Por: Juan Herrera
El combinado nacional tenía una dura prueba frente a la selección de Brasil, examen que se superó raspando, puesto que el marcador conseguido 1-1, aunque es benéfico, deja la sensación de que se pudo ir por la victoria.
El técnico de la selección Colombia, Arturo Reyes, sorprendió con un dibujo táctico de 4-3-3 en el cual no se tenía un 9 de área, sino un hombre de buen pie como Jorge Carrascal, quien sería el jugador más cercano a la portería rival. Asimismo, regresó a la titular Eduard Atuesta, capitán de la selección, que se perdió el partido ante Chile por acumulación de tarjetas amarillas.
Por otra parte Brasil, que clasificó como primero de su grupo al cuadrangular final, puso toda la carne en el asador con vísperas a conseguir los tres puntos ante una aguerrida Colombia que no era un rival sencillo. No hubo sorpresas en la formación de la canarinha, la cual salió a la cancha con un dibujo táctico similar a la tricolor, aunque con la una estrategia clara de proponer el uno contra uno a los jugadores colombianos y el juego en espacios reducidos, materias que el conjunto nacional pudo, hasta cierto punto, neutralizar.
No fue un partido brillante para ninguno de los dos equipos, Brasil no mostró el juego bonito pero sí la intención de ir por los tres puntos, mientras que Colombia tuvo un buen desempeño en la recuperación en la mitad de la cancha, lo que permitió tener orden durante casi todo el partido. Precisamente de una intercepción de Kevin Balanta, volante central de la selección nacional, germinó el gol que puso por delante a los dirigidos por Reyes. Un centro de Nicolás Benedetti luego de una sucesión de pases hizo que Edwin Cetré apareciera inesperadamente como 9 neto, para impactar un cabezazo que se fue al fondo de la red y que decretaría el 1-0 en favor de los colombianos, marcador con el que se irían al descanso.
Sin embargo, el segundo tiempo dejó entrever las fisuras de Colombia, que se volvió un equipo largo, inconexo entre la zona de ataque y los volantes de recuperación, que precipitó la caída del arco nacional en el minuto 70 luego de un zapatazo de Cunha. No hubo elaboración de juego por parte de Colombia, la solidez defensiva y las ávidas respuestas del galero Ruiz fueron los elementos que permitieron mantener el empate. La entrada de Johan Carbonero dio un poco de aire, propuso una que otra gambeta y peleó con los centrales de Brasil aunque claro, los esfuerzos fueron irrisorios debido a que no se mostró la convicción de ir a ganar el partido.
El gol de Cunha avivó los ánimos de Brasil que se fue lanza en ristre contra Colombia, descongestionó la mitad de la cancha con la entrada de Reiner, jugador recientemente fichado por el Real Madrid y el cambio de Dodó por Guga, carrilero derecho, fue incisivo contra el arco nacional.
Finalmente, en los minutos finales del partido, y luego de que el equipo se metiera atrás y se dedicara a rechazar balones de Brasil, Arturo Reyes, autorizó la entrada de El “Chino” Sandoval, como referencia de área, hecho infructífero porque no existía núcleo creativo que lo acompañara.
Los últimos minutos fueron el reflejo de una selección que esperaba el silbido final para culminar con el martirio de un partido que no se jugó, se sobrevivió. Hemos de mejorar de cara al próximo encuentro, el cuadrangular no permite margen de error y un cambio de mentalidad es imperativo: No podemos circunscribirnos a ser una selección pasiva, hay que salir a dar el todo por el todo y demostrar que ¡Sí tenemos fútbol!
Fotos: @FCFSeleccionCol