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Por: Karolays Santiago

En la mañana del martes 25 de Febrero en la calurosa  Barranquilla se escuchan los lamentos de viudas que lloran desconsoladamente la muerte de Joselito.

Vestidos y encajes negros cubren sus rostros desencajados y con el maquillaje corrido. Los gritos de estas amantes, madres y prometidas se oyen por toda la calle 54 donde empieza el desfile hasta la Casa del Carnaval en Barrio Abajo.

Envuelta en las plumas del “Llanto de María Mulata”, atuendo inspirado en la obra del maestro Enrique Grau, la soberana de este periodo carnavalero, Isabella Chams Vega, derrama lágrimas mientras sacude el cuerpo de su difunto marido. La acompaña su comitiva, el dolor, una decena de mujeres desoladas y los recibos por pagar.

La soberana, el Rey Momo, los reyes infantiles y la reina popular 2020 que descendían del desfile de la 84 acompañan en el satírico recorrido a cumbiambas, comparsas, colectivos artísticos y un montón de viudas alegres que entre lamentos y baile siguen el cajón del difunto Jose. 

Cada vez que llegaba un grupo de viudas con medias rotas, el pagadiario y el fallecido parrandero en su ataúd, el colectivo se inscribía para participar por el anhelado Congo de Oro que otorga la convocatoria “Joselito se va con las cenizas”.

 Entre los aspirantes al galardón, que serían evaluados por su puesta en escena durante el recorrido y lamentos en el escenario de Barrio Abajo, se encontró la comparsa soledeña “Va pa esa” que apostó por la representación de viudas a cargo de los hombres y la de los personajes masculinos por mujeres. También participó el colectivo “Joselito Carnaval Montecristo” que se ha llevado nueve veces consecutivas el dorado congo.

Como es costumbre en el carnaval de Barranquilla, locales y extranjeros madrugaron y desde el mediodía se ubicaron en sus puestos para presenciar la pintoresca procesión que se abrió paso por toda la calle a las cuatro de la tarde y se extendió hasta las 6:30 de la noche. 

Por qué muere Joselito. 

La tradición oral cuenta diversas versiones del surgimiento de esta costumbre. Algunos guardianes de la leyenda afirman que la historia de Joselito se remonta a los años de 1940 y trata de un trabajador de hacienda, que no tomaba durante los tres primeros días de carnaval, pero al llegar el último día, el martes el hombre se emborrachaba. Un martes de carnaval el empleado, tras una fuerte borrachera fallece. En el caribe el personaje muere y resucita. Muere porque es el último día del carnaval y  resucita para seguir festejando el próximo año.

Otros en cambio describen a un Joselito más fiestero y contemporáneo, definiéndolo como un bacán, mujeriego, borracho irresponsable, que solo se dedica a la parranda y no tiene que ver con su familia, con su hogar ni con sus hijos. Veían a Joselito como un gozoso de la vida, por esto con su muerte termina la gozadera del carnaval. 

Finalmente otros concluyen que la muerte de Joselito representa a un personaje que desde el inicio del carnaval se dedica a beber y cuando llega el martes fallece, siendo sepultado por los colectivos en cada Martes de carnaval y resucita para gozarse el siguiente año.  

Foto: Archivo

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