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Por: Valerie De La Hoz. 

Desde el momento en que llegué a su apartamento, Diana y su esposo me dieron la mejor bienvenida;  a pesar de ser una mañana llena de sus compromisos habituales, se respiraba paz y tranquilidad en su hogar, casi tan cálido como su personalidad. Definitivamente, una primera impresión que coincidió con lo que había visto de ella en redes sociales, una se auténtico, amable y espontáneo.

Diana De La Ossa es una diseñadora gráfica e industrial, que por cosas de la vida despertó una pasión por el tema de la salud. Decidió formalizar su pasión y certificarse como nutricionista en distintas instituciones hasta especializarse en Nutrición Hormonal y Antiinflamatoria. Creó su programa y marca ¨Nutrivita¨, y ahora, por medio de charlas, talleres de cocina, asesorías, y contenido multimedia, comparte su visión muy personal de lo que significa estar saludable, alejándose de cualquier molde o patrón que se haya establecido antes por la industria del fitness.

Para ella, la nutrición es mucho más que un acto tangible; involucra emociones, sensaciones, colores y experiencias. Sus recetas son versátiles y coloridas, llena de productos de la gastronomía local, de los que saca el mejor provecho. Además, la restricción es una palabra que no cabe dentro de su filosofía, ya que la alimentación, además de ser necesaria a nivel biológico, nutre nuestra alma y es necesario conectar todos nuestros sentidos si queremos optimizarla.

En esta ocasión, nos comparte sus experiencias y opiniones respecto al ámbito de la salud.

Diana y su esposo en el centro de entrenamiento que él dirige: Organic Moves.

Foto: Instagram @nutrivita.ddlo

¿Cuál fue el detonante que te impulsó a crear tu programa “Nutrivita”?

“Mi esposo y yo comenzamos hace unos 7 años aproximadamente con la idea de montar un centro de entrenamiento diferente a los centros convencionales de gimnasio. Él se certificó y abrimos un Crossfit. Ya yo había estudiado dos carreras: Diseño Industrial y Diseño Gráfico. De hecho mi esposo es ingeniero electrónico y  hoy en día se dedica más al área de la salud, pero nada es casualidad. Recuerdo que cuando salí del colegio, mi primera intuición fue estudiar Nutrición, pero en ese momento no se le daba el valor que hoy se le da a esa carrera. Desistí de la idea, estudié un semestre de Psicología, pero no conecté y pues me fui a estudiar otra cosa que me apasionaba, que era el Diseño. La vida me fue poniendo en lugares para ir aprendiendo y en definitiva sabía que no era lo mío. Cuando ya me casé y comencé a explorar este mundo del entrenamiento y la salud de manera más profunda, se comenzó a crear esa inquietud de cómo podíamos mejorar nuestro rendimiento en el entrenamiento y para eso se debía tener una alimentación también acorde. Empecé a leer y estudiar mucho, y luego formalicé mis estudios de muchas maneras.”

Diana habla apasionadamente de su oficio, y su tono de voz dulce denota el amor que siente hacia lo que hace. Afirma que cada experiencia la ha enriquecido y guiado hacia el camino en el que ahora está, ese que ve a la salud como un rompecabezas lleno de espiritualidad y reconexión, en el que la enseñanza hacia sus pacientes, a los que ella llama alumnos, es lo más importante.

¨No es solamente que vas a imponer una información porque tú tienes el conocimiento, sino que en realidad es saber que tú no tienes el conocimiento de nada, que cada persona tiene su conocimiento y tú eres más bien un mediador.¨

Uno de los talleres de cocina Nutrivita, caracterizados por la participación activa de todos los asistentes.

Foto: Instagram @nutrivita.ddlo

Ella promueve que no hay una regla general que aplique para todos, que cada uno debe descubrirse y descubrir, valga la redundancia, lo que lo hace sentir pleno y se adapta a su dinámica de vida. Es por esto que sus planes de alimentación no son una plantilla que dice exactamente cuántos gramos de cada alimento se debe comer; en algún momento lo hizo, pero su plan, junto con ella, ha evolucionado. En sus redes, siempre comparte que sus alumnos terminan siendo sus maestros.

¨(…) cómo conectamos a la persona con esa capacidad intuitiva de elegir, de saber hasta dónde comer, de cierta manera respetando esa sabiduría interna, pero para eso la persona debe recorrer un camino muy largo, no es de un día para otro, y esto no es un exámen.¨

Diana participó en el programa “La Cocina Saludable” del canal Telecaribe.

Foto: Instagram @nutrivita.ddlo

Agradece a su mamá, que la enseñó a comer de todo y muy casero desde pequeña, algo que aplica con su hija Amanda, pero siempre respetando su autonomía y aprendizaje, porque los padres son quienes proveen a los niños con las herramientas necesarias, pero ellos deben sentirse libres de escoger. Hace mucho énfasis en la importancia que tiene el vínculo con nuestros familiares para sanar y llenar muchos vacíos que pueden resultar en inseguridades y trastornos desde temprana edad. Por esto, su mensaje va dirigido en buena parte hacia los papás.

¨(…) no hay nadie más intuitivo que un niño, y hay que seguir llevándolo por ese camino y no someterlo a una dieta, porque ahí es donde comienza a estar toda esa parte de la inseguridad corporal, y que esa inseguridad está muy relacionada con otros ámbitos de la vida.¨

 

¿Cómo no caer en querer controlarlo todo e irse a los extremos?

“Eso va en cada persona, porque hay personas que de por sí son mucho más rígidas, más estructuradas, y a esas personas les cuesta un poco más de trabajo, lo digo por experiencia propia. Entonces está muy atado a la esencia de la persona y en definitiva tratarlo es importante porque hay otros medios para canalizar esa rigidez, no solamente es la comida: La misma cocina, la dinámica de la cocina, pintarse las uñas, pintar mandalas, salir y respirar el aire fresco en el parque, leer, etc.”

Su filosofía se basa en que para estar saludables no solo debemos alimentarnos bien y ejercitarnos; hay un sinfín de actividades que, dependiendo de nuestros gustos, alimentan nuestro ser interior y nos proveen de un bienestar que va de adentro hacia afuera.

Amanda, hija de Diana en una de las actividades que comparte con su mamá: cocinar.

Foto: Instagram @nutrivita.ddlo

¿Si pudieras hablar con tu yo de hace unos años, qué le dirías?

“Wow. En definitiva el tiempo no se puede regresar. Aveces caemos en el error de utilizar la palabra hubiera. La mejor manera es seguir en ese proceso de reconexión y en definitiva cortar ciertos lazos que depronto no me permitieron en cierto momento, y de hecho, no me permiten en ciertos momentos fluir por miedos. Entonces lo que yo podría hacer es también, en lo que está en mi potestad, que puede ser mi hija Amanda, entregarle eso, esa autonomía y darle a ella las herramientas para que se sienta con sabiduría y se sienta poderosa de poder explotar su potencial. Entonces te diría que no cambiaría nada, solamente en mi potestad está permitirme a mí cortar lazos para que esta generación que viene, que es Amanda, pueda también tener su propio aprendizaje. No sé si respondí tu pregunta (risas).”

 

¡Sigue a Diana en sus redes y aprende más!

Instagram: @nutrivita.ddlo

Youtube: Nutrivita Barranquilla

Página Web: www.dianadelaossa.com

¡ANTÓJATE!

Algunas de las recetas simples, deliciosas y nutritivas que encontrarás en su feed de INSTAGRAM @nutrivita.ddlo

 

AUDIO ENTREVISTA

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