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Por: Yuliana V. Girón

Valentina está preparando una infusión de ruda para hacerse un aborto. La receta es muy fácil: Poner agua al fuego y bajarla cuando empiece a hervir, agregar una cucharada de ruda seca y taparla durante 5 minutos para que repose. Después, colar la infusión de ruda y beber. 

La Ruda, por sus propiedades medicinales, puede estimular los músculos del útero y así iniciar un periodo menstrual, actuando como agente contraceptivo y causando abortos (Esto último lo sabía, en primera medida por una sugerencia de una amiga y luego gracias a una extenuante búsqueda en Google sobre los efectos y contraindicaciones de la planta medicinal).

Un día antes de tomarse la infusión, Valentina se encuentra con su amiga Carla encargada  de comprarle una prueba de embarazo. La joven de 19 años tiene una semana de retraso en su periodo menstrual y está segura que su última relación sexual ocurrió justo en su día de ovulación. Después de pasar por la droguería llegan a la casa de Andrea, las tres se meten al cuarto y se ponen al día, hablan sobre los exs, los nuevos amores, los antiguos amigos y sobre lo que Valentina trae en su bolso. 

Después de dos minutos en el baño, Valentina sale con la prueba de embarazo envuelta en papel higiénico. Andrea pone el cronómetro en el celular, 5 minutos después hay un  silencio incomodo en la habitación, la incertidumbre hace que lata el corazón de las tres muchachas, Valentina está empapada en sudor y  teme  ver el resultado de la prueba.

  •  Recuerda,  dijo Andrea: 2 rayitas positivo, una negativa y si se marca una y la otra se ve de un rojo suave es posible de que sea positivo también.
  • Aunque también podría ser un falso positivo —  señala Carla.

Al ver la prueba distinguieron una raya roja ¿Es negativo? Dice Carla, e inmediatamente después de plantear su pregunta aparece de manera menos intensa otra raya. 

Hay un 50% de probabilidad un embarazo, Valentina decide ir a un  centro médico a realizarse la prueba de sangre para confirmar o desestimar de manera precisa el embarazo. “Por si las moscas” Andrea le sugiere la infusión de ruda y le explica cómo debe hacerla. 

Ya está decidido: en la tarde se acercará al centro médico para realizarse la prueba de sangre, pero guiada por el consejo de su amiga prepara la infusión de ruda aunque no presenta ningún resultado. Entrada la tarde llega al centro médico, no tiene que esperar más de diez minutos para que la hagan pasar a tomar la muestra, después de otros diez minutos más de espera le entregan un sobre y va directo al resultado: negativo.

Valentina solo tuvo un susto, su periodo llegó de forma habitual a los dos días. Igual le sucedió a Gabriela, que en sospechas de un embarazo decidió hacer también una infusión, pero esta vez de canela. Lo que ellas no saben es que las infusiones no solo podrían haberles causado un aborto sino también una grave hemorragia que podría enviarlas directo al hospital, pero como dice Gabriela: “Solo fue un susto”.

El que Gabriela y Valentina recurrieran a las plantas medicinales es gracias al conocimiento popular que se tiene del poder de la naturaleza, que nos llega gracias a la tradición oral que hemos heredado desde hace tantas generaciones. Los usos de las plantas medicinales se remontan a la prehistoria y en la actualidad estudios científicos han comprobado lo que se nos entregó gracias al empirismo. 

El regalo de los ancestros

Cuando se trata de plantas lo empírico es tan importante como lo práctico. Los mitos que se posicionan alrededor de cada planta, fruto de la tradición oral de los ancestros, son clave para sus usos.  Los chamanes de los pueblos indígenas, conocen de plantas y propiedades sin haber entrado en un laboratorio a probarlo; las abuelas no necesitaron de pruebas científicas para calmar los dolores del cuerpo con las plantas que tenían a la mano.

Los campesinos que no estudiaron jamás en una universidad, usan a la misma naturaleza como guía para cuidar de sus cultivos. Ahora hay estudios que comprueban lo que todos ellos aprendieron de forma empírica, estudios que nacieron de creencias y mitos sobre las plantas.

