Por: Mariana González.
Mariela González tardó 9 meses en leer los libros de la saga completa de Harry Potter. Leer esta saga le abrió los ojos a un mundo lleno de magia, fantasía e imaginación. “No sé qué sería de mí sino habría empezado a leer Harry Potter. Hoy sería otra persona. No sería yo misma.” dice Mariela. A Mariela, de 12 años, le empezó a gustar la lectura cuando tenía 10 años y leyó por primera vez “El club de las zapatillas rojas”, una colección de libros para niños que cuentan la historia de un grupo de amigas que enfrentan varios problemas. Desde ahí, su amor por la lectura fue creciendo cada vez más. Hoy en día ya ha leído más de 40 libros en menos de año y medio.
La inevitable virtualidad que presenciamos hoy en día, gracias a la pandemia del covid-19 ha afectado el hábito de la lectura en niños pequeños y preadolescentes, dificultando así el aprendizaje y desarrollo. Sin embargo, la falta del hábito de la lectura no es algo nuevo, y a lo largo de los años se han cambiado horas de lectura por horas en pantalla. Aún hay jóvenes como Mariela, que han encontrado un amor por la lectura y les ha traído beneficios que YouTube o Instagram no les podría dar.
Sara Torres es la mejor amiga de Mariela y tiene 11 años. Desde pequeña sus padres le han inculcado la importancia de la lectura. Al igual que Mariela, es fan de los libros de Harry Potter y el núcleo de su amistad son los libros. Crearon su propio club de lectura y suelen reunirse algunos fines de semana para hablar de los libros que se han leído, intercambiar ideas e incluso crear nuevas historias. “Nuestra amistad se basa mucho en la lectura, nos gusta comentar sobre la trama y los personajes, así nos motivamos a seguir leyendo.” dice Sara.
Por lo tanto, es pertinente hablar de la importancia de la lectura en los niños, especialmente desde su infancia. Gracias a la lectura, estos pueden desarrollar habilidades cognitivas desde una temprana edad, al igual que mejorar el vocabulario, gramática y comprensión. (Lopez, 2019) alude “Leer nos ayuda a dominar nuestro lenguaje, lo cual se traduce en una mejor expresión y comprensión de ideas y emociones”.
El inculcar la lectura en los niños abarca incluso antes de que estos sepan leer, ya que es recomendable que los padres les lean cuentos que permitan que ellos vayan desarrollando un mejor nivel de imaginación. “Mis papás siempre me leían cuentos en voz alta. Me leían “La nacho”, un libro para aprender a vocalizar. De hecho, me lo aprendí de memoria de tanto que me lo leían”. dice Sara Torres.
Mientras Sara y Mariela me cuentan sobre su afición a la lectura, se puede notar un librero en la esquina del cuarto de Mariela, lugar en que la charla está desarrollándose. El librero es alto, casi de dos metros, es de una madera de color claro y los libros están organizados en los estantes para que se vea el lomo de cada uno. Se logra ver que cada estante está destinado para una saga diferente, en un estante están todos los libros de Harry Potter, en otro los de Maze Runner, luego en otro estante los de Percy Jackson. Esas son las sagas de libros favoritos de Mariela y por cada saga tiene figurines de los personajes principales como decoración.
Sara y Mariela cuentan sobre los beneficios que han encontrado en la lectura con una alegría y emoción parecida a la de un niño recibiendo regalos en navidad. “Gracias a los libros y a la lectura he aprendido sobre la importancia de ser valientes y atreverse a cambiar el mundo.” dice Sara. Los beneficios de la lectura no solo aluden al desarrollo cognitivo o lingüístico, sino también a la expansión de conocimiento y de posibilidades para los niños. Mediante la lectura los niños son conscientes de diferentes valores, emociones y experiencias, gracias a que pueden ir detallando en los cuentos como los personajes atraviesan obstáculos o vencen males. Esas enseñanzas permiten que los niños vayan aprendiendo e ideando sobre esas experiencias y eventualmente aplicarlo en su vida. (Ramirez Noreña & De Castro Daza, 2013)
Debido a la pandemia, habían desarrollado su club de lectura por Zoom, sin embargo, se reunieron para esta ocasión, y con todos los protocolos de seguridad, hicieron su club de lectura como antes. Se sentaron en dos sillones pequeños junto al librero y empezaron a leer un fragmento del cuarto libro de Percy Jackson. Mientras Sara leía en voz alta, Mariela estaba atenta, en silencio, analizando cada párrafo y oración que se recitaba. Después de la lectura, empezaron a conversar sobre lo que habían leído. La conversación les emocionaba tanto que parecen sumergirse en el mundo de la lectura con mucha afición y emoción. Yo parezco desaparecer en la charla, y entre ellas parecen hablarse en un código de lectura que solo los amantes de los libros entenderían.
