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Rusia anunció la retirada de tropas militares que ocupaban parte del territorio sirio. Las numerosas incertidumbres del porvenir del conflicto en Siria, han generado grandes especulaciones de las razones por las cuales el gobierno ruso tomó tan repentina decisión.

Ya son cinco años en los cuales el gobierno y sus rivales no han sido los únicos afectados, la población civil ha tenido que pagar las consecuencias de las numerosas atrocidades. La situación es alarmante, son más de 250.000 muertos, 5 millones de refugiados en países vecinos y otra suma considerable de desplazados dentro del mismo territorio, en el 2015. El escenario ha trascendido la escala de violencia y de violaciones a los Derechos humanos, las cuales se hacen más fuertes con el transcurrir del tiempo. La guerra en Siria, se convirtió en un conflicto de terceros países y de cada vez más importancia para el resto del mundo.

En días anteriores, el presidente ruso, Vladimir Putin, dio la orden de retirada por parte de fuerzas militares que ocupaban el territorio sirio, en miras de respaldar al gobierno del presidente Bashar Al-Asad. Rusia, mantiene la base naval de Tartus que se convirtió en la única salida de este país al mediterráneo y la base aérea Jmeimin, la cual permitió expandir su accionar aéreo. Un total de 800 militares, para mantener el cumplimiento de la tregua pactada con Siria.

 

Una guerra de intereses entre oriente y occidente, que se convirtió en un juego de estrategias para Estados Unidos y Rusia en función de ganar influencia en la zona, siendo así Siria su escenario. De esta forma, el gobierno de Putin apoyó incondicionalmente al régimen de, Bashar Al-Asad. Respaldada bajo un discurso contra el terrorismo. La ayuda por parte de Rusia en miras de mantener un gobierno apoyado por la minoría, desató un sinnúmero de atrocidades, donde la población civil ha sido la más vulnerable.

Un juego de azar

El conflicto en Siria, es una guerra civil que tienes sus orígenes en la corrupción, la desigualdad, la violación de Derechos humanos y la opresión de unos pocos hacia muchos. Una guerra por la reivindicación de todo un pueblo, que solo quería el cumplimiento de sus derechos y la igualdad en su territorio. Con el inicio de las primaveras árabes en 2011, movimientos de personas, organizaciones y  grupos sociales buscaban movilizarse y exigir sus derechos, los cuales consideraban menoscabados. De este modo, lejos de alcanzar sus objetivos, las movilizaciones fueron silenciadas tras grandes olas de violencia que suministro el gobierno sirio contra los civiles para opacar su accionar. El conflicto no había hecho más que empezar.

Fueron aproximadamente 1000 muertes tras la llegada de la primavera árabe en Siria, que solo buscaba reivindicar la democracia en este país. Años posteriores, surgieron aproximadamente 70 grupos en contra del régimen de Al-Asad, sumados a los Sunitas (grupo musulmán mayoritario en Siria), que bajo el respaldado del ejército libre de siria (FSA) combaten la opresión por parte del gobierno, y a quienes se le atribuye el nombre de “la oposición”. Estos, apoyados directamente desde Estados Unidos.

 

Las alianzas internacionales toman un papel trascendental y son Rusia y Estados Unidos quienes encabezan el listado. Por un lado Estados Unidos, Francia y Turquía apoyando a la oposición y por el otro Rusia, China e Irán brindando ayuda al gobierno de Al-Asad. Son estos, quienes patrocinan tanto económica y militarmente la guerra dentro Siria. Un juego de azar donde no se sabe quién puede ganar.

 

¿Qué pasó con Rusia?      

En días anteriores, el ministro de defensa ruso, Sergei Shoigu, anunció haber cumplido ciertos objetivos que Rusia se había planteado al brindar ayuda militar en Siria. De esta forma, afirmó que tras más de 9.000 misiones de combate, 209 instalaciones de producción de petróleo destruidas, la ayuda a las tropas sirias para retomar 400 asentamientos y el apoyo a Damasco para recuperar el control de más de 10.000 kilómetros cuadrados de territorio, fue lo logrado bajo el apoyo de Rusia.

Rusia ya cumplió lo estipulado y ahora se retira, para así dejar paso libre a la negociaciones por parte de del gobierno sirio y los opositores a él. Sin embargo, surgen un sin número de dudas que se desencadenan a raíz de tan repentina decisión y que tomó por sorpresa a la comunidad internacional en general. ¿Está Rusia creado una nueva estrategia? ¿Por qué esta decisión en estos momentos?

Sin duda alguna, no es el mejor momento de Rusia. Una crisis económica, derivada de la caída de los precios del petróleo y la poca inversión por parte del Estado a su industria, toma por sorpresa a la economía Rusa, poniéndola contra la espada y la pared. Hoy en día hablar de las medidas de austeridad en Rusia es algo muy común, estas tendrán como objetivo recortar el gasto del gobierno para balancear la economía y porque no, recortar las ayudas militares que este tiene con terceros.

 

El camino de Rusia a posicionarse como hegemón en el medio oriente, rezumba hoy en día tras la salida de tropas militares rusas de territorio sirio, teniendo en cuenta que, hoy Rusia es vulnerable, careciendo de recursos para poder financiar una guerra no solo en terceros países sino también en su territorio. Es una verdad a voces, Rusia no tiene como financiar tropas en Siria y tampoco en ninguna otra parte del mundo. Son tiempos de recesión para este país.

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