En su clase de Plantas medicinales, Celia Trillos escribe en el tablero de acrílico con dos colores diferentes de marcadores lo que son los metabolitos secundarios en las plantas. A modo de mapa conceptual explica que los metabolitos secundarios son “Sustancias orgánicas nitrogenadas que producen las plantas, tienen una estructura compleja y un rango terapéutico estrecho”. Además explica que entre dichos metabolitos se encuentran los Principios activos, que son los encargados de la actividad apropiada para constituir un medicamento y que inciden en las propiedades medicinales de las plantas.

Probablemente los ancestros no conocían los metabolitos secundarios ni los principios activos, pero esto no les impidió dar uso a las plantas, muchas veces sin saber si el uso ponía en peligro sus vidas, les dice a sus estudiantes.

El laboratorio de la vida 

Yoleidys tiene una cicatriz abultada en su rodilla,  marca de una de las tantas caídas de su niñez. Sin embargo la recuerda especialmente pues fue la llave que abrió la puerta a los recuerdos de su abuela. 

Es un día soleado de Junio, la joven Yoleidys se encuentra en el kiosco del patio de su casa refrescándose del incesante calor del Copey. La niña delgada de cabello liso y piel morena, escucha el sonido de una caravana que pasa cerca de su casa. Empieza a correr con la esperanza de ver pasar la carava, de pronto unas sábanas recién tendidas interfieren en su paso haciéndola caer sobre unas piedras, para su suerte su rodilla cae directamente a una roca puntiaguda y afilada como una navaja.

Llega a su casa con la rodilla abierta y ensangrentada, su abuela -con la experiencia de la edad- manda a traer café y se lo pone en la herida abierta. La hemorragia se detuvo.

El marido de doña Concepción era un hombre mujeriego y agresivo, solía golpeara su esposa en incontables ocasiones. Un día le dio un golpe tan fuerte que Concepción quedó tendida en el piso de su casa con una herida en la cabeza que no paraba de sangrar. Su hija Mirith entra a la casa y se encuentra con una preocupante escena, ve a su mamá tendida en el piso con su cabeza tendida en un mar de sangre. Sale de la casa corriendo en busca de ayuda y se encuentra a un hombre que iba pasado con su burro.   

 El señor mandó a pedir café y con cuidado lo puso en la herida abierta. El café paró la hemorragia de doña Concepción Saumeth. Años después esa experiencia le  ayudaría a curar la rodilla de su nieta.

Aunque la recomendación médica es no poner ninguna clase de ungüentos en las heridas abiertas, puesto que las plaquetas son las encargadas de tapar provisionalmente las heridas hasta que el daño ocasionado se repare, doña Concepción le tiene fe al café y a su uso curativo, pues es la prueba viviente de sus beneficios.

El café gracias a sus principios activos tiene propiedades estimulantes que pueden ayudar a cicatrización de las heridas, el desvanecimiento de la celulitis e incluso en masajes capilares para estimular el crecimiento del cabello. Concepción no sabe que sobre los principios activos ni acerca de los metabolitos secundarios ni que existen formas de identificarlos.

El proceso para reconocer los metabolitos secundarios presentes en una planta enseñado por Celia Trillos consiste en: tomar hojas de una planta, realizar un secado y posteriormente pulverizar y agregar etanol. Después de unos días de reposo y cuidado el extracto está listo para las pruebas químicas correspondientes. 

Fernando, que nunca ha tomado la clase de Plantas medicinales que dicta la profesora Celia, hace un proceso similar cuando extrae las hojas de la planta de marihuana que tiene en su casa. Pone a secar las hojas de la planta, después de podar, luego las tritura y arma su cigarrillo casero. Fernando la utiliza para controlar la ansiedad y la depresión, además comenta que es más saludable el auto cultivo y que ayuda a romper la cadena del microtráfico.

Las fases de proceso del cultivo de marihuana van desde la preparación de un ambiente para las plantas hasta su posterior secado y curado para la degustación, pasando por todas las etapas de crecimiento y floración. El éxito del cultivo depende del clima, la semilla que se elija y del tipo de abono que con que se plante. Los cuidados que le demos a nuestra planta desde el primer momento y a lo largo de todo el proceso de cultivo harán que las plantas alcancen su rendimiento y cualidades óptimas.  