Sara Daza es psicóloga y docente. Trabaja con niños de 5 y 6 años, edades en las que la lectura y escritura son fundamentales. A lo largo de los años de docencia, Daza se ha percatado de la importancia de enfatizar la lectura en los infantes. “La lectura permite que los niños desarrollen su imaginación y creatividad a partir de lo que leen y analizan. Ese tipo de desarrollo solo se logra a partir de la lectura”. dice Daza. Algo que se debe de tener en cuenta, es el contenido de los libros que los niños leen, al igual que el valor educativo que estos tienen. (Navarro, Aranda, Caballero, Diego & Botín, 2019) afirman que “Los cuentos, a su vez, tienen una doble función: por un lado, ser utilizados para el disfrute de la literatura, pero también como instrumento de intervención terapéutica.”.
La virtualidad ha hecho aún más difícil que los niños pequeños aprendan a leer y a escribir, ya que es importante que los maestros estén presentes para corregirles y así darles constante retroalimentación. Para Daza el reto ha sido asegurar que los niños lean en sus casas, por lo que se les manda libros electrónicos con oraciones de uso frecuentes y se les pide que graben un audio leyendo. “Es muy difícil asegurar que los pequeños estén haciendo una buena comprensión de lectura. Por eso es importante poner libros que sean acorde a su nivel y virtualmente hacer una contextualización de la lectura”. dice Daza.
Es fundamental que los niños pequeños lean libros que los ayuden en la gramática y pronunciación, por eso los cuentos están primordialmente acompañados de dibujos y de aprendizajes sobre lingüística silábica. En la presencialidad, los docentes suelen leerles los libros en voz alta, caracterizando personajes y dándoles un mejor contexto de la historia. “Leerles cuentos a los niños es muy importante, sobre todo si apenas están aprendiendo a leer. Esto permite que ellos vayan estimulando su imaginación y memoria”. dice Daza. Leerles cuentos en voz alta desde una temprana edad permite que trabajen en su memoria, la atención e incluso que vayan aprendiendo sobre la importancia de diferentes valores que se ejemplifican a través de moralejas. (Rondón, 2018)
Por otra parte, el contenido para niños entre 7 y 8 años está dirigido a la composición de cuentos e historias que tengan una narrativa definida, así van aprendiendo sobre la estructura de inicio, nudo y desenlace. Sin embargo, se sigue haciendo énfasis en la importancia de los
dibujos para mejor comprensión de la historia. “Los dibujos en los cuentos también permiten que los niños vayan entendiendo el contexto de las historias, de los personajes y de igual manera sigan interesados en lo que sucede. Los mantiene atentos”. dice Daza.
Para niñas como Mariela y Sara, la lectura les ha permitido mejorar en otras áreas académicas, como lo son las matemáticas e historia. “El leer tanto me ha permitido desarrollar mucha mejor comprensión lectora, incluso en mis clases de matemáticas, pues entiendo mejor los problemas de enunciados y los desarrolló con más facilidad”. dice Mariela.
En su club de lectura, Sara y Mariela también han compartido su amor por la escritura. Sara escribe historias sobre mundos y sociedades distópicas, inspirándose en los libros que lee. A tan corta edad, se ha vuelto apasionada por temas como el feminismo, por lo que lo incluye en sus historias y espera inspirar a aquellos que lean sus cuentos a cambiar el mundo. “Las historias que escribo muchas veces se basan en los valores y enseñanzas que leo en otros libros. He aprendido que hay que hacer del mundo un lugar mejor”. dice Sara. Para Mariela también es muy importante incluir problemáticas sociales en sus historias de fantasía y magia. “En mis historias escribo sobre temas como la autoestima y confianza, pero con la fantasía y mundos mágicos”. dice Mariela.
Finalizando su tarde de club de lectura, Sara y Mariela charlan sobre cómo los niños deberían de estar interesados cada vez más en la lectura y menos en las redes sociales, especialmente preadolescentes como ellas. “La lectura te ofrece una infinidad de mundos increíbles en los que puedes aprender mucho. Quiero escribir historias de fantasía y drama que llamen la atención y así llevar a que más personas les guste la lectura y los libros.” dice Mariela. Para Sara, la lectura también sirve como un escape de la vida, sobre todo de la carga académica. “Muchos creen que leer es aburrido, pero no se trata solo de lo educacional, sino también de poder crear y soñar cosas nuevas”. dice Sara. Entre risas escondidas por un tapabocas, Mariela y Sara se van despidiendo. Se esperan reunir cada semana en el mismo rincón del librero en el cuarto de Mariela, para así adentrarse en el fantástico mundo de la lectura y los sueños.