Por: Mauricio Ahumada López.
Para los máximos representantes del fútbol a nivel mundial, ha sido inconcebible la suspensión prolongada de las ligas, copas y demás competiciones futbolísticas, además exigen su regreso inmediato, la razón principal: iliquidez en los clubes.
A lo largo de la cuarentena impuesta en los diferentes países y continentes del mundo debido a la pandemia del COVID-19, se ha generado un fenómeno, la desesperación por el regreso del futbol, dicho fenómeno ha afectado a hinchas, empleados, periodistas, futbolistas, directores técnicos y principalmente, presidentes de los clubes.
Este fenómeno comenzó levemente y se vio reflejado en las reducciones salariales de los jugadores y cuerpo técnico de diferentes clubes, como por ejemplo la Juventus De Turín, en donde los acuerdos económicos le ahorraron 90 millones de euros en salarios al club italiano hasta final de temporada, entre las disminuciones más significativas se destaca la realizada al portugués, Cristiano Ronaldo, cuál cifra de reducción final fue de 3.8M€.
Pero este fenómeno se intensificó bruscamente en el momento en que distintos clubes del mundo, pretendían entrenar e infringir el estado de aislamiento preventivo, como por ejemplo cuando la Real Sociedad, club de fútbol español, pretendió entrenar el martes 14 de abril, decisión que desautorizaba la cuarentena impuesta por el gobierno español debido a la pandemia actual, ante esto, Irene Lozano, presidenta del Consejo Superior de Deportes, le aclaró al club el decreto sobre el estado de peligro que prohíbe la apertura de cualquier centro deportivo, posteriormente el equipo vasco se pronunció y aceptó la prohibición.
Finalmente, este fenómeno entró en estado de alarma hace poco y algunos clubes ya presentan serias dificultades económicas, a tal punto que se han visto en la obligación de despedir a la mayoría de sus empleados, por ejemplo, Según publicó Globoesporte, Flamengo les notificó a 62 empleados que serán despedidos de sus respectivas funciones. Las áreas afectadas van desde la parte administrativa hasta el fútbol juvenil, a esto se le suma que sufrirán recortes salariales y muchos de los empleados serán liberados hasta que se reanude el deporte. Según informa el medio, Flamengo genera un ahorro de 3 millones de reales, cinco veces menos que los gastos del club en los sueldos del plantel y el cuerpo técnico del futbol masculino.
Para los máximos accionistas de los equipos, el panorama es desesperante, mientras algunas ligas como la MLS de Estados Unidos, anuncian el regreso de los planteles a entrenamientos, otras como la Eredivisie de Holanda y la superliga argentina dan por terminadas sus temporadas, si campeones, y sin descensos.
En conclusión, hoy en día, los clubes de un deporte tan próspero, como el fútbol, atraviesan serias dificultades e intentan mitigarlas con la ayudas monetarias de sus ligas, y buscan evitar la bancarrota, mientras con ansias anhelan que finalice la pandemia actual y por supuesto, la FIFA ordene, que vuelva a rodar el balón.
