Este film es de las películas más taquilleras en la historia de Colombia. La mayoría de personas en el país seguramente han visto o han escuchado de esta. La gracia del guionista, Dago Orozco y que el director, Harold Trompetero, transmiten logra captar a los espectadores con tantas peripecias y travesías por las que atraviesan los personajes. El paseo fue estrenada en la pantalla gigante en el 2010, llenando salas de cine y sacándole carcajadas a miles de personas. 

Esta trama que en realidad si atrapa a cualquier espectador, muestra la historia de una familia que viaja hacia la costa y terminan por pasar una aventura por completo. Todo esto podría significar que es una producción con una excelente calidad técnica, profunda y que podría ganar muchos premios. Sin embargo, es todo lo contrario. A pesar de ser una comedia que si consigue risas, es una producción pobre técnicamente, con baja calidad en la imagen, con problemas en el guión que no son obvios pero son fáciles de deducir. Por ejemplo, los actores principales tienen vestimentas que no pertenecían ni al tiempo diegético del film, ni al estrato social plasmado en la misma. Ahora bien, en este texto quiero hacer la crítica a los espectadores y cineastas colombianos, que se conforman con producciones de baja calidad que solo buscan hacer reír, dejando a un lado lo verdaderamente valioso. Lo que sucede es que le restan importancia a la profundidad y belleza del séptimo arte, que en mi opinión, es una falta de respeto para aquellas producciones que logran crear proyectos de altísima calidad haciéndole honor al arte. 

Para terminar, sería una obra de mala fe invitarlos a no verse dicho film, sigue siendo una película colombiana y también se debería apoyar. No obstante, si son de los pocos que no han podido observarla y quieren hacerlo, serán unos minutos de risas nada más. No es un proyecto que deje un mensaje más allá, que promulgue una iniciativa ni que ayude a mejorar alguna parte de la sociedad. 

Por: Camilo Viñas