris se encontraba respondiendo llamadas junto a el bombero más antiguo al que todos llamaban “Mañe” me dijeron “si suena el teléfono contestas diciendo cuerpo de bomberos Barranquilla que necesita” cuando la persona que llame empiece a hablar grabas la llamada presionando este botón, pasaron unos diez minutos y nadie llamaba por fortuna hasta que sonó el teléfono, lo alce y respondí como debía con toda la seriedad del caso, cuando empecé a grabar a la persona que llamó me dijo “¿cuándo es martes 13 porque ahí tiene pa que me la bese?” mi cara de fue algo así como cuando esperas la reacción de los demás para actuar por instinto, todos se echaron a reír y colgué. Ellos llevan más de 10 años contestando llamadas que son bromas, y otras llamadas que no desearía que fueran realidad. Roa había salido de la oficina, cuando entre le pregunte que donde estaba, vi que su mirada expreso un “no te puedo decir” pero abrió la boca y dijo “acompáñame a el casino”, salí de la oficina y cuando entre al casino estaban el resto de bomberos organizándole una sorpresa a Shelyk por su cumpleaños.

Eran las 12:30 del mediodía y me sentía bien pero con hambre, y sueño así que Roa me llevo hacia los dormitorios que quedan en el segundo piso de la estación, los bomberos tienen permitido descansar porque al momento de ejercer su labor deben tener toda la energía posible, me acosté en una de las tantas camas azules e incomodas que veía, no pasaron ni veinte minutos cuando me quede dormida y cuando abrí los ojos eran las 2:00pm había llegado el almuerzo, así que baje y comí con todos los demás compañeros, ellos hablaban sobre las experiencias como bomberos así que le pregunte a mi compañero Roa que como hace con su familia cuando hay operativos? “Pues siempre los preparo para cualquier cosa, y cuido mucho el tema de la seguridad en la casa” imagine en mi mente la preocupación de mi mama si me tocara “prepararla” para cualquier imprevisto, y concluí también que para ser bombero se necesitan tres cosas: vocación, entrega y respeto por la vida.

Se hicieron las 4:00pm yo había estado en la oficina junto el teléfono, y observando cómo estaban a la expectativa todo el cuerpo de bomberos, me sentí en una película cuando conocí los tubos por donde se deslizan para subirse a las maquinas, sentí por primera vez en mi vida que todas las profesiones tienen riesgos pero conocer de cerca la de los bomberos me dio la oportunidad de valorar a esas personas que yo llamo “héroes” salen a rescatar, a salvar vidas exponiendo la propia, un gran acto de valentía y una profesión que llena más que a el bolsillo, el alma.

Ser bombero es sencillamente mi pasión, vivo con adrenalina y vivo para salvar vidas.

-Una persona que dedico toda su vida a ser Bombero.

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