Por: Estefanía Gualtero y Majo García
La película surcoreana Parasite hizo historia en la 92 edición de los Oscars 2020, convirtiéndose en la primera película de habla no inglesa en llevarse a casa el mayor galardón de la noche por mejor película. De las 5 nominaciones que recibieron se llevaron 3 premios principales además de película del año: mejor director, mejor película extranjera y mejor guión original.
A pesar de contar con gran parte de la aprobación del público, para la Academia es un gran paso en la historia el escoger una película de esta clase para llevarse el premio. La primera vez que una película así fue nominada en esa categoría fue en 1998 por Life is Beautiful por Roberto Benigni y 30 años después por Roma del director mexicano Alfonso Cuarón y en ninguno de los 2 casos consiguieron el premio, incluso cuando Roma era una opción aclamada.
En los últimos años, la Academia ha estado envuelta en polémicas que cuestionan su objetividad al momento de reconocer a los directores e intérpretes destacados. Haciendo una retrospectiva a las ediciones pasadas, las películas predominantes son realizadas y/o protagonizadas por gente blanca y masculina. Por su parte, las películas que no cumplen con el esquema y/o son extranjeras han sido consideradas exóticas y, generalmente, son nominadas en otras categorías de menor relevancia.
Se debe a los miembros que conforman su jurado, según un estudio de Los Angeles Times realizado en el 2012 se encontró que los votantes de los Oscars eran 94% blancos y 77% hombres. Esta cifra no ha mejorado significativamente, pues el porcentaje actual de mujeres votantes se ubica alrededor del 28% y los votantes de minorías (latinos, africanos, asiáticos, comunidad LGTB, entre otros) es del 13%.
Decir que Parasite ganó mejor película como forma de inclusión significa poner por debajo la obra de arte y crítica social que ésta representa a una sociedad desgarradora y competitiva, como también afirmar que solamente las películas hollywoodenses son dignas del galardón. Es claro que representa un cambio extremo en cómo la Academia está escogiendo sus ganadores, pero también es un reconocimiento completamente merecido.
La más reciente edición de los Oscars nos demostró que están pasando por un periodo de transición, donde es posible mirar más allá por propuestas diferentes que pueden tocar fibras en distintas partes del mundo. Sin embargo, todavía existen cuentas pendientes, mujeres como Greta Gerwig dedicadas a la dirección cinematográfica no son tomadas en cuenta y las categorías principales siguen siendo lideradas por hombres, mientras que las películas de superhéroes como sucedió en la edición pasada con Joker fueron totalmente ignoradas. Por esto, aunque Parasite haya sido reconocida en esta vez, falta un largo camino por recorrer.
Foto: @TheAcademy