La profesora Celia ha estudiado por muchos años a las plantas medicinales, tiene maestría y doctorado en fitoquímica y por lo tanto sabe las propiedades científicas de cada planta. Con cariño recuerda a la primera profesora que tuvo en su vida y que le abrió camino a su pasión, se trata de su mamá, una campesina de Galapa, que aprendió sobre plantas mientras crecía  entre ellas. Sus conocimientos los compartió con una joven Celia, sus enseñanzas iban desde la forma correcta de regar las plantas hasta la forma correcta de usarlas.

Las plantas que tanto cuida y aprecia refrescan el patio de su casa en los días calurosos. Ella se acuesta en su hamaca y descansa en medio de su huerta privada. El Orégano, la Ruda y la Sábila son algunos de los especímenes de su colección. También son los ingredientes de  sus té, jugos y comidas que además adornan con sus colores y formas su patio. Su conocimiento no solo se limita al cuidado de su patio y a los salones de clases en la Universidad del Norte.

La docente se encarga de dirigir y supervisar proyectos en pro del medio ambiente en el municipio donde habita, Galapa entre ellos están: el vivero institucional José Celestino Mutis, el Mariposario Gabriel García Marquez, Proceso de Lombricultura para el Desarrollo Sostenible, Plantas Ornamentales de la Región Caribe.

Del mito a la ciencia

Como en la vida de Celia la ciencia y la tradición se juntan para expandir su conocimiento sobre las plantas, así le es más fácil enseñar a sus estudiantes que salen del laboratorio reconociendo las razones de porqué una planta puede curar. Para Valentina, Gabriela y Fernando (cuyos nombres han sido cambiados) las plantas representan una solución a sus problemas inmediatos.

Para doña Concepción no solamente son “supersticiones” o “mitos”: las plantas la han acompañado toda su vida y durante sus dolencias, e incluso llegaron a salvarle la vida y por ello comparte todo lo que ha experimentado y oído de las plantas a sus hijas y nietos.

Las plantas han estado con nosotros desde siempre, incluso estuvieron antes y guardan secretos curativos que aún no terminamos de descubrir. Recientemente, por ejemplo, estudios antropológicos demuestran que desde momentos anteriores al Neolítico las enfermedades se trataban de formas distintas y algunos métodos estaban relacionados con la ingestión de hierbas.

Para le Neolítico Se conoce la aparición de plantas como la camomila (chamaemelum nobile) que alivia las afecciones de los órganos del aparato digestivo o los dolores estomacales, la aquilea (achillea millefolium) para curar las heridas y parar las hemorragias, la cola de caballo (equisetum arvense) para estimular la producción de orina y cortar las hemorragias o la adormidera (papaver somniferum) utilizada como calmante y tranquilizante.

La aplicación de estos remedios implica experiencia y conocimientos tanto de la enfermedad y sus síntomas como de las posibles curas y tratamientos.

En la actualidad existen empresas que fabrican fármacos a base de plantas medicianles,  Pranarôm International SA es un laboratorio de aromaterapia científica y médica que utiliza las plantas medicinales en sus productos. El toronjil, debido a sus propiedades tranquilizantes se usa en el tratamiento del insomnio, por lo que se pueden encontrar fármacos como; Melisa Arkopharma presentado en forma de cápsulas duras, que se administran oralmente a adultos y niños mayores de 12 años. Se usa para aliviar los síntomas leves de estrés mental, así como para facilitar el sueño.

El mito como la ciencia busca, con métodos diferentes, respuestas a las preguntas que acompañan a la humanidad. Ambas parten de la creencia en la verdad de un concepto y cuando en el mito surge la idea de curar con plantas en la ciencia surge la realidad de hacerlo posible. El conocimiento sobre las pantas, como ya se ha dicho antes, se trasladó en historias y se probó en la vida cotidiana, hasta trasladarse al campo científico que hoy puede aclarar –que bien utilizadas- las plantas curan. 

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

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